La campaña citrícola 2024 de Argentina finalizó con las cifras de exportación más bajas de la última década, lideradas por una fuerte caída en los envíos de limón. José Carbonell, presidente de la Federación del Citrus Argentino (FederCitrus), reflexiona sobre las exportaciones citrícolas argentinas en 2024 y los cambios experimentados en los productos procesados. «Las exportaciones de fruta fresca alcanzaron las 220.000 toneladas, la cifra más baja de la última década. Los volúmenes de naranjas y mandarinas se recuperaron respecto a la mala campaña de 2023 (casi el 100%), pero los envíos de limones cayeron mucho, sobre todo a la Unión Europea, aunque se compensaron en parte porque superaron las 90.000 toneladas para Estados Unidos».

Carbonell dice que la fruta viajó muy bien. «El comportamiento sanitario de la fruta fue muy bueno. La caída de volúmenes para la UE se produce en el contexto de la falta de conclusión del acuerdo UE-Mercosur, que deja a los países miembros de este último en clara desventaja con Sudáfrica, Egipto, Turquía y otros», afirma.

Por mercados, se presenta la siguiente distribución:

Fuente: Senasa

 

«En la situación actual de la citricultura argentina, se han exprimido 1,37 millones de toneladas de limones al final de la campaña, con ligeras mejoras en los precios y una moderada caída en la oferta de fruta, ya que se han implantado varios miles de hectáreas en la zona de Tucumán y se han descuidado otras como consecuencia de la pérdida de rentabilidad».

Carbonell prevé una disminución en los volúmenes de limón para 2025. «Para 2025 se espera una caída en la producción de limón y, en consecuencia, una menor oferta de productos industriales. En cítricos dulces, especialmente la naranja, se sigue enviando para jugo, sobre todo en el noreste argentino. Los precios de los productos industriales marcan el ritmo y se está utilizando toda la capacidad industrial disponible, que por cierto no es mucha y no se ha actualizado. En todo esto influye la menor oferta de jugo de naranja en Brasil y en el mundo».

Aunque Carbonell prevé mejores condiciones comerciales en 2025, influye la disminución de hectáreas de limón. «En 2025 se esperan mejores condiciones comerciales, con una fuerte caída en la producción de limón, a causa de la disminución de hectáreas. Esto se debe a dos factores básicamente, uno es la disminución en la superficie sembrada y otro las fuertes heladas que se presentaron en el invierno de 2024».

En cuanto a la producción de naranja, se espera que sea menor a la de este año en Argentina. «La proyección es positiva para los próximos años. Los costos logísticos y portuarios siguen siendo muy altos en Argentina, los más altos de Sudamérica. Hay que sumar el aumento de los fletes en contenedores frigoríficos y el alargamiento de todos los tiempos de tránsito. Esta es una barrera cada vez más difícil de superar para los exportadores argentinos», concluye Carbonell.

 

Fuente: freshplaza.es