La campaña de limón de Tucumán, la región productora por antonomasia de esta fruta cítrica en Argentina, avanza con severas dificultades. Las inestable climatología en el desarrollo de la fruta, las huelgas, la creciente competencia con Sudáfrica, las duras condiciones impuestas en las exportaciones a Europa, son algunos de los mayores obstáculos a los que hace frente el limón argentino, que está encontrándose con un mercado con alta presión en volúmenes y precios.

“Está siendo una temporada bastante complicada por cuestiones tanto climáticas como logísticas y gremiales; hemos tenido algunas huelgas la semana atrás que fueron bastante duras y que ralentizaron el proceso de producción y exportación”, comienza a explicar Francisco Rotella, director comercial de Citrusvil. “Por otra parte, los mercados fuera de la Unión Europea están bajo mucha presión de fruta, mayormente por parte de Sudáfrica, y acá en Argentina tenemos el eterno problema sobre la falta de competitividad en términos de costos. Todos estos factores están siendo condicionantes en el desarrollo de esta temporada”.

De hecho, la climatología ha sido uno de los elementos decisivos, ya que la falta de lluvias en la etapa de cuaje y crecimiento de la fruta ha dejado su huella en las producciones reduciendo las previsiones de cosecha en la provincia. “Hasta el mes de noviembre 2020, la gran sequía que veníamos teniendo en nuestra provincia nos llevaba a pensar que íbamos a tener una merma importante en la producción. Pero a partir del verano, desde diciembre 2020 hasta el mes de abril de este año, las lluvias fueron más regulares, lo cual contribuyó a la recuperación de las plantas. No obstante, esta situación generó un desorden fisiológico en las plantas observando distintas situaciones al momento de hacer una estimación. Más allá de esto, la fotografía que teníamos por el mes de noviembre y diciembre diríamos que hoy es más optimista”, matiza Francisco. “En un par de semanas haremos una nueva reestimación respecto al volumen que podremos tener finalmente disponible”.

Los primeros embarques de limones de Citrusvil se concretaron a fines de marzo y se prevé que se prolonguen hasta fines de julio o principios de agosto, “siempre en función de la disponibilidad de fruta que vayamos teniendo”, subraya el director comercial de la empresa argentina dedicada a la producción, al procesamiento y a la comercialización de limones frescos y sus derivados. El inicio de la campaña de comercialización ha coincidido prácticamente con el anuncio de la Unión Europea de la reapertura de su mercado para los cítricos de Argentina que, gracias al trabajo conjunto entre el Senasa, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la Cancillería, los gobiernos provinciales del NOA y NEA y el propio sector citrícola, pueden ingresar al continente desde el 1 de mayo.

“Tendremos que ver si podemos cumplir con las exigencias, tanto de la UE como de nuestra autoridad sanitaria, Senasa, para poder exportar a Europa. Tal vez estas exigencias puedan llevar a que se limiten los volúmenes de exportación a la UE no solo de Citrusvil, sino de la actividad de Argentina en su conjunto”, opina Francisco.

“Estados Unidos es un mercado en el cual todo el mundo está intentando crecer a partir de esta incertidumbre que genera Europa, pero claramente vamos a tener que ir con mucho cuidado para no generar agresiones comerciales. Argentina claramente tiene que apuntar a un crecimiento responsable y sostenible en este mercado. La clave este año va a pasar por las estrategias comerciales diversificadas que tenga cada empresa, y es sobre la cual ya viene trabajando Citrusvil durante los últimos años”, indica.

En un mercado dinámico y competitivo, la suspensión de las importaciones de cítricos argentinos a Europa fue aprovechada por otros jugadores globales, como Sudáfrica, que absorbieron parte de la cuota de importación del principal proveedor de limones de la Unión Europea. “Si uno analiza las estadísticas, al momento Sudáfrica va muy avanzado en su ritmo de exportación con respecto al año pasado. Está muy volcado en los mercados de Medio Oriente, Sudeste Asiático y Rusia, hacia donde ha dirigido aproximadamente el 80-85% del volumen que ha exportado al momento”, explica Francisco, “pero a partir del mes de mayo es cuando empezarían a apuntar más al mercado de Europa, y esa es nuestra mayor preocupación. No por las consecuencias que puedan llegar a tener esta temporada, sino por el impacto a mediano-largo plazo para las exportaciones de Argentina con destino a Europa”. Por otro lado, esta situación antes descrita podría ayudar a descomprimir los mercados fuera de Europa (Rusia, Canadá, Sudeste Asiático y Medio Oriente).

Y no solo está llegando a Europa; Sudáfrica ya comenzó a desembarcar sus cítricos hace varias semanas en Canadá, además de los otros mercados mencionados anteriormente.

“Este año Sudáfrica tiene el objetivo de exportar unas 453.000 toneladas, es decir, un 15% más con respecto a lo exportado durante el 2020 (395.000 toneladas)”, señala el profesional. “Para colocar ese volumen, necesitan agilizar los movimientos de stocks a partir de estrategias comerciales agresivas en términos de precios”. De hecho, según Francisco Rotella, la presión de oferta en el mercado está haciendo que los precios se encuentren en un nivel relativamente bajo y con ajustes permanentes semana a semana. “Claramente, Argentina no está sola en el mercado, pero a esto se suma la falta de competitividad que tiene el país con respecto a otros países productores, como es el caso de Sudáfrica, por la gran disparidad de los costos”.

A pesar del contexto complicado en el que se está desarrollando la campaña, Francisco Rotella confía en que a partir del verano en el hemisferio norte el consumo de limones se empiece a recuperar y se restablezca la actividad del canal horeca con el avance del ritmo de las vacunaciones. “Vamos a ver cómo podemos sobrepasar este año, pero claramente Argentina va a tener muchos obstáculos y habrá que ver si somos capaces de ir sorteándolos”, admite Francisco Rotella.

Fuente: freshplaza.es