El suministro mundial de naranja podría peligrar por los graves problemas hídricos en Brasil

Brasil es el mayor exportador mundial de jugo de naranja, pero el país ha tenido una temporada de lluvias en la que apenas ha llovido. El suelo está reseco y los niveles de los ríos son bajos en la región centro-sur, que históricamente es el centro neurálgico de la producción agrícola. La sequía es tan grave que a los agricultores les preocupa que se agoten las reservas de agua que ayudan a mantener con vida los cultivos en los siguientes meses, cuando llega la temporada seca.

La perspectiva de que los naranjos se marchiten coincide con un periodo de varios años de precios altos para los cultivos agrícolas, lo cual ha avivado el miedo a la inflación alimentaria. El mayor coste de los alimentos podría agravar el hambre, un problema mundial que la pandemia ha empeorado más.

Si ni siquiera las zonas de regadío pueden recibir suficiente agua, la producción de naranja de Brasil podría mermar por segundo año consecutivo. El cultivo actual de naranja en el país ha disminuido un 31% con respecto a la temporada anterior, el mayor porcentaje en 33 años. En torno al 30% de los cultivos de naranjos de Brasil son de regadío.

Si bien es típico que en esta época del año se produzca sequía, se prevé que dure más de lo habitual, lo que agrava la preocupación. Las lluvias normales regresarán a la región entre octubre y noviembre, en lugar de septiembre, según Celso Oliveira, meteorólogo en Somar Meteorologia.

Fuente: bloombergquint.com

2021-05-20T12:17:36-03:00

El suministro mundial de naranja podría peligrar por los graves problemas hídricos en Brasil

Brasil es el mayor exportador mundial de jugo de naranja, pero el país ha tenido una temporada de lluvias en la que apenas ha llovido. El suelo está reseco y los niveles de los ríos son bajos en la región centro-sur, que históricamente es el centro neurálgico de la producción agrícola. La sequía es tan grave que a los agricultores les preocupa que se agoten las reservas de agua que ayudan a mantener con vida los cultivos en los siguientes meses, cuando llega la temporada seca.

La perspectiva de que los naranjos se marchiten coincide con un periodo de varios años de precios altos para los cultivos agrícolas, lo cual ha avivado el miedo a la inflación alimentaria. El mayor coste de los alimentos podría agravar el hambre, un problema mundial que la pandemia ha empeorado más.

Si ni siquiera las zonas de regadío pueden recibir suficiente agua, la producción de naranja de Brasil podría mermar por segundo año consecutivo. El cultivo actual de naranja en el país ha disminuido un 31% con respecto a la temporada anterior, el mayor porcentaje en 33 años. En torno al 30% de los cultivos de naranjos de Brasil son de regadío.

Si bien es típico que en esta época del año se produzca sequía, se prevé que dure más de lo habitual, lo que agrava la preocupación. Las lluvias normales regresarán a la región entre octubre y noviembre, en lugar de septiembre, según Celso Oliveira, meteorólogo en Somar Meteorologia.

Fuente: bloombergquint.com

2021-05-20T12:17:36-03:00
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