La ciudad de Santander es uno de los pilares de la industria citrícola colombiana. Sin embargo para el Instituto Colombiano Agropecuario existen plagas de muy difícil control que amenazan a sus cultivos. Una de ellas es el temido greening.
Santander es el segundo mayor sembrador de cítricos en Colombia; y primero en producción de mandarina y lima Tahití.
Sus productos tienen buen asiento en el comercio nacional e incluso hay experiencias satisfactorias en el mercado en externo.
Sin embargo existen plagas que amenazan esos cultivos pues para el Instituto Colombiano Agropecuario ICA son exóticas de difícil control y con efectos devastadores en los cultivos.
Una de ellas y además detectada en el país es la llamada comúnmente chicharrita de los cítricos (Diaphorina citri) que causa el verdeamiento de los cítricos pues es portadora de una bacteria (Candidatus Liberibacter sp) la cual sobrevive en el floema de la planta.
De acuerdo con Alfonso Díaz Fonseca director agrícola de la seccional del ICA Santander hasta la presente ese insecto no se ha detectado en Santander; sin embargo se han efectuado talleres y recorridos con el fin de tenderle una especie de cerco.
Planta amarilla
Según los profesionales del ICA la enfermedad es de difícil control y en poco tiempo la planta puede perder su vida útil es decir sus frutos son pocos además de deformados.
“Afecta a las plantas jóvenes y adultas del género citrus (especialmente el naranjo) cuyas especies han mostrado un alto grado de susceptibilidad el cual varía dependiendo de la cepa bacteriana” agrega el ICA en un informe técnico.
Sus primeros efectos se confunden con la falta de abono o de algún elemento menor (deficiencia de minerales) pues la planta comienza a tomar un color verde irregular.
Muchas veces tiende a un amarillo tenue de ahí que haya que efectuar una revisión casi milimétrica y detallada del plantío con el fin de saber a ciencia cierta sus causas.
Caída de hojas
Según los investigadores cuando la planta está afectada comienza a desfoliarse (caída de hojas) y las nervaduras presentan engrosamiento y aclaración.
Los foliolos se deterioran y hay casos en que los frutos caen tras presentar una fuerte deformación.
“Externamente puede observarse deformación y asimetría del fruto reducción del tamaño y aparición de manchas circulares verdes claras que contrastan con el color verde natural del fruto” agregan.
Al partir el fruto este tiene diferencias de maduración aborto de semillas y un eje totalmente desviado.
¿Y qué hacer?
En estado avanzado su control demanda la utilización de grandes cantidades de químicos.
Pero como en Santander no la tenemos hay que evitar el ingreso de material de propagación no certificado a las fincas.
Es decir no puede venir de un vivero desconocido ni registrado ante el ICA.
El cultivo hay que revisarlo constantemente a la vez que se debe realizar un control del vector a través de trampas.
Eso sí hay que destruir las plantas que son hospederos: la swinglea y el mirto.
En pocas palabras póngase pilas con la chicharrita.
Cierre de viveros
De acuerdo con Alfonso Díaz Fonseca de la seccional del ICA comenzó el cierre de viveros que no están registrados y autorizados por el ICA pues se comprobó que son los principales propagadores de plagas y enfermedades.
“Deben cumplir unas normas fitosanitarias o de lo contrario se sellarán como aconteció esta semana con 10 en Lebrija” agregó el funcionario.
Para volver a funcionar tienen de plazo 30 días para ponerse en regla o de lo contrario no podrán operar.
“Mire el minador de los cítricos no lo teníamos en Santander pero llegó de viveros infestados y se propagó por la acción de los mismos” sostuvo.
Igual puede acontecer con otras enfermedades y plagas.
El directivo dijo que todos los viveros de Santander deben estar registrados y certificados y que la inspección se hará en todo el departamento.
Otros males
Si bien es cierto que somos fuertes a la hora de producir cítricos no quiere decir que sea un cultivo fácil.
En Santander hay varias plagas y enfermedades que son el dolor de cabeza de los citricultores.
Según Díaz Fonseca las de mayor incidencia son:
La fitoptora que está acabando con la mandarina criolla plantaciones antiguas que no contienen un patrón resistente (injerto) por lo que son muy susceptibles a este problema pedicular.
La mandarina criolla tenderá a desaparecer. La planta se agrieta y se seca.
Hay presencia de picudo de los cítricos pero no en grandes focos.
Fusarium es un hongo del suelo que se presenta ante el exceso de humedad. Está atado a las plantaciones de San Gil. Se necesita un buen drenaje para su control.
La alternaria enfermedad que atacó a todo Santander pero que ahora se centra en los tangelos de Socorro con mayor incidencia.
Fuente: Vanguardia