La reciente asamblea de Anecoop centrada en la campaña anterior 2004-05 evidenció que la crisis agraria agravada sin duda en el ejercicio actual afecta muy particularmente al cooperativismo.Ello podría interpretarse como una contradicción a poco que se repase la historia de la cooperación. Más concretamente pese a que las cooperativas de comercialización se multiplicaron precisamente en momentos de dificultades generadas en gran parte por la política del entonces Mercado Común y la pésima respuesta del inicial Comité de Gestión de contingentar la exportación la crisis actual resulta particularmente insoportable para la mayoría de nuestras cooperativas hortofrutícolas.
Pero la cuestión no reside en comparar la cooperativa con la empresa de iniciativa individual porque las mejores de estas últimas que no practican el perverso sistema del “ir a resultas” están sufriendo también las actitudes monopolísticas de la distribución y el freno de la demanda ante el indeseable salpicado de frutas inadecuadas para el consumo en los momentos clave de las campañas.
Por el contrario quienes se aprovechan de la usura ejercida sobre una propiedad arrodillada amortizan gastos y obtienen presuntos beneficios subrepticios destrozando en cierta medida el mercado con segundas marcas al estilo de lo que la mayoría realizaba históricamente tras producirse fuertes heladas.
Sin profundizar en el tema que no se rehuirá en futuros comentarios las cooperativas locales del litoral valenciano en buena medida se debilitan y se colocan en riesgo empresarial ante el abandono de la actividad de muchos socios y la reducción de suelo agrícola urbanizado o con próximas posibilidades de serlo. En cualquier caso Anecoop mantiene su actividad induciendo a la organización o fusión entre cooperativas locales. Pero esta actividad habiendo sobrepasado en el ejercicio indicado las 600.000 toneladas de productos hortofrutícolas comercializados siendo la segunda campaña en volumen en treinta años queda posiblemente como la peor en resultados económicos para la mayoría de los socios de base.
Se entiende que tanto el presidente de Anecoop Juan Safont como el director general José María Planells emitieran sendos comunicados sobre política agraria no exentos de críticas. El presidente expresó algo semejante a sus palabras publicadas en la correspondiente memoria 04-05 que copiamos: “En Política Agraria se captan permanentemente devaneos sin ninguna concreción de los que ya se empieza a estar hastiado. En esta materia se ha instalado el conformismo en mínimos acuerdos que además son acuerdos de mínimos”.
Podría dudarse sobre si la asamblea era el lugar adecuado para apuntar las posibles soluciones cooperativas como respuesta a la amplia crisis. El hecho es que dada la situación actual sufriéndose una campaña peor incluso que la anterior el presidente avanzó la próxima discusión sobre medidas y acciones en diferentes foros cooperativos que serán al mismo tiempo coordinados y dirigidos por asesores externos.
El comentarista que asistió a la gran mayoría de asambleas celebradas por Anecoop desde 1976 no recuerda otra que estuviera tan marcada dramáticamente como esta última dada la lamentable situación del agricultor. Como es sabido la clausura corrió a cargo del conseller de Agricultura Juan Cotino que se esforzó con su natural amabilidad en comunicar el mayor optimismo posible a los asistentes y suavizar el ambiente pesimista allí existente.
En este sentido expuso que acababa de estar en Benifaió en donde le habían informado del proyecto consistente en la concentración de 2.315 hanegadas 1.790 de ellas de cítricos y el resto de otros frutales pertenecientes a 138 socios de la cooperativa Cohoca para cultivar en común.
El comentarista simplemente como socio de base de Anecoop opina que nuestra empresa realizó una tarea la de coordinar y homogeneizar las confecciones de las asociadas que parecía imposible al saber de muchos conocedores del control de calidad de los productos perecederos.
La labor en esta cuestión podrá ser calificada de notable pero es preciso que se alcance el sobresaliente para rotundizar la presencia de sus marcas en los principales mercados del mundo.
Como última reflexión visto el papel integrador que realiza Anecoop no sólo en el mundo cooperativo sino en el sector agrario y comercial habiendo establecido a través de sus exportaciones a Estados Unidos una relación de camaradería con destacados operadores de iniciativa individual se entiende que precisamente en aquel mercado puede y debe mantener una presencia más viva.
fuente: Luis Font de Mora