La reciente identificación de psílidos asiáticos de los cítricos en una plantación de cítricos de Chipre ha hecho saltar las alarmas sobre la posible propagación del Huanglongbing (HLB), o enverdecimiento de los cítricos, una enfermedad que ha causado estragos en la citricultura mundial, con pérdidas superiores a los 30.000 millones de dólares. Esta detección sitúa en una coyuntura crítica a Chipre, que necesita medidas inmediatas y exhaustivas para salvaguardar su patrimonio citrícola.

A pesar de la ausencia de HLB en Chipre, la detección de su vector sugiere un riesgo inminente para el sector citrícola de la isla. Históricamente, regiones como Florida y Brasil han sufrido grandes daños a causa del HLB: Florida experimentó un descenso de la producción de cítricos de 240 millones de cajas a 44,5 millones entre 2004 y 2022, y Brasil fue testigo de una merma del 50% de sus cítricos, ejemplos que ilustran la capacidad de la enfermedad para diezmar la citricultura, elevar los costes de producción y tener una fuerte repercusión en el empleo en el sector.

La situación en Chipre exige una respuesta urgente en toda la isla para evitar la entrada y la propagación del HLB. Es imperativo adoptar medidas como la declaración de emergencia agrícola, la imposición de restricciones estrictas a la importación de material vegetal de cítricos y el refuerzo de las inspecciones en puertos y aeropuertos. Además, el fomento de la cooperación en toda la isla, incluso entre el norte y el sur, es esencial para la aplicación eficaz de las estrategias de cuarentena y control. El Reglamento de la Línea Verde de la Unión Europea proporciona una base para dicha colaboración, que podría ampliarse para incluir protocolos específicos de prevención y control de enfermedades.

La adopción de un plan de acción proactivo, similar a las medidas de bioseguridad de Australia y Nueva Zelanda, podría mitigar de forma considerable el riesgo de HLB en Chipre. Esto incluye el establecimiento de instalaciones de investigación, el desarrollo de programas de seguimiento y la adopción de métodos de control biológico y estrategias de diversificación del hábitat. Además, la concienciación pública y la educación de los agricultores sobre la enfermedad y sus vectores son cruciales para una detección y respuesta tempranas.

Sin una acción decisiva, Chipre se enfrenta a la posibilidad real de que sus plantaciones de cítricos se conviertan en meros recuerdos, como las plantaciones abandonadas de Florida. La detección del vector de la enfermedad en la región de Akaki constituye una dura advertencia que urge a tomar medidas inmediatas y coordinadas para proteger al sector citrícola chipriota de esta amenaza global.

 

Fuente: Cyprus Mail