Alcanzó las 1,059 millones de toneladas. Se observa un cambio sobre la matriz de la cosecha efectiva de peras y manzanas en los últimos años.
La cosecha efectiva de manzanas de la Argentina totalizó en la presente temporada las 1,059 millones de toneladas, volumen que representa una caída interanual del orden del 3% y una baja del 0,6% en relación al promedio de las últimas cinco temporadas. En términos nominales, se perdieron unas 40.000 toneladas de fruta en la presente temporada respecto de la anterior.
Los datos que se mencionan en este informe se obtienen del total de las ventas realizadas desde la región del Valle de Río Negro y Neuquén y los stocks existente en las cámaras frigoríficas, ambas variables con corte al 30 de junio de cada año presentado.
Si bien, tal lo refleja la gráfica adjunta, la producción comercial de peras y manzanas muestra una leve tendencia a la baja en estos últimos cinco años, cuando se desgrana la estadística y se analiza por especies, los números reflejan importantes disparidades. En la presente temporada el volumen total se mantuvo relativamente estable, esto se debió a un aumento de la cosecha comercial de peras, pero no sucedió lo mismo con la manzana.
Como se observa en el gráfico adjunto, la cosecha comercial de peras en la presente temporada creció, en términos interanuales, cerca de 13.000 toneladas; mientras que la de manzanas perdió cerca de 50.000 toneladas en relación a la pasa temporada. Durante el 2020 esta diferencia fue sustancialmente menor para la pera, siempre hablando en términos relativos por especie.“Este cambio en las proporciones de la matriz de la producción comercial, puede que sea efecto, por un lado, por el añerismo que presenta la manzanas; y, por el otro, porque los daños generado por las heladas y las tormentas de granizo puede que hayan tenido un mayor impacto sobre esta especie”, estimó un importante exportador regional al ser consultado por el tema.
Menos manzanas a industria
El corte del semestre para proyectar la cosecha efectiva de manzanas, nos muestra que los volúmenes comerciales de la especie cayeron en la presente temporada -hablando en términos interanuales- un promedio del 10%, al pasar de las 482.700 toneladas en 2023 a las 433.900 toneladas en el presente año.
El segmento comercial que más retracción mostró fue la industria, con una caída del 32% respecto de la temporada anterior. “Este año faltó manzana en el Valle para la molienda. Esto determinó que los precios pagados al productor por esta especie hayan subido significativamente a principios de temporada”, detalló un empresario ligado al a actividad.
En la gráfica adjunta también se observa que el resto de las variables (mercado interno, exportación y stocks en frío), se mantienen relativamente estables, al compararlas con los datos consolidados de la cosecha efectiva de la temporada pasada.
Peras con altos stocks
Cuando se analiza la estadística comercial de la presente temporada que presenta la pera en la Argentina, se observa claridad un crecimiento de la cosecha efectiva del orden del 2% respecto de 2023. Sin embargo, este incremento marginal de tan solo 12.900 toneladas de fruta tuvo distintos efectos en la matriz comercial del producto.
El infograma adjunto refleja, en primer lugar, un importante incremento de pera almacenada en las cámaras frigoríficas, tomando como referencia el corte al 30 de junio de cada año. En 2024 esta variable representa poco más de 157.500 toneladas, volumen 52% superior al del año anterior. Esto significa que al cierre del primer semestre del año existían disponibles para la venta poco más de 50.000 toneladas adicionales de peras respecto de la temporada pasada. Un tema no menor a la hora de analizar el futuro de semejante volumen de fruta disponible para los mercados.
La otra variable que sufrió cambios importantes, fue la pera destinada a la industria de concentrados. La mermas, en términos interanuales, fueron del orden del 15%, equivalente a unas 28.000 toneladas menos que fueron a la molienda para la producción de jugos.
“El principal problema que estamos viendo sobre la pera, es sin dudas, los altos stocks que todavía existen en las cámaras frigoríficas de la región. Hay que ver que salida comercial se puede llegar a dar a esa fruta. Mucho dependerá de la calidad que presente”, agregó la fuente consultada.
Metodología del trabajo presentado
Los datos presentados en este trabajo se rescatan de informes oficiales realizados por el SENASA y la secretaria de Fruticultura de Río Negro con corte al cierre de junio de cada año. Existen algunos desvíos que se deben tener en cuenta al analizar las tendencias y números finales obtenidos.
-La estadística comercial suministrada por el SENASA no contempla la oferta de fruta que se comercializa en la región patagónica. Según información del sector privado, este mercado ubicado al sur del río Colorado representa menos del 5% de las ventas totales que se orientan al mercado interno de todo el país.
-Los stocks en las cámaras frigoríficas que contabiliza la secretaría de Fruticultura de Río Negro, contemplan entre el 75% y 85% de las cámaras existentes en su territorio y no toma las existentes en Neuquén, que, cabe la aclaración, tienen una incidencia mucho menor.
-La comercialización de manzanas de una temporada comienza en febrero/marzo y finaliza en el mismo período del año posterior. Los datos tomados en este análisis toman como cierre en diciembre (año calendario), por lo tanto, hay que tener en cuenta que los dos primeros meses del año corresponden a la temporada anterior. En todos los años tomados se estandariza esta variante.
Independientemente de estas aclaraciones, y los desvíos que pudiesen existir, los números presentados buscan, ante todo, mostrar tendencias.
Fuente: masp.lmneuquen.com