El Levantamiento Anual de Incidencia del Greening 2024 elaborado por Fundecitrus Brasil, indica que la enfermedad pasó de una incidencia del 38,06% en 2023 al 44,35% en 2024 en todo el cinturón citrícola de São Paulo y Triângulo/Sudoeste Mineiro. Este es el séptimo año consecutivo de crecimiento de la peor enfermedad de los cítricos del mundo.
La incidencia, de acuerdo a datos de Fundecitrus, corresponde a aproximadamente 90,36 millones de árboles afectados. En total, hay 203,74 millones de naranjos repartidos por todo el cinturón citrícola.
El avance de la enfermedad es reflejo del mayor registro poblacional histórico del insecto transmisor (vector) de la enfermedad ocurrido en 2023, cuando la captura promedio por trampa aumentó un 54% respecto a 2022. Por otro lado, aun con el aumento de 6,29 puntos porcentuales en la incidencia, este año fue significativamente menor que el aumento de 13,66 puntos de 2022 a 2023.
Según la encuesta, esto es un buen indicio de una desaceleración en la velocidad de evolución de la enfermedad, pero el escenario sigue siendo preocupante y exige que los productores de cítricos adopten medidas efectivas para mitigarla en los huertos, con un control adecuado del psílido y la eliminación de plantas enfermas.
“El avance del greening es una realidad en el círculo citrícola desde hace siete años. ¡Eso no ha cambiado! Los citricultores y profesionales del sector, que a diario se implican en los huertos, necesitan continuar el trabajo que se viene realizando para mitigar la enfermedad y controlar eficazmente el psílido. En esta batalla, contra la peor enfermedad de los cítricos, no hay lugar para la relajación”, afirmó el gerente general de Fundecitrus, Juliano Ayres, en una nota de prensa.
Uno de los posibles factores relacionados con la desaceleración en la velocidad de evolución de la enfermedad, de un año a otro, es que en gran parte del segundo semestre de 2023 y principios de 2024, las temperaturas fueron superiores a lo normal en todo el cinturón citrícola. En las regiones norte y noroeste, donde la enfermedad tuvo baja incidencia en 2023, se registró un mayor número de días en los que las temperaturas máximas superaron los 35°C.
Para el investigador de Fundecitrus, Renato Bassanezi, esto puede haber dificultado la aparición de nuevas infecciones. “Si bien estas olas de calor no fueron suficientes para reducir la población del psílido, sí pudieron haber acelerado el crecimiento de los brotes y afectado la multiplicación de las bacterias en ellos, interfiriendo negativamente en la adquisición y transmisión de las bacterias por parte del psílido”, explicó.
Sumado a estos factores, también se observaron acciones de mejora recomendadas por Fundecitrus y que fueron adoptadas por los productores. Estas están relacionadas con el uso de productos más eficientes, rotación de insecticidas con diferentes modos de acción, reducción del intervalo de aplicación y mejor calidad de aspersión, aplicadas tanto en huertos jóvenes como adultos.
También se mantuvo la acción de sacar las plantas enfermas en regiones con baja incidencia de la enfermedad y se incrementó la eliminación de huertos muy afectados. Además, la elección de la zona de plantación de nuevos huertos, con el objetivo de encontrar lugares donde la presión de la enfermedad sea baja, favoreció la reducción de la incidencia de enfermedades en la zona.
De las 12 regiones del cinturón citrícola, cinco tienen una incidencia superior al 60%, dos entre el 40 y el 50%, tres entre el 15 y el 25% y solo dos inferior al 5%.
Las regiones con mayor incidencia en 2024 son Limeira (79,38%), Brotas (77,06%), Porto Ferreira (71,77%), Duartina (63,93%) y Avaré (63,41%). La región de Altinópolis se mantuvo en el grupo con alta incidencia de ecologización (42,93%), seguida de cerca por la región de Bebedouro (39,17%), que fue la con mayor crecimiento en puntos porcentuales.
En un rango intermedio se mantienen las regiones de Matão (18,91%), São José do Rio Preto (17,57%) e Itapetininga (15,19%). Las zonas de Votuporanga (3,14%) y Triângulo Mineiro (0,11%) siguen teniendo las menores incidencias. Sin embargo, en Votuporanga se observó un aumento significativo de la enfermedad con relación al año anterior (77,4%), mientras que en Triângulo Mineiro se observó una reducción de la incidencia (68,6%).
La batalla no puede parar
La orientación de Fundecitrus es que la gestión ecológica debe ajustarse de acuerdo con la incidencia de la enfermedad en la región donde se encuentra la huerta. En regiones y campos con mayor incidencia de la enfermedad, se recomienda intensificar las medidas de control del greening dentro de los huertos comerciales.
“Es fundamental mantener el rigor en el control del psílido, con aplicaciones de calidad, con un intervalo máximo entre aplicaciones de 10 días, y rotar insecticidas eficaces, para que las plantas enfermas no sirvan como fuente de inóculo y aceleren la propagación y gravedad de la enfermedad dentro del huerto y en los huertos vecinos, anticipando la pérdida de la longevidad productiva de los huertos”, refuerza Bassanezi.
En regiones y propiedades con baja incidencia de greening, es crucial mantener la eliminación de plantas enfermas dentro del huerto, además de medidas para controlar el psílido y reducir las fuentes externas de inóculo. “Es muy recomendable que, antes de una nueva siembra, se realicen acciones externas para eliminar plantas enfermas en huertos vecinos, patios rurales y urbanos y pastizales, en un radio de hasta 5 km alrededor del predio, en alianza con Fundecitrus. Cuanto más aislado esté el inmueble, menores serán los riesgos”, concluye.
Fuente: portalfruticola.com