Nadie duda del éxito que tiene la palta. De ser una fruta menor, pasó a ocupar los primeros planos del comercio mundial. Actualmente está dentro del rango de las diez primeras frutas comercializadas a nivel global. En volumen es la novena; pero en valor sube al tercer lugar, solo superada por la banana y la uva. Este crecimiento explosivo se debe al éxito que tiene entre los consumidores. Su consumo per cápita mostró la misma tendencia que el comercio.
Obviamente, México es el centro de la palta, al ser originaria de Centroamérica y estar muy asociada a la cultura culinaria mexicana. En México se consumen 12 kg/hab/año. Pero varios otros países se están acercando a esos niveles. Tal es el caso de Chile, con 9,5 kg; le sigue la costa oeste de los Estados Unidos, con más de 5 kg, y Canadá, con 3 kg/hab/año. También los europeos muestran cada vez más entusiasmo. Los mayores consumidores son los países nórdicos: a la cabeza, Noruega (3 kg), seguida por Suiza (2,5 kg) y Francia (2,3 kg). En Alemania, Inglaterra y España el consumo se acerca a los 2 kg; mientras que el menor consumo dentro de Europa se registra en Italia y en los países del este (1 kg/hab/año).
Esta evolución se debe a que el consumo, que hace unos años era ocasional, pasó a ser regular. Algunos consumidores la requieren diariamente; ya no pueden imaginarse un desayuno o una cena sin palta. En ciertos eventos, como el Super Bowl en los Estados Unidos, el guacamole ya es un clásico, a lo que se suman otras festividades o días tradicionales.
Consultando cuál es el motivo de tal éxito, la primera respuesta suele ser que es un alimento saludable debido a su contenido de grasas monoinsaturadas, fibra, vitaminas y antioxidantes. Es común que los médicos la recomienden. Pero esta es una respuesta demasiado simple, que no alcanza para entender el fenómeno, ya que hay varios otros superalimentos —como la granada, el cacao, las semillas de lino o la remolacha— que están muy lejos del éxito que tuvo la palta. Por lo cual el factor salud es solo un aspecto.
Si una fruta no gusta, no es cómoda, no es práctica y no se ajusta al ritmo de vida actual, no se consume, aunque sea sana. Pero la palta es todo lo contrario: su sabor suave y su cremosidad hacen que sea muy fácil de combinar e integrar, y se puede consumir tanto salada como dulce. A esto se suma que su tenor graso hace que sea saciante, algo que no ocurre con muchas otras frutas. Por ello la palta puede comerse en el desayuno en lugar de una tostada con manteca o una factura; y por la noche, reemplazando un sándwich, una carne u otra cena liviana.
A su vez, es práctica al venir en “envoltorio propio”, biodegradable, limpio y en porciones pequeñas, adaptándose a los hogares de 1–2 personas. Esta adaptación perfecta al ritmo de vida de los consumidores actuales es la principal clave de su éxito. Otro hecho que muestra esta ventaja es que la palta es consumida tanto por personas mayores como por jóvenes. Esto no se da en gran parte de las otras frutas, en las que los mayores consumidores suelen ser los grupos etarios más avanzados. Lo que sí hay que aclarar es que, al ser una fruta relativamente cara, es más comprada por los sectores de mayor poder adquisitivo. Esto también se refleja en los países de mayor consumo, como Noruega o Suiza, donde su consumo duplica o triplica al de los países del este europeo, cuyos ingresos per cápita son sensiblemente inferiores.
Otro factor que aporta a este éxito es que es un alimento que está de moda. Es el producto estrella de los caterings, de las clases de cocina, y es promocionado por influencers, chefs, blogueros y redes sociales. También ayudó la expansión que registró la cocina mexicana y latinoamericana. El guacamole se ha vuelto masivo en Estados Unidos, Europa e incluso Asia. Se han realizado numerosas campañas de promoción y la palta es aprovechada en publicidad.
Para cumplir con la creciente demanda, la palta pasó a estar presente en todos los minoristas y durante todo el año. Ya no puede faltar en supermercados, fruterías y ferias. Una estrategia muy exitosa, que ayudó a fomentar las ventas, fue ofrecer paltas listas para consumir. La palta genera cierta ansiedad: se la compra para consumir en el momento y el comprador actual no quiere esperar uno, dos o tres días. Esta forma de comercialización es riesgosa, ya que las pérdidas son altas. Pero este riesgo se compensa con el aumento de las ventas y los mayores precios obtenidos.
Todo indica que la palta seguirá siendo el exitoso conquistador del mundo frutícola, ya que se presenta como un alimento ideal para el consumidor moderno.
Autor: Ing.Agr. Betina Ernst
Fuente: topinfo.com.ar



