Líderes del sector productivo compartieron experiencias exitosas en la prevención del trabajo infantil junto a la a ONG latinoamericana Desarrollo y Autogestión (DYA), durante el evento “Cómo Hacen los que Hacen”. El Comité Argentino de Arándanos, la Cámara de Molineros de Yerba Mate y la empresa limonera Citromax, destacaron los logros alcanzados mediante la implementación del Sistema de Cumplimiento Social (SCS), una iniciativa concreta para la erradicación del trabajo infantil en nuestro país.
La jornada contó con la participación de más de 100 personas de manera presencial y virtual, incluyendo representantes de 40 empresas del sector agrícola e industrial, organismos internacionales, agencias estatales y organizaciones de la sociedad civil. Se mostró el recorrido realizado en los últimos seis años en el marco del Proyecto Producción Agrícola Responsable (P.A.R.) liderado por DYA Argentina, como parte de un proceso de debida diligencia para la prevención del trabajo infantil implementado por más de 14 empresas productoras de arándano, yerba Mate y limón.
Maró Guerrero, directora de DYA Argentina, inició el diálogo describiendo la situación del trabajo infantil y cómo esta problemática ha sido abordada, aclarando que no solo se realizaron investigaciones, campañas y capacitaciones dirigidas a funcionarios públicos, empresas, trabajadores y familias en el territorio, sino que también se puso foco en generar herramientas concretas para el Estado, en el sector privado y las organizaciones sociales, entendiendo que se trata de un problema enorme que nos compete a todos y por ello se abordó desde la corresponsabilidad. Todos somos parte del problema y por ende debemos ser parte de la solución.
Desde su inicio en 2019, el Proyecto Producción Agrícola Responsable (P.A.R.) ha demostrado cómo la colaboración entre organizaciones no gubernamentales y empresas puede prevenir el trabajo infantil y transformar positivamente el modelo de negocio, tal como lo evidencian las certificaciones obtenidas en los sectores de arándanos, yerba mate y limón. “Entendimos desde nuestra perspectiva desde la sociedad civil que el sector productivo es un actor clave, que debe ser socio, y que con su compromiso puede contribuir a que la realidad cambie. Sin las empresas, no es posible el cambio real”, afirmó la directora de DYA.
En el primer panel, líderes del sector agrícola como Jorge Pazos, presidente del Comité Argentino de Arándanos (ABC), junto con Federico Bayá, secretario de ABC, destacaron que se trató de un Sistema diseñado a la medida del sector que permitió la certificación de 12 empresas en Tucumán, Entre Ríos y Buenos Aires. “Luego de 5 años exhaustivos de trabajo mancomunado entre el ABC y las 3 asociaciones regionales de productores, CAPAB, APAMA y APRATUC, hoy estamos orgullosos de que casi el 50% de la producción de arándanos argentinos está certificada bajo estos estándares lo que garantiza procesos cuidados y trazabilidad social que nos permiten trabajar de manera segura poniendo en primer plano a nuestros colaboradores y sus familias”, destacó Jorge Pazos.
Posteriormente, Víctor Saguier, presidente de la Cámara de Molineros de Yerba Mate, y Marcelo Medina, Gerente de RRHH de La Cachuera S.A., compartieron sus logros en Misiones, implementando el Sistema no solo en la etapa de producción sino también en la industria, certificando dos empresas desde 2023, Cordeiro y Amanda. Fernando Sosa, gerente de Relaciones Institucionales de CITROMAX GROUP, concluyó el panel con una presentación sobre la implementación del SCS en la producción de limones, destacando la importancia de demostrar la trazabilidad de la producción para los mercados internacionales.
El segundo panel, enfocado en los mercados internacionales y la debida diligencia, subrayó la importancia de las certificaciones sociales y el cumplimiento de normativas internacionales. Contó con la participación virtual de Natividad Zabala del Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL) y Eva Smulders de la Agencia Empresarial de los Países Bajos (RVO) quienes destacaron cómo los mercados y las legislaciones son cada vez más exigentes con respecto a los temas sociales. Cerró el panel, Ana Muro, especialista en Sustentabilidad y Cambio Cultural.
Entre los logros más destacados, se subrayó la adopción del Sistema de Cumplimiento Social por catorce empresas, con 36 certificados emitidos por IRAM entre 2022 y 2024, consolidando así las prácticas agrícolas responsables. Además, más de 1,500 trabajadores y 25 empresas contratistas fueron sensibilizados y capacitados sobre la prevención del trabajo infantil, con 2,500 monitoreos realizados para detectar y prevenir situaciones de riesgo.
El compromiso con la educación también fue clave, destacándose la creación de cinco Centros de Cuidados Infantiles y dos Puntos Jóvenes en Tucumán con la participación de RENATRE, Programa Buena Cosecha y el gobierno provincial de Tucumán, los mismos que benefician a más de 450 niños y adolescentes cada año En Misiones, junto a empresas, Municipios y con la participación del Ministerio de Educación, se crearon tres Centros de Apoyo Escolar brindan oportunidades educativas a 300 niños y jóvenes en Leandro N. Alem, Apóstoles y Aristóbulo del Valle. Estos espacios no solo protegen a los niños, sino que también les ofrecen oportunidades para aprender, crecer y desarrollarse de manera integral.
El evento “Cómo Hacen los que Hacen” reafirmó que las prácticas de responsabilidad social no solo optimizan las operaciones empresariales, sino que también juegan un papel crucial en la erradicación del trabajo infantil, ofreciendo un modelo replicable para otros sectores.
“Con esta iniciativa de debida diligencia del SCS, ganamos todos. Argentina ha ganado al desarrollar una estrategia para trabajar con las empresas en el abordaje de esta problemática, la cual puede ser ampliada. Argentina es un país pionero en la erradicación del trabajo infantil, y este estatus debe ser demostrado mediante la implementación de medidas concretas. Escalar esta estrategia a más sectores puede ayudar a obtener reportes positivos que impactarán favorablemente en el mercado internacional. Las empresas también han salido ganando al inscribirse en este modelo de negocio que promueve la trazabilidad en temas sociales. Los productos argentinos tendrán este atributo social y serán preferidos sobre otros que no cuentan con este cuidado social. Además, hemos aprendido de los sectores involucrados que ganan un intangible invaluable: la satisfacción de saber que están colaborando con su entorno y contribuyendo positivamente a las vidas de miles de niños y niñas”, definió Maró Guerrero, directora de DYA.
Fuente: argblueberry.com