Plagas: ¡ Se quedaron heladas !

Técnicos del Inta Concordia comprobaron que el bromuro de metilo utilizado para el control de plagas en cítricos puede ser reemplazado por la aplicación de otra técnica cuarentenaria: el tratamiento por frío.

Las experiencias revelaron que los frutos no resultan dañados ni ven afectada su calidad interna a la vez que se logró la mortalidad del 100 por ciento de la plaga. Así ese tratamiento se muestra como una alternativa promisoria a la fumigación con este compuesto en cítricos comercializados en zonas con restricciones cuarentenarias.

El bromuro de metilo suele utilizarse durante el proceso de poscosecha en naranjas mandarinas y pomelos con destino a las regiones de Cuyo y Patagonia para impedir el ingreso de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata).

Tiene efectos indeseados tanto en la calidad del producto como en su impacto ambiental ya que afecta la capa de ozono. En este sentido la Argentina se encuentra comprometida a eliminar o reducir su uso por ser firmante de acuerdos internacionales -como el Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal-. En este marco desde el proyecto «Más ozono» el Inta evalúa distintas alternativas al uso de este gas.

El trabajo consistió en mantener frutos de naranja -de las variedades Valencia Seedless y Valencia Late- y mandarina -Clementina Fina y Ellendale- a una temperatura de un grado Celcius.

Los períodos de aplicación de frío correspondieron al lapso necesario para eliminar el 100 por ciento de larvas de tercer estadio de la plaga (un requisito para que el tratamiento sea considerado cuarentenario) para lo que se mostraron promisorios tiempos de 13 días en naranjas y 12 en mandarinas .

Los frutos se mantuvieron durante siete días a una temperatura de 20 °C simulando la comercialización. Al finalizar la experiencia los frutos no presentaron alteraciones fisiológicas ni patológicas causadas por el tratamiento ni tampoco se observaron diferencias significativas con los frutos testigos en los parámetros de calidad interna.

Asimismo simulando prácticas de poscosecha habituales en los empaques se evaluó la calidad de frutos -con naranja Valencia Late- con una conservación prolongada -90 días a 5 ºC- después de la cual se aplicó el tratamiento de frío. Tampoco en este caso se hallaron diferencias significativas entre el tratamiento y el testigo.

FUENTE: AIM DIGITAL

Plagas: ¡ Se quedaron heladas !

Técnicos del Inta Concordia comprobaron que el bromuro de metilo utilizado para el control de plagas en cítricos puede ser reemplazado por la aplicación de otra técnica cuarentenaria: el tratamiento por frío.

Las experiencias revelaron que los frutos no resultan dañados ni ven afectada su calidad interna a la vez que se logró la mortalidad del 100 por ciento de la plaga. Así ese tratamiento se muestra como una alternativa promisoria a la fumigación con este compuesto en cítricos comercializados en zonas con restricciones cuarentenarias.

El bromuro de metilo suele utilizarse durante el proceso de poscosecha en naranjas mandarinas y pomelos con destino a las regiones de Cuyo y Patagonia para impedir el ingreso de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata).

Tiene efectos indeseados tanto en la calidad del producto como en su impacto ambiental ya que afecta la capa de ozono. En este sentido la Argentina se encuentra comprometida a eliminar o reducir su uso por ser firmante de acuerdos internacionales -como el Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal-. En este marco desde el proyecto «Más ozono» el Inta evalúa distintas alternativas al uso de este gas.

El trabajo consistió en mantener frutos de naranja -de las variedades Valencia Seedless y Valencia Late- y mandarina -Clementina Fina y Ellendale- a una temperatura de un grado Celcius.

Los períodos de aplicación de frío correspondieron al lapso necesario para eliminar el 100 por ciento de larvas de tercer estadio de la plaga (un requisito para que el tratamiento sea considerado cuarentenario) para lo que se mostraron promisorios tiempos de 13 días en naranjas y 12 en mandarinas .

Los frutos se mantuvieron durante siete días a una temperatura de 20 °C simulando la comercialización. Al finalizar la experiencia los frutos no presentaron alteraciones fisiológicas ni patológicas causadas por el tratamiento ni tampoco se observaron diferencias significativas con los frutos testigos en los parámetros de calidad interna.

Asimismo simulando prácticas de poscosecha habituales en los empaques se evaluó la calidad de frutos -con naranja Valencia Late- con una conservación prolongada -90 días a 5 ºC- después de la cual se aplicó el tratamiento de frío. Tampoco en este caso se hallaron diferencias significativas entre el tratamiento y el testigo.

FUENTE: AIM DIGITAL

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