Ya reportamos el problema a la Sagarpa y los técnicos de la Secretaría de Desarrollo Rural pero con lo único que nos salen es que no se puede hacer nada para evitar que la producción de naranjas se vea afectada por las aves no obstante las graves pérdidas que ocasiona denunció Marco Canul Gómez representante de la unidad citrícola San Eduardo en ese país.El citricultor aseguró que por acción de aves como el chujum el chel y la yuya principalmente se pierde “hasta poco más del 50% de la cosecha de naranja en las unidades citrícolas”.
—Esta es la principal causa junto con las elevadas tarifas de energía eléctrica de que por lo menos la mitad de las unidades fomentadas en Hunucmá actualmente se encuentren en total abandono.
—De las 14 unidades que se fomentaron si hay seis o siete que siguen recibiendo adecuada atención es mucho —comentó Canul Gómez.
El entrevistado admitió que está desesperado por las pérdidas que les ocasionan las aves con frecuencia y las cazan con una escopeta.
—Hasta para esta labor tengo que hacer fuerte gasto ya que cada caja con 24 tiros me cuesta $170 —comentó.
—Si nosotros no hacemos algo para resolver el problema entonces ¿de qué vamos a vivir? —cuestionó el entrevistado quien representa una de las unidades mejor atendidas del municipio.
—Si en condiciones normales la actividad citrícola resulta poco redituable con las pérdidas que ocasionan las aves prácticamente continuamos en la actividad sólo aquellos que lo hacemos por amor a la tierra —agregó.
De acuerdo con el entrevistado cada mata de las unidades da un promedio de 500 frutos de los cuales 250 resultan inservibles al ser picados por las aves.
Dijo que el ataque de los plumíferos aumenta para la temporada de sequía como la que se avecina actualmente.
—Necesitamos respuesta rápida de parte de las autoridades estatales para resolver el problema pues de lo contrario por preservar a las aves nosotros nos quedaremos sin producción y sin sustento —insistió Canul Gómez.
autor: JOSé W.COB CHAY


