Los cítricos dulces se han convertido en un commodity muy demandado a nivel mundial. La naranja es el tercer frutal más producido en el mundo mientras que la mandarina es el quinto. Por este motivo, la docente de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica (UC), Johanna Mártiz, con apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, ha desarrollado una nueva variedad de mandarina sin semillas y fácil de pelar.
“Cuando inició el programa de mejoramiento, la naranja sobrepasaba por lejos en producción a las mandarinas, pero debido a que las mandarinas son más fáciles de pelar, tienen un tamaño más atractivo y manejable, sobre todo para niños, y muy buenas características organolépticas, empezaron cada vez a ser más demandadas. Sin embargo, el alto nivel de competitividad internacional exige cada vez estándares más altos de calidad, producción y sustentabilidad, se comenzó a exigir que no tuvieran semillas”, explica Johanna Mártiz, experta en citricultura y mejoramientos de cítricos, e investigadora que dio origen a la creación de Isabelina, la nueva variedad.
La alta demanda de cítricos puede explicarse porque son los reyes indiscutidos cuando hablamos de incorporar vitamina C a la dieta. En vista de estas perspectivas de mercado, hace 15 años comenzó en Chile el Programa de Mejoramiento Genético de Cítricos, liderado por Mártiz, quien es investigadora de la facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la UC, y que en su tramo final se enmarca en el proyecto “Obtención y desarrollo de nuevas variedades de mandarinas y limones sin semillas -low seed y seedless- para mejorar la competitividad de la industria citrícola chilena”, apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), la exportadora Agricom y Viveros Deliplant.
“FIA en su rol de promover productos y procesos de innovación para el sector silvoagropecuario y/o la cadena agroalimentaria nacional, ha contribuido a mejorar la competitividad citrícola chilena a través de la obtención de nuevas variedades de mandarinas y limones sin semillas, en el contexto que actualmente en los cítricos existe dificultad por contaminación de polen. Por otra parte, las variedades seedless que se producen en el país son de origen extranjero, lo que también condiciona el uso y producción comercial”, indicó la ejecutiva de innovación, Bárbara Reyes.
“La Universidad Católica ha hecho una apuesta decidida por el fomento de la innovación, y la transferencia tecnológica en la última década. El lanzamiento de esta nueva variedad de clementina es un ejemplo de que la investigación aplicada que se realiza en el UC está fuertemente conectada con las demandas de la sociedad y el mercado”, señala Eugenia Olivares, directora de Transferencia y Desarrollo UC.
“La Isabelina es una clementina tempranera -que se cosecha a partir de abril dependiendo de la zona- y que, a todo evento, tiene una probabilidad de semillas extremadamente baja, es decir, seedless. Bajo polinización forzada presenta un máximo de 0,5 semillas promedio por fruto. Por esta razón, es un fruto altamente competitivo y también un gran éxito para nuestro programa de mejoramiento”, comenta la investigadora, Johanna Mártiz.
Cabe añadir que también es un aporte a la sustentabilidad ya que debido a su naturaleza no necesita usar mallas para protegerla y evitar la polinización cruzada proveniente de otros cítricos cercanos.
Propagación y perspectivas comerciales
Aprovechando el buen momento de las mandarinas, se proyecta un gran éxito de esta variedad en Chile y el mundo. “La idea es poder comercializarla lo antes posible en Chile, para ello ya estamos trabajando en el desarrollo técnico y la propagación y además queremos internacionalizarla a países productores de clementinas, como España o Sudáfrica, agrega la coordinadora del proyecto.
Al respecto, la gerenta del Comité de Cítricos de Asoex, Monserrath Valenzuela, mencionó en la presentación de la variedad que “la Isabelina es la estrella en este momento, pero lo importante también es destacar las otras variedades como los limones, y relevar la labor del sector público-privado al apoyar un proyecto con objetivos muy claros, que van enfocados en lo que el mercado pide y eso va en absoluto beneficio de la industria. En este sentido, abrir el abanico te da muchas posibilidades porque, con estos productos, están tratando de llegar con estas variedades de una forma rentable para todos los actores”.
Fuente: fia.cl