Freshfel Europe ha enviado una carta a la Comisión Europea en la que advierte de que la reasignación propuesta de los actuales fondos de la UE de las actividades de promoción del «multiprograma» podría poner en peligro la competitividad de las frutas y hortalizas de la UE y obstaculizar los avances en la promoción de las ventajas para la salud y el medio ambiente de estos productos frescos.
Freshfel Europe, en nombre del sector hortofrutícola europeo, ha respondido a la propuesta de la Comisión Europea de reducir drásticamente el presupuesto de la política de promoción agrícola durante los próximos tres años en 281,7 millones de euros, lo que supone un recorte presupuestario total de más del 50% para esta popular política de la PAC.
Preocupantemente, los presupuestos para los «multiprogramas», que implican a múltiples Estados miembros, así como los propios proyectos de promoción de la Comisión en terceros países, han sido desechados por completo, dejando solo en su lugar los llamados «programas simples».
Freshfel Europe ha expresado su preocupación por el impacto que esto tendría en la competitividad de las frutas y hortalizas de la UE y en la continuidad de las actividades esenciales de promoción y comercialización cofinanciadas por el presupuesto comunitario. Philippe Binard, delegado general de Freshfel Europe declara: «Mientras la UE disminuye su presupuesto de promoción, competidores mundiales como EE. UU. siguen invirtiendo millones para promocionar las exportaciones agroalimentarias estadounidenses. Esto subraya la urgente necesidad de mantener una fuerte política de promoción de la UE para mantener nuestra ventaja competitiva a nivel mundial».
Una política de promoción mediocre también repercutirá significativa y negativamente en los esfuerzos de la UE por informar a la sociedad y a los consumidores sobre las cuestiones sanitarias y medioambientales relacionadas con la dieta alimentaria. La última estimación del nivel de consumo diario de frutas y hortalizas se calcula en 340 g por persona. Esta cifra está muy por debajo de las recomendaciones sanitarias mínimas de la OMS de 400 g, impulsadas por consideraciones de dieta sana para hacer frente a los retos de las enfermedades no transmisibles y la obesidad. El Consejo Nórdico ha recomendado alcanzar un consumo mínimo diario de 800 g de frutas y hortalizas: 400 g para obtener beneficios para la salud y otros 400 g para compensar los efectos negativos sobre el medio ambiente. Está claro que 340 g son insuficientes para hacer frente a los acuciantes retos sanitarios y medioambientales.
Philippe Binard añade: «En un momento de creciente inestabilidad geopolítica, con la incertidumbre económica repercutiendo en el poder adquisitivo y las actitudes de los consumidores, y la necesidad de promover los beneficios sociales y medioambientales de las frutas y hortalizas frescas, es crucial que el sector hortofrutícola de la UE reciba un apoyo más contundente, cohesionado y coherente que el que se ha propuesto».
«Se trata», prosigue, «de una visión a muy corto plazo. Este planteamiento de la Comisión ignora la enorme carga financiera indirecta a largo plazo que suponen para los sistemas sanitarios las dietas poco saludables. El Foro Económico Mundial calcula que se necesitan dos euros por cada euro gastado en alimentación para remediar el coste de una dieta inadecuada». Y concluye: «Esta redistribución presupuestaria no solo es una pésima opción de gestión en relación con el rendimiento de la inversión y la eficacia de la política de promoción, sino que será financieramente muy perjudicial a medio y largo plazo para la sociedad».
Fuente: freshplaza.es