EEUU: Nuevas reglas ambientales preocupan al sector agrícola

Los cosechadores de cítricos y de azúcar los ganaderos y las compañías de servicios básicos dijeron el jueves a los reguladores federales del medio ambiente que están a favor de mantener limpios los ríos y los lagos pero no quieren arruinarse para hacerlo.

Ellos advirtieron que eso podría ser el efecto dominó de la decisión sin precedentes de la Agencia de Protección al Medio Ambiente de EEUU (EPA) de intervenir y hacer más estrictas las leyes de la Florida contra la contaminación.

La EPA quiere poner límites rígidos a dos nutrientes nitrógeno y fósforo que son los principales responsables de estimular el crecimiento de algas que han contaminado las aguas desde el río St. Johns a la Bahía de la Florida.
Más de 200 personas asistieron a una audiencia pública en West Palm Beach la última de tres fijadas por la EPA en el estado. La mayoría de los que intervinieron aparte de un puñado de medioambientalistas urgieron a la agencia a reconsiderar regulaciones que calificaron de defectuosas y caras.

Nicholas Albergo presidente de una firma de ingeniería radicada en Tampa cuyos clientes incluyen una larga lista de empresas agrícolas compañías de servicios básicos y otros argumentó que los estándares propuestos eran inflexibles llenos de « `huecos negros’ técnicos» y que «crearían grandes dificultades a virtualmente todos los sectores de la economía de la Florida así como a los gobiernos locales».

El exhortó a tres altos funcionarios de la EPA a que no se apresuraran a adoptar las regulaciones que deben estar listas en octubre.

Los críticos –respaldados por abogados– presentaron una larga lista de preocupaciones algunas de las cuales calificaron de consecuencias involuntarias de las complejas regulaciones.

El mayor temor era el costo. Una coalición de organizaciones estima que el costo sería de $50 000 millones un precio exorbitante para un estado afectado por el colapso del mercado de la vivienda y el desempleo.
El análisis económico de la EPA calculó que los costos no pasarían de $140 millones al año.

FUENTE: EL NUEVO HERALD

EEUU: Nuevas reglas ambientales preocupan al sector agrícola

Los cosechadores de cítricos y de azúcar los ganaderos y las compañías de servicios básicos dijeron el jueves a los reguladores federales del medio ambiente que están a favor de mantener limpios los ríos y los lagos pero no quieren arruinarse para hacerlo.

Ellos advirtieron que eso podría ser el efecto dominó de la decisión sin precedentes de la Agencia de Protección al Medio Ambiente de EEUU (EPA) de intervenir y hacer más estrictas las leyes de la Florida contra la contaminación.

La EPA quiere poner límites rígidos a dos nutrientes nitrógeno y fósforo que son los principales responsables de estimular el crecimiento de algas que han contaminado las aguas desde el río St. Johns a la Bahía de la Florida.
Más de 200 personas asistieron a una audiencia pública en West Palm Beach la última de tres fijadas por la EPA en el estado. La mayoría de los que intervinieron aparte de un puñado de medioambientalistas urgieron a la agencia a reconsiderar regulaciones que calificaron de defectuosas y caras.

Nicholas Albergo presidente de una firma de ingeniería radicada en Tampa cuyos clientes incluyen una larga lista de empresas agrícolas compañías de servicios básicos y otros argumentó que los estándares propuestos eran inflexibles llenos de « `huecos negros’ técnicos» y que «crearían grandes dificultades a virtualmente todos los sectores de la economía de la Florida así como a los gobiernos locales».

El exhortó a tres altos funcionarios de la EPA a que no se apresuraran a adoptar las regulaciones que deben estar listas en octubre.

Los críticos –respaldados por abogados– presentaron una larga lista de preocupaciones algunas de las cuales calificaron de consecuencias involuntarias de las complejas regulaciones.

El mayor temor era el costo. Una coalición de organizaciones estima que el costo sería de $50 000 millones un precio exorbitante para un estado afectado por el colapso del mercado de la vivienda y el desempleo.
El análisis económico de la EPA calculó que los costos no pasarían de $140 millones al año.

FUENTE: EL NUEVO HERALD

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