Investigadores del INIA La Cruz participaron en una capacitación internacional sobre técnicas moleculares que permitirá identificar plagas y enfermedades de importancia cuarentenaria.
Los investigadores que formaron parte de esta pasantía fueron el Dr. Rubén Palma y Alejandro Morán, ambos pertenecientes al área de sanidad vegetal del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA, detalló la entidad en un comunicado.
Los especialistas viajaron hasta el INTA de Argentina, donde se reunieron con el grupo de Investigación en Genética Aplicada de la Universidad Nacional de Misiones (GIGA) para conocer los avances en las técnicas de análisis con RT-qPCR (real time quantitative PCR) y mediante CRISPR PCR para el estudio de Huanglongbing (HLB), enfermedad de los cítricos causada por la bacteria Candidatus Liberibacter spp., y transmitida por el psílido Diaphorina citri Kuwayama. Esta plaga puede generar pérdidas de hasta un 40% en la producción de cítricos en un período de cinco años.
Aunque ambos métodos, q-PCR y CRISPR, comparten características como alta sensibilidad y especificidad, q-PCR es un método convencional mientras que CRISPR es más novedosa. En términos de costos, el análisis con la tecnología CRISPR, una vez que se ha estandarizado, resulta más económico que el realizado mediante q-PCR, explicó INIA.
El objetivo de la capacitación fue que los profesionales del INIA cuenten con la capacidad de diagnosticar HLB, en caso que en el futuro se enfrenten a esta enfermedad. Es decir, con esta pasantía se buscó formar a profesionales chilenos en el uso de estas técnicas y desarrollar capacidades analíticas, permitiendo la aplicación de los mismos procedimientos establecidos por los investigadores argentinos.
Los investigadores del INTA en Argentina han puesto a punto diversas herramientas moleculares adaptándolas a las necesidades específicas y han enfocado su trabajo en estandarizar un protocolo con el uso de estas técnicas para detectar la presencia de HLB en plantas infectadas.
En Posadas, Misiones, el laboratorio GIGA, perteneciente al CONICET, estuvo desarrollando métodos de diagnóstico rápido para el dengue utilizando tecnología CRISPR PCR. Algunos integrantes de este equipo se dieron cuenta que la metodología empleada para el dengue podría ser igualmente efectiva para enfrentar el problema del HLB.
Con los especialistas de INIA compartieron estos logros obtenidos. Por lo tanto, la formación se centró en el uso de metodologías basadas en estas herramientas moleculares que permiten detectar y cuantificar material genético específico en muestras biológicas.
El insecto Diaphorina citri Kuwayama y HLB no están presente en Chile, lo que ha llevado a que el país implemente un control oficial de contención bajo la supervisión del SAG, sometiéndolos a regulaciones cuarentenarias.
Rubén Palma Millanao, subdirector de Investigación y Desarrollo del INIA La Cruz explicó que Chile no enfrenta este problema, ya que ni la plaga ni la enfermedad de HLB están presentes. Sin embargo, precisa que “estar capacitados en técnicas de biología molecular de manera anticipada se convierte en una herramienta valiosa para detectar la entrada al país de plagas cuarentenarias de cítricos lo que es crucial para el control y manejo efectivo de estas amenazas».
El HLB se propaga a través de material infectado, ya sean yemas, ramillas o plantas enfermas y su avance se produce por medio de insectos vectores infectados.
La región de Valparaíso, por su posición geográfica, representa un pasillo de mercancías desde el puerto del Pacífico hacia y desde países limítrofes como Argentina y Brasil.
Palma destaca que “el riesgo de que ingrese una plaga no presente en nuestro país es alto, lo que nos expone a problemas sanitarios relacionados con la agricultura. Por ello, es importante capacitar a las personas para anticiparse a estos desafíos y que el INIA cuente con laboratorios en todo el país donde se pueda realizar este tipo de análisis”.
Durante la capacitación, explica el investigador, «nos enseñaron a anticiparnos a la posible llegada de la plaga a Chile y además aprendimos a identificar cómo se presenta una planta infectada y cómo se manejan tanto la plaga como sus enemigos naturales. Si fuera necesario, en INIA La Cruz estaríamos capacitados para diagnosticar el HLB”.
En cuanto a la situación del HLB, la bacteria responsable no ha podido ser cultivada ni aislada hasta el momento en ningún país, aunque se ha confirmado que es transmitida por el psílido. Las plantas infectadas pueden no mostrar síntomas durante un tiempo prolongado, dificultando la detección temprana. El insecto se alimenta de la savia de las plantas, transmitiendo la bacteria, que puede refugiarse en las raíces y permanecer latente durante años hasta que surgen los síntomas.
Los investigadores argentinos señalaron que la expansión de la enfermedad en su territorio está estrechamente relacionada con el movimiento de carga y las principales rutas de transporte de camiones y personas. Incluso, comentaron que durante la pandemia del Covid, al existir menos movimiento de personas y camiones notaron, por las pesquisas que hicieron, que hubo una disminución en la diseminación de la plaga.
En cuanto a la recepción, Palma comentó que «los profesionales argentinos fueron muy receptivos y compartieron abiertamente sus experiencias, tanto las positivas como las negativas, así como las dificultades que enfrentan».
Destacó que conocer estas herramientas y su potencial, ofrece la oportunidad de considerar su aplicación a otros problemas cuarentenarios que enfrenta Chile y que aún no tienen solución. «Hay varios problemas sanitarios, especialmente enfermedades y plagas, que son difíciles de detectar y diagnosticar, lo que hace que esta capacitación sea crucial», añadió el investigador del INIA La Cruz.
El INIA y el INTA cuentan con un convenio marco que facilita la concreción de estos acuerdos mediante el intercambio de información, conocimientos y metodologías. Palma subrayó la sólida relación establecida y el potencial para futuras colaboraciones.
“Argentina y la Región de Valparaíso presentan condiciones similares, lo que crea oportunidades para compartir conocimientos y desarrollar proyectos conjuntos, dado que ambos enfrentan riesgos que pueden impactar a ambos lados de la frontera”, dijo.
Fuente: portalfruticola.com