El precio medio por tonelada importada alcanza los 1.009 euros entre enero y julio de 2025, el nivel más alto de los últimos años, impulsado por la menor oferta comunitaria. Sudáfrica revaloriza sus envíos un 80%.
Castelló. Las importaciones de cítricos por parte de la Unión Europea van al alza en volumen pero sobre todo en valor de los envíos llegados al continente desde países terceros. Según el último boletín de seguimiento reforzado de las importaciones de cítricos publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), entre enero y julio de 2025 la UE importó 1,11 millones de toneladas, un 1,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el valor de esas compras se disparó un 36,4%, hasta 1.124 millones de euros, lo que evidencia un crecimiento de precios en destino.
Entre enero y julio de 2025, el valor medio por tonelada importada alcanzó los 1.009 euros, frente a los 751 euros del mismo periodo de 2024, lo que supone un incremento del 34% interanual. En comparación con 2023 (904 €/t), el aumento es del 11,6%, y respecto a 2022 (840 €/t), del 20%. Esta progresión confirma una tendencia sostenida al alza en el precio de las frutas procedentes de países terceros.
Por orígenes, Sudáfrica refuerza su liderazgo como principal suministrador extracomunitario con 335.000 toneladas exportadas (un 41,5% más que en 2024) y 393 millones de euros de valor comercial, lo que supone un aumento de más del 80% con respecto al mismo periodo de 2024 y la sitúa como el país extracomunitario con mayor peso económico en el mercado europeo. Le sigue Egipto, con 377.000 toneladas (-29,4% respecto a 2024), que retrocede en volumen tras los niveles excepcionalmente altos de la campaña anterior. Aunque en volumen, Egipto es entre enero y julio el principal país tercero en suministro de cítricos a la UE, el valor de sus envíos se sitúa por debajo de los sudafricanos, con 247 millones de euros, fruto de la política de bajos precios aplicada por este país norteafricano.
Marruecos (113.000 t) repunta con fuerza, mientras Argentina y Perú registran los mayores crecimientos relativos, cercanos al 200% y al 140%, respectivamente. En conjunto, hasta el mes de julio, los países del hemisferio sur suman 410.000 toneladas, el 37% del total y un aumento del 50% interanual. En valor, su peso alcanza ya el 43% del total de las importaciones europeas, frente a un crecimiento mucho más moderado del hemisferio norte (11%).
Esta evolución consolida al hemisferio sur —con Sudáfrica, Argentina, Perú y Marruecos a la cabeza— como proveedor estratégico de la UE en los meses de contraestación.
El secretario general de la Unió Llauradora i Ramadera, Carles Peris, advierte que este encarecimiento de las importaciones responde, en gran medida, a un déficit de producción en Europa y especialmente en España, motivado por condiciones climáticas adversas y un descenso de los rendimientos en las últimas campañas. «Cuando los precios en destino suben generalmente es por un déficit en la oferta», remarca. Ese vacío está siendo ocupado por la fruta de terceros países, que llega a los mercados europeos para cubrir las ventanas comerciales que deja la menor oferta nacional y en algunos casos, como Sudáfrica, concentrando las importaciones en meses como agosto, septiembre y octubre, que se solapan con el arranque de la campaña citrícola en el hemisferio norte.
Anque el aumento de los precios de las importaciones extracomunitarias contribuye a evitar inestabilidad en los mercados europeos, Peris advierte de que “siguen situándose por debajo de los precios a los que pueden vender los productores valencianos y españoles puesto que estos países terceros producen con costes mucho más bajos». En este sentido, señala que “los precios de estos países siguen haciendo daño a nuestros productores». En concreto, recuerda que «Sudáfrica compite cada vez más directamente con España, mientras que Egipto ha recurrido incluso en ocasiones a estrategias de precios de derribo que generan distorsiones en el mercado comunitario”.
El boletín del MAPA refleja, además, un cambio en la estructura del comercio. Las importaciones de limones crecieron un 36,8%, hasta 240.000 toneladas, y las de pequeños cítricos (mandarinas y clementinas) un 26,2%, mientras que las de naranjas y pomelos cayeron un 17,5% y un 9,9%, respectivamente. Esta evolución confirma una diversificación de la oferta hacia productos con mayor rotación comercial y valor añadido, como los híbridos de mandarino o los limones premium.
De hecho, entre enero y septiembre de este año las importaciones de pequeños cítricos desde Sudáfrica se han incrementado en más de un 24% hasta las 180.140 toneladas, mientras que Marruecos presenta el crecimiento más destacado, casi duplicando los envíos respecto al mismo período de 2024 con un total de 94.834 toneladas.
Fuente: valenciaplaza.com



