España: Los citricultores sufren pérdidas millonarias

246 millones de euros son las pérdidas que han acumulado los agricultores valencianos en la pasada campaña citrícola informó la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja). La crisis de rentabilidad hundida por unos precios que se han mantenido por debajo de los costes de producción durante prácticamente toda la temporada así como «los devastadores daños ocasionados por las heladas de febrero han acabado por condenar a la gran mayoría de los productores a la ruina y en muchos casos al abandono de sus explotaciones» ha lamentado AVA en un comunicado.

Según estimaciones de la organización agraria calculadas en base a datos oficiales de la Conselleria de Agricultura y del Gobierno central cada citricultor ha perdido de media hasta 1.450 euros por hectárea y 3.350 euros por explotación. «A los agricultores valencianos de poco les ha servido que las condiciones objetivas del mercado naranjero fueran favorables» ha criticado.

Así las cotizaciones no han remontado a pesar de que el sector haya seguido aumentando las exportaciones de naranjas y mandarinas a Europa. En un año «castigado por el frío» que redujo a la oferta comercial los envíos han alcanzado las 3.540.533 toneladas lo que supone un 3 por ciento más desde septiembre de 2011 hasta mayo de 2012 respecto al mismo periodo de la temporada anterior.

Además se han incrementado las toneladas transformadas para zumo (en el caso de las clementinas) así como el consumo en España de naranjas (2%) y mandarinas (4%). «Pese a todo el resultado final para el productor ha vuelto a ser más que decepcionante desastroso e inadmisible.

«Los agricultores no podemos encadenar más campañas con números rojos y si la situación no mejora todos perderemos más pronto que tarde la riqueza el empleo y el paisaje que la citricultura ha aportado históricamente a estas tierras» ha asegurado el presidente de AVA-Asaja Cristóbal Aguado.

Además de los «graves daños» en la fruta y la madera de miles de árboles que provocó la ola de frío en el mes de febrero el dirigente agrario ha achacado a la «nefasta comercialización» los «principales males» de la campaña: «Ni las prácticas abusivas de la gran distribución ni la gestión miope irresponsable y descoordinada de los operadores comerciales han contribuido a reconducir la situación límite del productor» ha manifestado.

En efecto las perspectivas del ejercicio citrícola empezaron siendo razonablemente satisfactorias debido al descenso de la cosecha y la óptima calidad de la fruta. Las primeras cotizaciones en el campo corroboraron de hecho esa impresión inicial pero a finales de noviembre y en el plazo de una semana la coyuntura cambió de forma radical. Los precios de las clemenules se desplomaron un 20 por ciento mientras que en navelinas la caída superó el 12 por ciento.

El descenso de las cotizaciones coincidió en el tiempo con la aparición de atractivas ofertas con los cítricos como reclamo en varias cadenas europeas de supermercados. Para Aguado «la gran distribución ha vuelto a hacer valer de manera impune e intolerable la posición de dominio que ocupan en la cadena alimentaria.

«Los bajos precios no han respondido a la lógica del mercado sino a la planificación ideada por un puñado de firmas que cuentan con patente de corso para actuar a su antojo saltándose los principios que deben alimentar la competencia en un mercado que se autoproclama libre» ha manifestado.

Distribución

Frente a la «implacable estrategia por parte de los gigantes de la distribución de presionar los precios a la baja» Aguado ha criticado «la lentitud de las administraciones a la hora de corregir las disfunciones y los desequilibrios de la cadena agroalimentaria».

En este escenario AVA-Asaja espera que el ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete «cumpla su anuncio de aprobar para septiembre dos leyes encaminadas a concentrar la oferta y las entidades asociativas agrarias» y por otra parte «para regular precisamente la cadena alimentaria así como su compromiso público relativo a modificar los actuales criterios de las autoridades de Competencia que frenan cualquier posibilidad de acuerdo intersectorial».

En cuanto a la necesidad de aplicar contratos de compraventa con carácter obligatorio y prohibir así la venta ‘a resultas’ la organización agraria considera que «urge la aprobación definitiva de la Ley de Derecho Patrimonial y Contratos Agrarios de la Generalitat Valenciana para aplicarla en la próxima campaña citrícola».

Fuente: diariocriticocv

2012-08-02T00:00:00-03:00

España: Los citricultores sufren pérdidas millonarias

246 millones de euros son las pérdidas que han acumulado los agricultores valencianos en la pasada campaña citrícola informó la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja). La crisis de rentabilidad hundida por unos precios que se han mantenido por debajo de los costes de producción durante prácticamente toda la temporada así como «los devastadores daños ocasionados por las heladas de febrero han acabado por condenar a la gran mayoría de los productores a la ruina y en muchos casos al abandono de sus explotaciones» ha lamentado AVA en un comunicado.

Según estimaciones de la organización agraria calculadas en base a datos oficiales de la Conselleria de Agricultura y del Gobierno central cada citricultor ha perdido de media hasta 1.450 euros por hectárea y 3.350 euros por explotación. «A los agricultores valencianos de poco les ha servido que las condiciones objetivas del mercado naranjero fueran favorables» ha criticado.

Así las cotizaciones no han remontado a pesar de que el sector haya seguido aumentando las exportaciones de naranjas y mandarinas a Europa. En un año «castigado por el frío» que redujo a la oferta comercial los envíos han alcanzado las 3.540.533 toneladas lo que supone un 3 por ciento más desde septiembre de 2011 hasta mayo de 2012 respecto al mismo periodo de la temporada anterior.

Además se han incrementado las toneladas transformadas para zumo (en el caso de las clementinas) así como el consumo en España de naranjas (2%) y mandarinas (4%). «Pese a todo el resultado final para el productor ha vuelto a ser más que decepcionante desastroso e inadmisible.

«Los agricultores no podemos encadenar más campañas con números rojos y si la situación no mejora todos perderemos más pronto que tarde la riqueza el empleo y el paisaje que la citricultura ha aportado históricamente a estas tierras» ha asegurado el presidente de AVA-Asaja Cristóbal Aguado.

Además de los «graves daños» en la fruta y la madera de miles de árboles que provocó la ola de frío en el mes de febrero el dirigente agrario ha achacado a la «nefasta comercialización» los «principales males» de la campaña: «Ni las prácticas abusivas de la gran distribución ni la gestión miope irresponsable y descoordinada de los operadores comerciales han contribuido a reconducir la situación límite del productor» ha manifestado.

En efecto las perspectivas del ejercicio citrícola empezaron siendo razonablemente satisfactorias debido al descenso de la cosecha y la óptima calidad de la fruta. Las primeras cotizaciones en el campo corroboraron de hecho esa impresión inicial pero a finales de noviembre y en el plazo de una semana la coyuntura cambió de forma radical. Los precios de las clemenules se desplomaron un 20 por ciento mientras que en navelinas la caída superó el 12 por ciento.

El descenso de las cotizaciones coincidió en el tiempo con la aparición de atractivas ofertas con los cítricos como reclamo en varias cadenas europeas de supermercados. Para Aguado «la gran distribución ha vuelto a hacer valer de manera impune e intolerable la posición de dominio que ocupan en la cadena alimentaria.

«Los bajos precios no han respondido a la lógica del mercado sino a la planificación ideada por un puñado de firmas que cuentan con patente de corso para actuar a su antojo saltándose los principios que deben alimentar la competencia en un mercado que se autoproclama libre» ha manifestado.

Distribución

Frente a la «implacable estrategia por parte de los gigantes de la distribución de presionar los precios a la baja» Aguado ha criticado «la lentitud de las administraciones a la hora de corregir las disfunciones y los desequilibrios de la cadena agroalimentaria».

En este escenario AVA-Asaja espera que el ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete «cumpla su anuncio de aprobar para septiembre dos leyes encaminadas a concentrar la oferta y las entidades asociativas agrarias» y por otra parte «para regular precisamente la cadena alimentaria así como su compromiso público relativo a modificar los actuales criterios de las autoridades de Competencia que frenan cualquier posibilidad de acuerdo intersectorial».

En cuanto a la necesidad de aplicar contratos de compraventa con carácter obligatorio y prohibir así la venta ‘a resultas’ la organización agraria considera que «urge la aprobación definitiva de la Ley de Derecho Patrimonial y Contratos Agrarios de la Generalitat Valenciana para aplicarla en la próxima campaña citrícola».

Fuente: diariocriticocv

2017-11-01T19:11:12-03:00
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