Ensayando la recolección mecanizada

En una reunión realizada en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) los expertos del área de mecanización mostraron a los representantes del sector citrícola datos y conocimientos sobre los sistemas mecánicos de recolección que se emplean en el mundo y los que se ensayan en el centro.

Los citricultores plantearon a los investigadores que es urgente contar con medios alternativos de recolección para abaratar los costes en el campo que están disparados y no son competitivos con los de países competidores.
Así como en los almacenes de selección y empaquetado se ha avanzado bastante y se reducen costes la cuestión del campo permanece muy atrasada: la recolección sigue siendo manual y lo que es peor las cajas se siguen sacando todavía a pie de una a una hasta el camión o tractor de manera que muchas veces se emplea tanto tiempo o más en este transporte individual que en la recolección propiamente dicha.
Enrique Moltó responsable del grupo de investigación de mecanización agraria del IVIA capitalizó la mayor parte de las explicaciones sobre lo que hay disponible y lo que se está haciendo.
A grandes rasgos el panorama se centra en estos tres grandes aspectos: máquinas vibradoras y vareadoras para hacer desprender los frutos (como se hace con las aceitunas o las almendras) aplicación previa de productos químicos abscisores para facilitar ese desprendimiento y prototipo de una plataforma recolectora y preclasificadora.
Los aparatos vibradores son manuales o más voluminosos y accionados por un tractor y se completan con máquinas barredoras y recogedoras. Depende del tipo de plantación. Los manuales actúan sobre las ramas delgadas y los otros sobre las gruesas y troncos.
En Florida se emplea un gran vibrador-recolector que avanza a razón de 90-140 árboles por hora pero exige filas de plantación a su medida para facilitar la evolución. Luego hay diversidad de aparatos y modos de empleo para acomodarse a cada situación.
Hay que tener en cuenta que la citricultura de Florida se orienta al zumo y no importan posibles defectos externos que aparezcan en los frutos derivados de golpes o arañazos en el proceso de recogida. Para el comercio de fruta en fresco es preciso cuidarla mucho más debe estar sin defectos y de ahí las reticencias entre muchos citricultores sobre la posible utilidad futura de estos sistemas.
En Córdoba se recolecta mecánicamente una finca de 500 hectáreas de naranja para la industria. Una máquina vibradora tira al suelo los frutos que son recogidos por una cuadrilla de cuatro o cinco personas a razón de unos 10.000 kilos por hora.
Así mismo el investigador de la Universidad Politécnica de Valencia Antonio Torregrosa realizó un trabajo de experimentación en la Comunitat Valenciana y Murcia con vibradores manuales y recogida con lonas sobreelevadas. Lo hizo con diversas variedades de clementinas y naranjas obteniendo resultados muy prometedores pues los porcentajes de fruta de calidad sin golpes ni arañazos fueron altos.
En la reunión del IVIA se indicó también que los procedimientos de vareado o vibración podrían ser muy eficaces por ejemplo para hipotéticos casos en los que se tuviera que realizar una recolección en verde para eliminar la cosecha antes de que madurara o para hacer caer parte de la misma que no fuera comercialmente apta. Esta última opción ya se presenta este año a raíz del acuerdo de Intercitrus sobre limitación de calibres comerciales y prohibición de recolectar los más pequeños. De la otra cuestión la recogida en verde se ha hablado en ocasiones como una medida posible dentro de la política de la UE para eliminar eventuales excedentes. No será ahora pero podría ser en un futuro.
En cualquier caso se llegó a la conclusión de que la solución no será única sino una combinación de varias cosas y lo que es preciso ahora es destinar investigadores a la tarea y poner dinero para obtener resultados.

2008-11-03T00:00:00-02:00

Ensayando la recolección mecanizada

En una reunión realizada en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) los expertos del área de mecanización mostraron a los representantes del sector citrícola datos y conocimientos sobre los sistemas mecánicos de recolección que se emplean en el mundo y los que se ensayan en el centro.

Los citricultores plantearon a los investigadores que es urgente contar con medios alternativos de recolección para abaratar los costes en el campo que están disparados y no son competitivos con los de países competidores.
Así como en los almacenes de selección y empaquetado se ha avanzado bastante y se reducen costes la cuestión del campo permanece muy atrasada: la recolección sigue siendo manual y lo que es peor las cajas se siguen sacando todavía a pie de una a una hasta el camión o tractor de manera que muchas veces se emplea tanto tiempo o más en este transporte individual que en la recolección propiamente dicha.
Enrique Moltó responsable del grupo de investigación de mecanización agraria del IVIA capitalizó la mayor parte de las explicaciones sobre lo que hay disponible y lo que se está haciendo.
A grandes rasgos el panorama se centra en estos tres grandes aspectos: máquinas vibradoras y vareadoras para hacer desprender los frutos (como se hace con las aceitunas o las almendras) aplicación previa de productos químicos abscisores para facilitar ese desprendimiento y prototipo de una plataforma recolectora y preclasificadora.
Los aparatos vibradores son manuales o más voluminosos y accionados por un tractor y se completan con máquinas barredoras y recogedoras. Depende del tipo de plantación. Los manuales actúan sobre las ramas delgadas y los otros sobre las gruesas y troncos.
En Florida se emplea un gran vibrador-recolector que avanza a razón de 90-140 árboles por hora pero exige filas de plantación a su medida para facilitar la evolución. Luego hay diversidad de aparatos y modos de empleo para acomodarse a cada situación.
Hay que tener en cuenta que la citricultura de Florida se orienta al zumo y no importan posibles defectos externos que aparezcan en los frutos derivados de golpes o arañazos en el proceso de recogida. Para el comercio de fruta en fresco es preciso cuidarla mucho más debe estar sin defectos y de ahí las reticencias entre muchos citricultores sobre la posible utilidad futura de estos sistemas.
En Córdoba se recolecta mecánicamente una finca de 500 hectáreas de naranja para la industria. Una máquina vibradora tira al suelo los frutos que son recogidos por una cuadrilla de cuatro o cinco personas a razón de unos 10.000 kilos por hora.
Así mismo el investigador de la Universidad Politécnica de Valencia Antonio Torregrosa realizó un trabajo de experimentación en la Comunitat Valenciana y Murcia con vibradores manuales y recogida con lonas sobreelevadas. Lo hizo con diversas variedades de clementinas y naranjas obteniendo resultados muy prometedores pues los porcentajes de fruta de calidad sin golpes ni arañazos fueron altos.
En la reunión del IVIA se indicó también que los procedimientos de vareado o vibración podrían ser muy eficaces por ejemplo para hipotéticos casos en los que se tuviera que realizar una recolección en verde para eliminar la cosecha antes de que madurara o para hacer caer parte de la misma que no fuera comercialmente apta. Esta última opción ya se presenta este año a raíz del acuerdo de Intercitrus sobre limitación de calibres comerciales y prohibición de recolectar los más pequeños. De la otra cuestión la recogida en verde se ha hablado en ocasiones como una medida posible dentro de la política de la UE para eliminar eventuales excedentes. No será ahora pero podría ser en un futuro.
En cualquier caso se llegó a la conclusión de que la solución no será única sino una combinación de varias cosas y lo que es preciso ahora es destinar investigadores a la tarea y poner dinero para obtener resultados.

2017-11-01T18:43:17-03:00
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