Los bajos precios de la fruta para industria, la caída del volumen exportado de fruta fresca; el incremento de los costos y la competencia de otros países como Sudáfrica, obligan a Argentina a plantear un nuevo escenario para uno de sus productos agroalimentarios “estrella”.

Desde hace al menos dos o tres años el sector limonero argentino enfrenta una crisis que lo ha puesto frente al peor de los escenarios. Ante la falta de ingresos adecuados que permitan mantener las plantaciones, muchos productores y empresas han comenzado a optar por dejar de trabajarlas o, lo que es peor, arrancarlas. La superficie ‘desmontada’ ya representa 13% de la que había.

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, apuntan que las causas de esta disminución están relacionadas con la caída de la rentabilidad que ha experimentado la actividad en las campañas 2021 y 2022, principalmente debido a los bajos precios de la fruta para industria; menos volumen exportado de fruta fresca; el incremento de los costos de producción; la competencia de otros mercados y el convulso contexto socioeconómico nacional e internacional que han afectado a la compra de insumos, por su precio en dólares.

De acuerdo a los datos de la Estación Experimental Obispo Colombres y el INTA, entre noviembre del 2022 y noviembre del 2023 se han arrancado alrededor de 6.500 hectáreas de limón, principalmente en la provincia de Tucumán aunque también se registran casos en Jujuy y Salta. A este número hay que sumar unas 12.000 a 13.000 hectáreas que han sido descuidadas o poco fertilizadas.

Factores detrás de crisis

En una entrevista realizada a Pablo Padilla, presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA) por el medio de comunicación argentino, Bichos de Campo, relataba cuáles han sido, en su opinión, los factores detrás de esta crisis del limón argentino. “El sector del limón a nivel mundial ha pasado por un proceso beneficioso en los últimos diez años. Esto ha hecho que en todo el mundo, incluso en Argentina, la superficie limonera se haya incrementado fuertemente. La entrada de producción de esas nuevas plantaciones ha sido exponencial, y esto ha impactado en la oferta tanto de nuestro país como de los competidores como Sudáfrica, Turquía y España. El resultado ha sido que se produzcan momentos de sobreoferta en los mercados tanto de productos frescos como derivados industriales, empujando los ingresos a la baja”.

A nivel interno, la “brecha cambiaria” (la diferencia entre el tipo de cambio oficial del dólar, establecido por el Banco Central, y el tipo de cambio en el mercado paralelo o informal, como el dólar blue, el dólar MEP o el Contado con Liqui) ha representado uno de los mayores obstáculos para los productores en los últimos años, principalmente en lo que respecta al abastecimiento de los insumos necesarios como agroquímicos, fertilizantes y mano de obra. “Veníamos viviendo una situación de doble tipo de cambio. Los costos corrían al dólar informal y nuestros ingresos al dólar oficial. Cobrábamos nuestras importaciones 365 o 380 y los costos corrían al blue, donde hemos llegado a tener brechas del 180%. Muchos costos han seguido la cotización del dólar informal y eso nos quita competitividad”. A esto se ha sumado el fantasma de las retenciones, que el gobierno en un primer momento intentó subir al 15%, pero que luego, tras quedar dentro de la lista de ‘excepciones’, quedó con una retención especial del 8% para la esencia de limón. “Si bien esto aún no se ha vuelto efectivo, sin dudas prendió las alarmas de más de un exportador”, confesó el presidente de la ACNOA.

 

Argentina cae del podium

Según datos de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, en 2023 Argentina se ha posicionado como el cuarto exportador mundial de limones en fresco. Tras ser superado por España y Sudáfrica, ahora Turquía le ha ganado el tercer puesto. Si bien las exportaciones de limón en fresco argentino han crecido considerablemente en el mercado americano, en Europa y Rusia ha perdido su posicionamiento a manos de los tres principales exportadores de limón. 

En derivados industriales de limón, en cambio, Argentina sigue siendo el mayor exportador representando el 70% de la oferta mundial. Exporta a todos los países del mundo sin restricciones para los derivados industriales. 

“Por las condiciones naturales de California, España, Italia, Turquía y Sudáfrica, el 80% de su fruta es apta para comercializar en fresco y el 20% se destina a industria. La ecuación en Argentina es exactamente al revés: el 80% va a industria y el 20%, a fruta fresca. Por eso, si bien Tucumán puede obtener una fruta de muy buena calidad, la mayor parte de su producción se industrializa”, explica Hernán Salas, director del Programa Citrus en la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres.

Sudáfrica

Hoy Sudáfrica es quien en el verano inunda de limones el mercado europeo, seguido de Argentina aunque, en ambos casos, los volúmenes exportados caen debido al exigente protocolo fitosanitario, un escenario que previsiblemente se repetirá de cara a la próxima temporada. 

Las exportaciones sudafricanas de cítricos disminuyeron un 11,2% interanual, pasando de 2,6 millones de toneladas en 2022 a 2,3 millones de toneladas en 2023. Su sector citrícola es especialmente dependiente de las exportaciones, con una media del 82,8% de la producción exportada entre 2016 y 2023. Debido a esto, la caída de las exportaciones es un problema importante para la industria y ha sido señalada en repetidas ocasiones por la Asociación Sudafricana de Productores de Cítricos (CGA). Los principales factores que explican este descenso de las exportaciones son los problemas del sector del transporte marítimo y, más en general, los problemas que afectan a la logística en el país, así como los estrictos requisitos fitosanitarios aplicados por la UE en julio de 2022. Estos problemas más estructurales también se han visto agravados por las inundaciones en la región del Cabo Occidental en junio 2023, durante la temporada de cultivo de cítricos. 

La CGA ha identificado el empeoramiento de los problemas de electricidad y logística del país como un motor significativo detrás de la caída de las exportaciones. Esto seguirá pesando sobre las exportaciones de cítricos en 2024. 

De acuerdo al estudio del equipo de Riesgos Operativos de la consultora BMI es probable que el rendimiento portuario por debajo de la media y los riesgos meteorológicos arrastren a la baja el tonelaje global y el rendimiento de los contenedores en los puertos sudafricanos en 2024”. La congestión portuaria ha sido un problema particular para las industrias dependientes de la exportación, incluido el sector de los cítricos, con retrasos significativos y un mayor tiempo de entrega de los contenedores. La CGA ha señalado que la congestión y las averías de los equipos en los puertos y los problemas con la red ferroviaria de mercancías del país han aumentado los costes para los agricultores y afectado a las exportaciones. De cara al resto de 2024, la CGA espera un año prometedor en términos de producción, pero ha señalado su preocupación por la capacidad de los puertos para manejar volúmenes suficientes. 

Cortes de luz

El estudio de la BMI también prevé que los cortes de electricidad continuarán a lo largo de 2024, lo que dificultará el funcionamiento de las empresas. Los cortes de suministro han sido problemáticos para la industria de los cítricos, ya que es un sector especialmente dependiente de la electricidad, que necesita para el riego, la fertilización, el envasado y la refrigeración. Aunque consideran que los cortes de electricidad previstos disminuirán en 2024 en comparación con 2023, los riesgos de cortes y los elevados costes de la energía seguirán incrementando los costes operativos de las empresas. También ha identificado una serie de riesgos que afectan al sector logístico del país en general, como el aumento de la delincuencia, los disturbios laborales y el deterioro de las infraestructuras. 

Escasez de agua

Otro de obstáculos significativos es el suministro de agua. El país sufre cada vez más escasez de agua, con infraestructuras insuficientemente mantenidas e ineficientes. Las posibles interrupciones en el suministro de agua preocupan especialmente a la agricultura, un sector que demanda importantes recursos hídricos y, dentro de este, a la producción frutícola en particular, que destaca por un uso especialmente intensivo de agua. Más del 60% de los recursos de agua dulce disponibles en Sudáfrica se destinan a la agricultura, lo que pone de relieve la importancia de la disponibilidad de agua para el sector.

Ante este escenario y ante la confirmación de la vigencia de estas restricciones por parte de Europa estos factores podrían conducir a una mayor diferenciación de los socios de exportación de cara a la campaña 2024/2025.

 

Fuente: https://valenciafruits.com