Valencia busca colocar un millón de toneladas de cítricos en Rusia y China

Se espera que la cosecha española que está en 6 5 millones supere los 10 en pocos añosRusia y los demás países de la antigua URSS componen desde siempre la gran esperanza blanca de la citricultura valenciana. Cada vez que ha habido una crisis de ventas se ha mirado con más insistencia hacia el Este que se ha visto como la gran meta deseada que solucionaría todos los problemas pero que no acaba de hacerse realidad.

Los hechos han demostrado sin embargo que la cosa es bien difícil. Las naranjas mandarinas y limones españoles están desde hace tiempo en Rusia y casi todos los demás países de la antigua URSS pero en cantidades pequeñas. Ha habido momentos más ilusionantes de aumentos esperanzadores pero luego han seguido otros años de descensos. Depende de las necesidades de unos y otros y del precio.

Se trata de países que están muy lejos y cuyos habitantes todavía no gozan mayoritariamente de un poder adquisitivo comparable al de Europa Occidental. Compran naranjas desde luego pero no todas las que quisieran y han de llegar baratas. En consecuencia llegan en mayor medida de Turquía o Grecia que están más cerca o de Egipto y Marruecos que pueden vender más barato que España porque tienen menores costes.

Un trabajo de años
Rusia cuenta con 150 millones de habitantes; Ucrania con casi 50; sumados los de Bielorrusia y las repúblicas Bálticas –que ya pertenecen a la UE– son unos 250 millones; un capital de consumo muy grande y por explotar y hacia allí se van a dirigir los principales esfuerzos de la Generalitat que moviliza a exportadores del sector citrícola y al Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX). También se va a prestar atención preferente a países asiáticos sobre todo a China así como Corea y Japón aprovechando la inercia de envíos que se dirigen este año a tales destinos para cubrir el fallo de California a causa de su helada.

Los estudios preliminares de la Generalitat indican que Rusia podría absorber unas 600.000 toneladas; los demás países ex soviéticos quizás 200.000 y en extremo Oriente se podrían colocarse otras tantas. En total un millón de toneladas según contó el pasado miércoles Eduardo Primo director general de la Conselleria de Agricultura en una mesa redonda sobre el futuro de la citricultura que tuvo lugar en la localidad de Faura. Naturalmente no se trata de un anuncio triunfalista para mañana sino de las primeras estimaciones sobre lo que es necesario aumentar la exportación y de las posibilidades de conseguirlo poco a poco en años próximos.

Los exportadores que más se han movido en esos mercados lejanos dudan de que puedan conseguirse cifras tan elevadas. Aducen que hay problemas de logística –el transporte es largo y caro– de escasez de redes comerciales para asegurar una distribución eficiente.

Sin embargo también hay quien esgrime que quizá se tenga una imagen de Rusia y de otros países que no concuerde con la realidad de hoy; por tanto hay que explorarlos a conciencia.

Urge encontrar nuevos destinos
Las previsiones oficiales indican que en los próximos años se puede llegar a 10 millones de toneladas de producción citrícola en España sólo con la entrada en plena producción de lo que hay plantado y aunque no se plantara más. Ahora estamos en 6 5-7 millones según fuentes diversas. De modo que si ahora hay serios problemas cuando se aumenten 2-3 millones más ¿qué podría ocurrir? Es imperioso buscar nuevas colocaciones para descongestionar los mercados tradicionales y en eso la Comunitat Valenciana ha de ser líder porque aquí radica la mayor concentración del comercio exportador que canaliza la producción de la región y gran parte de la de las demás autonomías españolas productoras.

José Martínez director del Comité de Gestión de los exportadores dijo también en Faura que se puede ir aumentando la exportación aunque no al ritmo rápido que demanda el aumento de la producción y explicó que en los últimos años ha aumentado claramente el consumo en Europa Occidental pero sobre todo en zumos no tanto en fruta fresca y en zumos son otros países los que nos llevan la delantera.

por Vicente Lladró Valencia

2017-11-01T18:13:54-03:00

Valencia busca colocar un millón de toneladas de cítricos en Rusia y China

Se espera que la cosecha española que está en 6 5 millones supere los 10 en pocos añosRusia y los demás países de la antigua URSS componen desde siempre la gran esperanza blanca de la citricultura valenciana. Cada vez que ha habido una crisis de ventas se ha mirado con más insistencia hacia el Este que se ha visto como la gran meta deseada que solucionaría todos los problemas pero que no acaba de hacerse realidad.

Los hechos han demostrado sin embargo que la cosa es bien difícil. Las naranjas mandarinas y limones españoles están desde hace tiempo en Rusia y casi todos los demás países de la antigua URSS pero en cantidades pequeñas. Ha habido momentos más ilusionantes de aumentos esperanzadores pero luego han seguido otros años de descensos. Depende de las necesidades de unos y otros y del precio.

Se trata de países que están muy lejos y cuyos habitantes todavía no gozan mayoritariamente de un poder adquisitivo comparable al de Europa Occidental. Compran naranjas desde luego pero no todas las que quisieran y han de llegar baratas. En consecuencia llegan en mayor medida de Turquía o Grecia que están más cerca o de Egipto y Marruecos que pueden vender más barato que España porque tienen menores costes.

Un trabajo de años
Rusia cuenta con 150 millones de habitantes; Ucrania con casi 50; sumados los de Bielorrusia y las repúblicas Bálticas –que ya pertenecen a la UE– son unos 250 millones; un capital de consumo muy grande y por explotar y hacia allí se van a dirigir los principales esfuerzos de la Generalitat que moviliza a exportadores del sector citrícola y al Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX). También se va a prestar atención preferente a países asiáticos sobre todo a China así como Corea y Japón aprovechando la inercia de envíos que se dirigen este año a tales destinos para cubrir el fallo de California a causa de su helada.

Los estudios preliminares de la Generalitat indican que Rusia podría absorber unas 600.000 toneladas; los demás países ex soviéticos quizás 200.000 y en extremo Oriente se podrían colocarse otras tantas. En total un millón de toneladas según contó el pasado miércoles Eduardo Primo director general de la Conselleria de Agricultura en una mesa redonda sobre el futuro de la citricultura que tuvo lugar en la localidad de Faura. Naturalmente no se trata de un anuncio triunfalista para mañana sino de las primeras estimaciones sobre lo que es necesario aumentar la exportación y de las posibilidades de conseguirlo poco a poco en años próximos.

Los exportadores que más se han movido en esos mercados lejanos dudan de que puedan conseguirse cifras tan elevadas. Aducen que hay problemas de logística –el transporte es largo y caro– de escasez de redes comerciales para asegurar una distribución eficiente.

Sin embargo también hay quien esgrime que quizá se tenga una imagen de Rusia y de otros países que no concuerde con la realidad de hoy; por tanto hay que explorarlos a conciencia.

Urge encontrar nuevos destinos
Las previsiones oficiales indican que en los próximos años se puede llegar a 10 millones de toneladas de producción citrícola en España sólo con la entrada en plena producción de lo que hay plantado y aunque no se plantara más. Ahora estamos en 6 5-7 millones según fuentes diversas. De modo que si ahora hay serios problemas cuando se aumenten 2-3 millones más ¿qué podría ocurrir? Es imperioso buscar nuevas colocaciones para descongestionar los mercados tradicionales y en eso la Comunitat Valenciana ha de ser líder porque aquí radica la mayor concentración del comercio exportador que canaliza la producción de la región y gran parte de la de las demás autonomías españolas productoras.

José Martínez director del Comité de Gestión de los exportadores dijo también en Faura que se puede ir aumentando la exportación aunque no al ritmo rápido que demanda el aumento de la producción y explicó que en los últimos años ha aumentado claramente el consumo en Europa Occidental pero sobre todo en zumos no tanto en fruta fresca y en zumos son otros países los que nos llevan la delantera.

por Vicente Lladró Valencia

2007-02-05T00:00:00-03:00
Ir a Arriba