Está previsto que la cosecha 2022-2023 de cítricos en Israel, que se está llevando a cabo, será más reducida, pues los problemas logísticos están obstaculizando la actividad comercial y contribuirán a que el presente vuelva a ser un «año difícil».
Yonatan Meron, gerente de exportación de Granot Fresh, explica: «Aunque hemos tenido una ligera reducción de los costes logísticos para atenuar el problema, las tarifas del flete marítimo no han disminuido lo suficiente para los contenedores frigoríficos. El peso de los cítricos en los contenedores es bajo y eso agrava el problema. En el flete marítimo, cada céntimo cuenta. Los cítricos son un producto básico, no es un producto de precio elevado. Es posible que esta sea otra temporada muy difícil para nuestros productores».
Ahora que ya han pasado las primeras semanas de la campaña citrícola de Israel, se tiene una imagen más clara de lo que está ocurriendo en los mercados claves, que apunta a una reducción de la demanda en mercados que antes eran de confianza, como China y Japón.
«Estamos a punto de acabar con nuestra variedad Sweetie. Por suerte, acabamos de recolectar y envasar justo antes de que comenzaran las lluvias. Es mejor cosechar antes de que llueva. Nuestros mercados principales antiguamente eran Extremo Oriente y Japón. Tuvimos unos años buenos con el crecimiento de la demanda en China. Esta se ha ido reduciendo cada vez más y ahora China apenas nos demanda nada, y Japón también está reduciendo los volúmenes. Por lo tanto, dependemos mucho de las exportaciones a Rusia y Norteamérica, que han ido en aumento en los últimos años y han sido una buena solución para nosotros».
«No obstante, los problemas logísticos persisten como una carga enorme para nosotros. El transporte a Rusia es problemático hoy por hoy y mucho más caro desde el pasado febrero. Es acertado afirmar que todos los procedimientos de exportación a Rusia son más complicados y difíciles. Aunque los precios en el mercado ruso están bien, los costes extras reducen mucho las ganancias de nuestros productores en comparación con los años anteriores. Aparte de eso, vendemos un poco en Europa del Este, pero no es un gran mercado para las Sweeties. En los últimos años, Israel ha exportado 13.000 toneladas de Sweeties al año. Este año hemos producido más, pero algunos productores acudieron directamente a la industria del zumo, así que todavía no sé cuáles serán los resultados», apunta Meron.
Añade que los productores de pomelo rojo estiman un rendimiento un 20% inferior al de la campaña pasada. La exportación total de Sunrise de Israel en 2021-2022 ascendió a 43.000 toneladas. En cuanto a Mineola, Meron dice que en Israel se espera exportar menos volúmenes, lo cual es normal dado que «no es un gran producto», con tan solo algo más de 3.000 toneladas enviadas la campaña pasada.
Meron reflexiona sobre las complicaciones de la campaña citrícola del año pasado en Israel y sobre la diferencia con el inicio de la actual campaña 2022-2023. «Sunrise tuvo una temporada muy difícil el año pasado. Los costes del flete marítimo a Europa fueron más altos que en los años anteriores y el mercado fue complicado en su conjunto. Para nosotros resulta especialmente difícil competir con los precios más bajos de otros orígenes. En China, además de los altos costes del transporte, nos encontramos con tiempos de tránsito largos y retrasos para llegar a ese mercado. Los problemas derivados del coronavirus provocaron que la fruta se quedara atascada y que pasara mucho más tiempo en los mercados. Esta temporada comenzó de manera más alentadora con precios altos en Europa. Todo el que cargaba fruta disfrutaba de unos precios altos muy buenos. Las ganancias eran razonables, y también prevemos un mercado mucho mejor en China esta temporada».
De la mandarina de la variedad Orri, que es el principal producto desarrollado por el sector citrícola israelí, se exportaron 72.000 toneladas en 2021-2022. «La estimación para la próxima temporada es un poco más alta. La temporada de la mandarina Orri está a un mes de empezar. Vamos a esperar a ver cómo se desarrolla. La temporada pasada fue un desastre, después de dos temporadas buenas. Enviaremos Orri principalmente a Francia. También exportamos a Canadá y Estados Unidos, que son buenos mercados para nuestros calibres pequeños o grandes. Tenemos ganas de que mejore la situación del mercado y, de hecho, ahora parece mejor. Hay menos mandarinas de otros orígenes en los mercados», dice Meron esperanzado.
Fuente: freshplaza.es
