La Unió de Llauradors acusa al Ministerio y a la Conselleria de «desconocer la realidad del sector citrícola». Afirman que el plan de reconversión deja fuera al 60% de los citricultores valencianos

El plan de reconversión varietal citrícola cuya orden para solicitar las correspondientes ayudas publicó ayer la Conselleria de Agricultura corre el riesgo de tener una incidencia benefactora muy escasa sobre el maltrecho sector naranjero según se desprende del demoledor juicio sobre la citada iniciativa emitido ayer por la Unió de Llauradors. Entiende la citada organización agraria que las condiciones establecidas para acceder a los fondos públicos incluidos en ese proyecto de reconversión «dejan fuera al 60% de los agricultores valencianos».
El plan de reconversión varietal fue una iniciativa que comenzó a urdirse hace un par de años de la mano del entonces Ministerio de Agricultura y en plena crisis citrícola. La norma que publicó el citado departamento del Gobierno central ya suscitó en su día las críticas sindicales pero la traslación de la misma al marco legislativo valenciano se ha limitado a «calcarla» sin introducir los cambios reclamados por el sector según denunció ayer la Unió. Su secretario general Josep Botella acusó a la Conselleria de Agricultura de «desoir al sector y no negociar con el Ministerio la introducción de las modificaciones necesarias para la Comunitat Valenciana. El problema es que aunque no lo parezca el Ministerio y la Conselleria desconocen la realidad del sector citrícola».
Ayuda del 30%
El plan contempla una ayuda mínima del 30% de la inversión que se acometa -que será costeada a partes iguales (15%) por la Generalitat y el Ejecutivo central- susceptible de incrementarse a partir del cumplimiento de ciertos requisitos como el de pertenecer a una Organización de Productores (OPFH) o tener radicada la parcela en una zona desfavorecida. El problema sin embargo es que sólo el 40% de los citricultores valencianos pertenece a una OPFH y que la norma impone como condición para cobrar ayudas al interesado la firma de un convenio de comercialización durante tres años con una empresa lo cual arroja como balance definitivo según la Unió de Llauradors que el 60% de los productores valencianos no pueda beneficiarse de estas medidas. Además el tiempo corre en su contra puesto que el plazo de solicitud de subvenciones concluye el próximo 31 de enero.
La Conselleria de Agricultura por su parte defendió ayer en un comunicado el diseño del plan y apuntó que a través de la reconversión se persigue «equilibrar la oferta con la introducción de nuevas variedades que prorroguen la temporada».