En los últimos diez años, los Valles de Río Negro y Neuquén perdieron 11.700 hectáreas frutícolas. Muchas de ellas quedaron en estado de abandono, otras fueron reconvertidas y muchas terminaron como desarrollos inmobiliarios. La actividad petrolera también tuvo su impronta.
SUPERFICIE FRUTÍCOLA PLANTADA POR LOCALIDAD
EN HECTÁREAS-PERÍODO 2013-2022
En este gráfico se confirma que la localidad de Allen lidera con holgura la superficie plantada con frutales dentro de los Valle de Río Negro y Neuquén. Más que duplica a las hectáreas que hoy tiene Cipolletti. Las tres primeras localidades en importancia de este listado pertenecen a Río Negro y, en cuatro lugar, aparece San Patricio del Chañar, las más importante que presenta Neuquén.
PÉRDIDA DE SUPERFICIE POR LOCALIDAD
EN HECTÁREAS-PERÍODO 2013-2022
Aquí también se observa que Allen, Roca y Villa Regina se encuentran liderando estas pérdidas, en términos absolutos. Cipolletti asoma en cuarto lugar en este penoso ránking, desplazando al quinto a la localidad de San patricio del Chañar.
PÉRDIDA DE SUPERFICIE POR LOCALIDAD
EN PORCENTAJE-PERÍODO 2013-2022
En este último gráfico se puede ver la incidencia real que tuvo la salida de las tierras frutícolas del sistema en algunos puntos de la región. Claramente se puede observar que la mayor parte de las ciudades de Valle Medio sintieron el golpe. Muchas de ellas nacieron, abrazando el ideario de ampliar las fronteras agrícolas, aprovechando el regalo que significa tener un río Negro en nuestro Valle. Toda esta zona se desarrollo a mediados de la década de los ‘80. Hoy sin el sostén de la producción frutícola, pesan muchas dificultades en el desarrollo de estas localidades.
El caso de Cipolletti, Fernández Oro, Neuquén y Plottier, la pérdida de hectáreas productivas esta más ligada al negocio inmobiliario. En todas estás localidades, y durante -por lo menos- los últimos veinte años, fue muy importante el crecimiento de las nuevas urbanizaciones, centrada en la demanda de lotes para construir viviendas. La actividad petrolera, también aquí tuvo su incidencia.
El mercado terminó mandando y, sin un control por parte de los municipios, el avance del cemento avanzó impune sobre las fértiles zonas de esta región productiva.
Fuente: masp.lmneuquen.com