El avance del acuerdo con Mercosur pone mucho en juego para la agroalimentación española.
El acuerdo con Mercosur, uno de los puntos centrales de la cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (UE-Celac), ha puesto en juego intereses importantes para la agroalimentación española y su comercio hacia el otro lado del Atlántico.
La cumbre, que se celebró el 17 y 18 de julio en Bruselas, tuvo un especial valor para la agricultura y la ganadería española en lo que respecta al pacto con Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), suscrito en 2019 entre la UE y el bloque, que engloba a notables líderes agrícolas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Gobierno y actual presidente de turno del Consejo Europeo, Pedro Sánchez, han expresado su interés en desbloquear en esta cumbre la ratificación del ambicioso pacto.
España aspira a que se pueda desatascar este semestre o al menos antes de las elecciones europeas de 2024, pero entre los reticentes durante estos años ha habido varios países comunitarios, precisamente por razones agrícolas. En el ámbito agroalimentario, Mercosur representa amenazas y oportunidades. Estas son las claves.
Intercambios en alza
Las exportaciones de alimentos y bebidas a Mercosur aumentaron en 2022 pero también las importaciones con ese bloque, con el que la balanza agroalimentaria sería deficitaria para España.
España exportó a Argentina por 41,3 millones de euros en 2022, con una subida del 19 %, mientras que las importaciones sumaron 1.728 millones y crecieron un 15,9 %, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio.
Las exportaciones a Brasil alcanzaron 279 millones y crecieron un 22,4 % mientras que las importaciones alcanzaron 3.944 millones y repuntaron un 67 %.
Las exportaciones a Paraguay ascendieron a 10,6 millones y las importaciones se situaron en 15 millones y subieron un 2,6%.
Las ventas exteriores agroalimentarias a Uruguay alcanzaron 36,1 millones y subieron un 42 % y las importaciones se situaron en 75,7 millones, con un ascenso del 6,6 %.
Mercosur genera el 10,4 % de las exportaciones agroalimentarias mundiales y sus principales destinos son Asia (60 %) y la UE (13,2 %), mientras que por país serían China (26,8 %), Estados Unidos (3,5 %), India (3,2 %) y Países Bajos (3 %); según el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Es una potencia exportadora de soja, maíz, bovino y azúcar de caña, según los datos remitidos a Efeagro por el IICA.
España es el segundo destino de los envíos agroalimentarios de Mercosur, con un 21,4 % de las ventas a la UE.
En cuanto a importaciones, los principales productos comprados por Mercosur a la UE son aceite de oliva (15,6 %), aguas (7 %) y vino (6,2 %).
El acuerdo
El acuerdo liberaliza el 99 % del comercio agrícola de la UE, mientras que por su parte, Mercosur abrirá su mercado al 88 % de los bienes agrarios comunitarios y a un 91 % del total de sus exportaciones.
Para Mercosur, supone una reducción de aranceles a sus exportaciones de frutas o vegetales, y la supresión de gravámenes para soja.
Dentro de la categoría de productos sensibles objeto de la apertura figuran el vacuno, arroz, carne de aves o azúcar.
Quedarán protegidas 350 denominaciones de origen de la UE.
Para el sector agroalimentario español, ofrece ventajas en vino, bebidas espirituosas, refrescos, chocolate, lácteos, algunas frutas y hortalizas o el aceite de oliva.
Los productores españoles han mostrado especial preocupación por la entrada de carne de vacuno o zumo de naranja.
Dudas de los agricultores
El director de relaciones internacionales de Asaja, Ignacio López, declara a Efeagro que “no puede ser que Mercosur beneficie a todos los sectores económicos y signifique una pérdida para los intereses agrarios europeos”.
López subraya el “desequilibrio” entre la UE y Mercosur en las normas de producción ya que, según ha denunciado también el Copa-Cogeca -que representa a las organizaciones agrarias comunitarias- se están importando productos “por debajo de los estándares fitosanitarios” europeos.
Por ello, ha pedido que se “controlen las importaciones”.
La posición americana
El gerente del programa de comercio internacional de IICA, Daniel Rodríguez, señala a Efeagro que el acuerdo “reviste un importante reto” y “pretende establecer un marco estable en las reglas que permitirán una mayor generación de empleo, mayores inversiones y acceso a cadenas globales de valor.
El reto, apunta, “consistirá, en establecer normas adecuadas que puedan ser cumplidas por todos los productores y los exportadores y para ello será necesario alcanzar un equilibrio entre la protección del ambiente y la defensa del comercio”.
Mercosur “ha dado muestras de avances en el desarrollo de una agricultura sostenible que utiliza tecnologías y prácticas de producción ambientalmente sustentables, como la siembra directa y otras prácticas conservacionistas”, según Rodríguez.
Fuente: valenciafruits.com