El tipo de cambio diferencial está en el centro de la agenda frutícola y Marcelo Loyarte, gerente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), lo explica así: “El ‘dólar fruta’ es una batalla que la estamos dando todos los días. Lo estamos soplando todo el tiempo para que no se apague porque para nosotros es crítico que aparezca el dólar fruta. Con estos niveles de costos, este tipo de cambio es insostenible”.
¿Cómo arrancó la temporada?
La expectativa era de una cosecha superior a la del año pasado, más parecida a la cosecha de 2021, vemos realidades dispares a lo que es un poco de afectación de heladas y en algunos lugares, de granizo. En general, la expectativa es de una cosecha superior en volúmenes de producción. En cuanto a la calidad también, hay lotes bastante heterogéneos. Vimos en algunas zonas dificultades para conseguir gente. Este va a ser seguir siendo un gran tema en la fruticultura.
Cada vez es más difícil conseguir gente y cada vez más difícil conseguir la calidad de cosecha que hace falta. Indudablemente el sector tiene que alinear con lo que se vaya desarrollando a nivel mundial en términos de automatización e incorporación de lo que a algún momento va a llegar, no podemos pensar que no va a pasar porque la escasez de mano de obra y la dificultad para que los mismos cosechadores que vienen un año vengan al año siguiente hace que sea uno de los grandes temas de la agenda.
¿Y el mercado?
El gran tema que hay en el mundo para la fruta es el retorno para la fruta. Este y lamentablemente los costos que hay en el medio más mercados que no están a la altura de los costos argentinos.
Si bien es cierto que este año no hubo un aumento de costos tan pronunciado a nivel logístico y naviero, sigue siendo muy alto. Es muy difícil poder reflejar en un precio el aumento de los costos.
Y encima paritarias del 100%..
En un escenario como este, de una inflación tan alta, es muy difícil. Primero poder llegar a porcentajes que podrían ser un poco más ajustados a la realidad del negocio frutícola.
Es difícil acordar porcentajes más bajos. Aunque sea un porcentaje lógico, no va con la ecuación del negocio. Hay una cuestión que desde la cámara la hemos planteado muchísimas veces que es cambiar el momento de la negociación porque se empiezan en
octubre y se terminan en diciembre. Si las partes no llegan a un acuerdo, hay que ver de evitar que las negociaciones terminan cerrándose sobre la cosecha. Es muy difícil negociar con la presión permanente que hay que empezar a cosechar a los pocos días.
Y los trabajadores llegaron tarde…
Si. De hecho tengo entendido que hubo algunas chacras donde no se cosechó toda la pera porque no había gente. Se quedó la planta.
Sí porque no se pudo hacer dos pasadas…
Si, por eso te decía que uno de los grandes desafíos que tiene el sector es avanzar sobre la automatización en este tipo de tareas porque tenemos una dependencia muy grande de la cantidad de gente que viene de afuera.
Además, es un problema mundial que cada vez hay menos gente que quiere trabajar en la agricultura. Y un tercer aspecto es que el avance tecnológico es indiscutible y va a permitir tener rendimientos diferentes.
Cuando aparece una plataforma en la chacra, las complicaciones con el personal también aparecen, ¿no?
La plataforma sería algo intermedio, me estoy refiriendo a un avance mayor. En el mundo en algún punto va a haber tecnología como para que ya esté formas de de cosechar donde se pueda complementar. Todavía falta y hay que lidiar con todos estos temas.
Contame cómo está impactando el sol porque no hemos podido poner malla…
Es uno de los temas que hemos planteado en la agenda que armamos e hicimos llegar a la necesidad de que vuelva a aparecer el financiamiento para mallas.
Yo te diría que hoy es “el” tema a financiar. Por un lado, la mayor automatización y en segundo lugar, las mallas. Es una inversión muy importante que muy difícilmente puede salir esa inversión del
propio flujo del negocio. En un momento lo hubo, y gracias a ese financiamiento, el crecimiento que tuvo el Valle, en cantidad de chacras bajo mallas fue enorme. Falta un empujón mucho más grande todavía.
Con la malla se resuelve el tema del sol y del granizo. Hay muy pocos proveedores, escasez de insumos… En determinado momento costaba conseguir alambre. Hay que lidiar con temas propios y temas.
Se habló mucho de que iba a haber un dólar fruta de $260 y después se dejó de hablar del tema…
Es una batalla que la estamos dando todos los días. Lo estamos soplando todo el tiempo para que no se apague porque para nosotros es crítico que aparezca el dólar fruta. Con estos niveles de costos, este tipo de cambio es insostenible.
Si hay una realidad que vivió el Valle, que los llevó de 50.000 a 30.000 hectáreas productivas fue esta ecuación económica. Con un tipo de cambio que no es conveniente, con una inflación galopante, ya sabemos en qué termina esto.
Entonces, lo venimos advirtiendo ya desde septiembre del año pasado, la necesidad de modificar el tipo de cambio, de hacer un tipo de cambio especial. Hasta el momento no No hemos tenido ninguna respuesta concreta y ya te diría que hasta tendríamos que revisar si el número es 260.
Al vino se lo prometieron y no lo cumplieron, ¿no?
El anuncio que hubo fue un poco para las economías regionales. A nosotros no nos servía porque era una ventana de tiempo donde era muy poquito el volumen de exportaciones. Ya de antes teníamos planteado y se habían hecho las presentaciones.
¿Cuantificaron la cantidad de millones de dólares que tienen las economías frutícolas más importantes del país?
Nosotros planteamos que ante un año como este, cuando la ecuación económica no es positiva, lo primero que pasa es que ponés menos fruta en la máquina. Vos no podés procesar fruta de mala calidad. Con lo cual, el primer efecto que vas a tener es menos fruta empacada. De ahí para adelante hay un impacto enorme: menos material de empaque, menos servicios, menos mano de obra ocupada… No podés sostener el nivel de exportación de un año después.
La caída que va a tener la actividad, no la podemos prever, pero ya lo hemos visto otros años. Vas a tener menos dólares exportados, vas a trabajar solo la fruta buena.
Otro tema: la industria no está pagando ni lo que pagaba el año pasado.
Sí, ellos tienen sus fundamentos, pero es cierto que los precios no son satisfactorios. Estamos en campaña con el tema, no está cerrado y es “el: tema en la agenda que tenemos
en este momento. Más allá de que estamos trabajando en la campaña para la venta de pera en el mercado interno. Este es el tema más importante que tenemos en este momento en la agenda en la cámara.
¿Cómo es la campaña para vender pera en el mercado interno?
Estamos trabajando en la etapa preliminar, la idea es impulsar fuerte al consumo de pera en el mercado interno teniendo en cuenta que la manzana tiene un posicionamiento ya reconocido.
Si bien buscamos resultados en el mediano plazo, este año de alguna forma lo que queremos es pisar un poco el acelerador e incentivar más el consumo de pera en los próximos meses.
Se ha logrado algo interesante que es el posicionamiento de la pera en la gastronomía gourmet y ahora lo que estamos trabajando en la etapa que viene es ligarlo al consumo de de pera en fresco.
Ahora estamos en la etapa de laboratorio, estamos esperando la propuesta de la agencia de ver cómo salir a la cancha con esas ideas y en los próximos meses ya estaríamos saliendo a nivel nacional.
Nosotros la pera siempre la pensamos como una fruta para exportar. Y sin embargo había mucho que crecer en el mercado interno, por eso se empezó a invertir en eso.
¿Sabés algo de Fruit Logistica 2023?
Lo que sé hasta acá es que un abi bastante raro, algunos programas de Rusia se rearmaron, algunos se cayeron… Hay un interés bastante menor que el del año pasado. Esos fueron los primeros trazos que tuve.
Fuente: realidadeconomica.com.ar