Empresas de sectores clave para la exportación española —como el hortofrutícola o el de conservas pesqueras— hablan de incrementos cercanos al 300% en los costes logísticos o del precio de un contenedor multiplicado por diez, como es el caso de las industrias de bebidas, y en general han constatado que el panorama es muy difícil por el entorno inflacionista y la escasez de materias primas.
Los problemas son más evidentes en el transporte marítimo, ya sea por el bloqueo de los puertos ucranianos por Rusia —con el descenso de materias primas agrícolas— o por las restricciones portuarias en China frente al coronavirus que redujeron la oferta de contenedores y están provocando retrasos en las rutas mercantes.
Los líderes de la Unión Europea (UE) abordaron en su última cumbre la necesidad de facilitar la salida de cereales de Ucrania, para evitar un desabastecimiento que aparte de elevar precios puede provocar hambrunas en Oriente Medio o en África.
Incrementos de un 300% y temor por el consumidor
El secretario general de la patronal de fabricantes de conservas pesqueras Anfaco-Cecopesca, Roberto Alonso, ha declarado a Efeagro que las limitaciones logísticas de materias primas afectan “indudablemente” a la competitividad de las empresas y al poder adquisitivo del consumidor.
Para el transporte de conservas el papel de China es crucial, porque al estar los puertos parados no llegan contenedores de ese origen que después se usan en la exportación, por ejemplo a América.
Esto también ocasiona retrasos en la entrega de pedidos, además de suponer una tendencia alcista en costes logísticos que en ocasiones se han incrementado hasta el 300%, según Alonso.
“La incertidumbre dificulta la planificación de las empresas que intentan reforzar sus destinos europeos sin descuidar otros, como Estados Unidos. La guerra fue un elemento adicional que dificultó la recuperación económica tras la pandemia”, ha señalado.
“Nuestro sector sabe trabajar, aspiramos a un entorno más estable, pero estamos en una situación de incertidumbre y habrá que esperar a final de año para comprobar cómo se comporta el consumidor en su cesta de la compra y la afectación de Ucrania”, según Alonso.
Tránsito descontrolado
Las ventas hortofrutícolas fuera de Europa se han visto afectadas por la guerra y las restricciones de puertos chinos como el de Shanghái, según la Federación de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex).
“Hace tres años un contenedor para enviar mercancía a China o Singapur podía costar entre 3.000 y 3.200 euros y ahora ha subido hasta 9.000 y 12.000 euros, lo que hace inviable la exportación”, han declarado a Efeagro fuentes de Fepex, además de resaltar que el descontrol en los tiempos de espera y de tránsito perjudica a los alimentos perecederos.
Fuente: valenciafruits.com