El adelanto en la recogida provocará que se pierdan entre dos y tres meses de trabajo en el campo según la asociación Palmanaranja La producción de naranjas en la comarca de la Vega del Guadalquivir estará muy por debajo de las previsiones que se había marcado la asociación profesional citrícola Palmanaranja cuyo presidente Álvaro Zamora ha confirmado que este año se recolectarán 50.000 toneladas menos de lo estimado lo que supone una reducción del 20 por ciento. Y es que el colectivo esperaba una cosecha por encima de las 250.000 toneladas pero la recogida de las primeras variedades ha puesto de manifiesto que no se superarán las 200.000 al final de la campaña debido sobre todo a las heladas y la sequía del año pasado.
Zamora insistió en que las heladas que afectaron al campo durante el mes de enero de 2005 han provocado una bajada importante en la producción de este año a pesar de que «la arboleda se ha recuperado perfectamente». Según los datos de la asociación la variedad más dañada ha sido la navelina con una merma que oscila entre un 50 y un 70 por ciento. La navelina se está recolectando cada campaña hasta el mes de abril y este año llegará sólo a mediados de enero por lo que se pierden tres meses de venta de esta variedad destinada al consumo en fresco.
Zamora añadió que las estimaciones de Palmanaranja barajan una bajada de producción de entre un 30 y un 35 por ciento en la variedad salustiana y un descenso del 50 por ciento en la variedad cadenera. Explicó que todas las hipótesis apuntan a que la navelina ha sido la más dañada porque en el momento de la helada los árboles habían sido recolectados ya con lo cual el frío les afectó de una forma más intensa.
El presidente de Palmanaranja explicó que la merma en la producción conlleva que las variedades adelanten su recolección para dar respuesta al mercado y puso como ejemplo la salustiana que se recoge habitualmente en enero y comenzó su recolección a finales de noviembre. Igual pasará con la cadenera y las siguientes variedades ya que todas ellas llevan un adelanto de entre mes y medio y tres meses en su recolección.
La consecuencia de este adelanto en la recogida será que la actual campaña citrícola concluirá el próximo mes de marzo con lo cual se perderán entre dos y tres meses de trabajo según Palmanaranja. No obstante los principales perjudicados por las heladas van a ser los trabajadores ya que si las predicciones más pesimistas se confirman se van a perder bastantes jornales tanto en la recolección como en la distribución (trabajo en almacenes). La asociación profesional citrícola confía en las variedades tardías como la navelate y valencialate para remediar la situación y que las pérdidas no afecten tanto.
En la campaña anterior la asociación presentó una producción de 220.000 toneladas con una facturación de 88 millones de euros y con 362.000 jornales si bien las estimaciones para este año difieren mucho debido a la cosecha que se esperaba de las nuevas plantaciones con lo que la patronal no puede ofrecer una cifra real del número de jornales que dejarán de realizarse.
Para paliar la reducción de trabajo en la campaña de la naranja el Pleno de Palma del Río ya ratificó hace unos meses un acuerdo para ampliar las obras a realizar en la localidad a través del Programa de Fomento de Empleo Agrario (Profea). El Ayuntamiento palmeño ejecutará tres proyectos de interés social: limpieza y mantenimiento de jardines parques públicos y zonas verdes de la ciudad con un presupuesto de 140.235 euros; acondicionamiento del exterior del convento de Santa Clara con 70.004 euros; y adecentamiento de edificios municipales con un coste de 139.667 euros.
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