Europa establece una excepción de cinco años para las sustancia extraídas de plantas o partes de plantas (aceites esenciales) que no están modificadas químicamente.

El Consejo de la Unión Europea (los Estados miembros) y el Parlamento Europeo alcanzaron el pasado martes un acuerdo provisional sobre el nuevo Reglamento de Clasificación, Etiquetado y Envasado de Sustancias y Mezclas Químicas, y, finalmente, los aceites esenciales han quedado exentos de cumplir esta normativa.

Asociaciones como Ailimpo, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), Cosmetics Europe, The International Fragrance Association (IFRA), la Asociación Española de Fragancias y Aromas Alimentarios (AEFAA), EFEO (European Federation of Essential Oils), AMAF y ANIPAM, llevaban ya dos años trabajando conjuntamente para lograr que Europa se replantease la clasificación de los aceites esenciales en el nuevo reglamento CLP (Classification, Labelling and Packaging) sobre sustancias químicas. Estas entidades han defendido que los aceites esenciales son sustancias naturales complejas y, como tales, no deberían clasificarse como químicos potencialmente tóxicos.

El pasado mes de septiembre, la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo votó a favor de una revisión del Reglamento CLP excluyendo a los aceites esenciales de la nueva clasificación que los consideraría MOCS (More Than One Component) y reconociendo su origen natural. Ahora, el acuerdo provisional alcanzado por el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo ratifica esta decisión e incluye, en el caso de las sustancias con más de un componente, una excepción de cinco años para las extraídas de plantas o partes de plantas (aceites esenciales) que no están modificadas químicamente. Después de ese tiempo, la Comisión podrá proponer una nueva legislación para esos productos a partir de informes científicos. Por ello, la asociación europea EFEO (European Federation of Essential Oils) ya está trabajando en esos informes científicos.

La ponente del Parlamento Europeo, Maria Spyraki (PPE, Grecia), señaló que con este acuerdo se había dado un paso significativo “hacia la protección de nuestros ciudadanos y el medioambiente. El CLP es uno de los dos pilares clave de la legislación de la UE en materia de sustancias químicas y un componente esencial de la Estrategia de Sostenibilidad en materia de sustancias químicas. Su revisión aumenta significativamente el nivel de protección de los consumidores y del medioambiente, mejorando específicamente la protección de los niños y los derechos de los consumidores. La introducción de nuevas clases de peligro proporciona una mejor información para todos los productos que contienen sustancias químicas. También abordamos los riesgos derivados de las ventas en línea e introducimos disposiciones específicas para las estaciones de recarga con el fin de minimizar la exposición humana. Al establecer una excepción para algunas sustancias que contienen más de un componente extraído de plantas o partes de plantas, apoyamos a la agricultura y a las pymes y garantizamos la sostenibilidad y la competitividad del sector de los aceites esenciales. Por último, proporcionamos un periodo adecuado para que la industria se adapte a los nuevos requisitos”.

Nuevo reglamento

El Consejo de la Unión Europea indicó en un comunicado que el nuevo reglamento actualiza la legislación comunitaria de 2008 y aspira a “aclarar las normas sobre el etiquetado de sustancias químicas y la información requerida para los químicos vendidos en Internet”. El acuerdo provisional adapta el reglamento a diferentes formas de comercio (comercio en línea o comercio de productos de recarga), promueve la circularidad de los productos químicos, hace que las etiquetas sean “más claras y fáciles de entender” (incluidas las etiquetas digitales) y garantiza “un elevado nivel de protección contra los riesgos químicos”.

El ministro español de Industria, Jordi Hereu, cuyo país preside este semestre el Consejo, declaró que la revisión del reglamento llevará la economía digital y circular al sector químico. “Con las nuevas normas, los consumidores tendrán toda la información necesaria tanto en papel como en formato digital, con independencia de si los compran (los productos) en tiendas, a granel o por Internet”, añadió el ministro.

Según el Consejo, el nuevo reglamento tiene por objetivo incrementar la protección de la salud humana y del medioambiente, así como facilitar el acceso a información actualizada sobre los riesgos químicos y simplificar las normas de etiquetado. También plantea “procesos mejores y más rápidos para que todos los actores proporcionen información sobre los peligros de los productos químicos comercializados en el mercado de la UE”. Además, se contempla una comunicación de los peligros químicos, también en línea, mediante requisitos de etiquetado y publicidad “más simples y claros”. El Consejo hizo referencia a “un tamaño de fuente mínimo para las etiquetas de los productos químicos”.

Igualmente, se atribuyen nuevos poderes a la Comisión Europea, además de los Estados miembros y la industria, para acelerar el procedimiento de identificación de sustancias peligrosas y hacer las propuestas de clasificación necesarias.

Se incluyen reglas específicas para productos químicos recargables, de modo que los consumidores puedan comprar y utilizar de forma segura productos químicos, como los destinados al cuidado del hogar, vendidos a granel.

El texto pactado exige que la mayoría de productos químicos lleve una etiqueta física, mientras que la etiqueta digital también puede ser una opción para los proveedores. También introduce medidas para que las etiquetas sean más claras y fáciles de leer, en particular para las personas con dificultades visuales. “Para determinados productos, el proveedor puede proporcionar datos únicamente digitales, aunque el consumidor siempre puede solicitar una copia física de la información del producto”, recalcó el Consejo.

El acuerdo alcanzado el pasado martes tiene que ser ahora adoptado formalmente por la Eurocámara y el Consejo.

 

Fuente: valenciafruits.com