El consultor hortofrutícola, Paco Borrás, realiza un recorrido sobre la evolución de las exportaciones citrícolas en los últimos cinco años.

Analizaremos la evolución de las exportaciones de las últimas cinco campañas separando los cítricos frutas, naranjas y mandarinas, de los otros cítricos, limones y pomelos. Su comportamiento a nivel de consumo por un lado y su evolución en España a nivel productivo es diferente.

A nivel de consumo, naranjas y mandarinas, se usan básicamente como postre y sus grandes competidores son el resto de las frutas del lineal. Los limones son claramente un aditivo para muchas bebidas, tanto espirituosas como para el té y otras infusiones y son el complemento de muchos platos de cualquier momento de la comida. El pomelo se ha quedado casi exclusivamente en el segmento de los zumos.

A nivel productivo en España, naranjas y mandarinas están en retroceso mientras que limones y pomelos están creciendo.

 

Destino por continentes

Todos los datos que estudiaremos sobre las exportaciones españolas tienen como fuente el portal Datacomex del ministerio de Comercio de España y están expresados en toneladas. 

En los cuadros 1 y 2 observamos algunos aspectos que diferencian totalmente las exportaciones de los dos grupos:

— La bajada excepcional de la cosecha 2022/23 respecto al promedio de las cuatro campañas anteriores en el caso de las naranjas y mandarinas es mucho mayor que la bajada de los limones y pomelos. Naranjas y mandarinas bajan un 21,17% y limones y pomelos un 11,93%.

— Si, por otro lado, tenemos en cuenta que este año se repite una bajada acumulativa de aforos en naranjas y mandarinas mientras que los limones crecen mucho y los pomelos se mantienen, es previsible imaginar que seguirán bajando las exportaciones de naranjas y mandarinas producidas en España y en contra subirán las exportaciones de limones y pomelos.

– Si analizamos el destino de las exportaciones por continente, donde a menor cosecha es asumible una cierta tendencia a la comodidad que supone exportar en camión a cualquier país del continente europeo sea o no de la Unión Europea, observamos que los datos para los dos grupos dentro de su descenso generalizado en los destinos de ultramar son muy diferentes. 

– Las naranjas y mandarinas han bajado las exportaciones a ultramar de un 6,31% a un 3,36% del total, pero hasta en una campaña tan corta se han exportado a estos destinos casi 80.000 toneladas lo que supone alrededor de 4.000 contenedores, o sea, están vivos en algunos mercados.

El sector del limón ha abandonado demasiado unos destinos que muy probablemente le harán falta este año 

– Los limones y pomelos han pasado en el mismo periodo de un 3,46% a un 0,61% lo que supone unas 4.124 toneladas o sea cerca de 200 contenedores. Es evidente que el sector del limón ha abandonado demasiado unos destinos que muy probablemente le harán falta este año a la vista de la cosecha y de la que llegará con las nuevas plantaciones realizadas de limones sobre todo en la última década. 

El 50% de las exportaciones se destina a los dos grandes países en habitantes de Europa, Alemania y Francia

La suma de toda la UE más el Reino Unido representa el 91 a 93% de todas las exportaciones de naranjas y mandarinas españolas. Está situación se manteniene con muy pocas variaciones tanto si exportamos 3.400.000 como si exportamos 2.400.000 toneladas.

 

Destinos europeos

Como se aprecia en el cuadro 3, el 50% de las exportaciones se destina a los dos grandes países en habitantes de Europa, Alemania y Francia, siendo la suma del Reino Unido, Países bajos, Polonia e Italia el siguiente 25%, con lo que estos seis países suponen el 75% del total de las exportaciones de naranjas y mandarinas de España.

Y por otro lado la suma de toda la Unión Europea más el Reino Unido representa el 91 a 93% de todas las exportaciones de naranjas y mandarinas españolas. Está situación se está manteniendo con muy pocas variaciones tanto si exportamos 3.400.000 como si exportamos 2.400.000 toneladas de naranjas y mandarinas.

La mayor concentración de los limones y pomelos en el continente europeo, como se ve en el cuadro 4, hacen subir los porcentajes equivalentes en los países que hemos nombrado anteriormente. Los 7 países más importantes agrupan el 79% del total y la Unión Europea más el Reino Unido suponen el 97% de todas las exportaciones de limones y pomelos españoles.

 

Ultramar

Exceptuando pequeñas cantidades enviadas hacia Marruecos por ferry, 123 toneladas en 2019 y 75 en 2020, el resto de las exportaciones se han realizado por contenedor con lo que ello implica de complicaciones logísticas y burocráticas. Sin tener en cuenta las exportaciones a países con protocolo de exportación mucho más complejas. 

La lista de países, como se aprecia en el cuadro 5, es larga: 25 de África, 12 de América, 7 países árabes y 18 del resto de Asia y Oceanía, 62 en total. Los de mayor peso en los últimos años e incluso la corta campaña pasada, Canadá, países árabes, Brasil y China. Estos cuatro destinos representan el 83% de todas las exportaciones de naranjas y mandarinas a ultramar, y cerca del 3% del total.

Los destinos de las exportaciones a ultramar de limones y pomelos (ver cuadro 6) en cuanto a número de países es bastante similar a los de las naranjas y mandarinas ya que son 24 en África, 11 en América, los 7 países árabes y 9 en el resto de Asia y Oceanía, 51 en total.

Pero relevante en regularidad y volumen sólo esta Canadá que representa de media el 65% de todas las exportaciones a ultramar de limones y pomelos, aunque evidentemente solo represento el año pasado un 0,4% del total de las exportaciones.

 

¿Por qué España exporta tan poco a ultramar?

Si analizamos las exportaciones de los países que siguen a España en el ranking mundial de exportación de cítricos, Sudáfrica, Turquía, Egipto, China, México o Estados Unidos, podemos afirmar que sólo México está en las mismas condiciones logísticas tan sencillas como España para llegar con camión directo desde sus centrales de confección a los clientes finales. México exporta el 97 % de sus exportaciones de cítricos, básicamente limas, a Estados Unidos y en el caso de España un porcentaje similar son para el continente europeo.

El resto de los países operan con una complejidad mucho mayor bien con contenedores marítimos o camiones con largos recorridos y con una combinación de ferris muy alta.

Por lo tanto, la primera razón por la que España no exporta más cítricos a Ultramar es simplemente por comodidad.

La segunda razón es mucho más compleja ya que tiene componentes históricos, estructurales y geopolíticos, de nuestra posición dentro de la Unión Europea.

En los inicios del Mercado Común, hoy Unión Europea y Mercado Único el peso de las importaciones agrícolas era mayoritario entre los fundadores y en estos momentos lo sigue siendo para los países del Norte con Holanda y Bélgica a la cabeza seguidos por Alemania. Estos países siguen más interesados en las importaciones que en sus propias exportaciones fuera de la Unión. 

Y, por otro, lado la gestión de las exportaciones agrícolas les pareció y les parece a una serie de ministerios de los Estados miembros una forma de mantener competencias que no ceden a Bruselas, con la equivocada idea que ellos por libre negociaran con los estados terceros mejor que Bruselas.

Y la tercera y más dramática razón es que España al igual que el resto de los otros países de la Unión Europea en cítricos, manzanas, peras, uvas, kakis y otras frutas europeas, no exportamos más a ultramar por culpa de los Protocolos de Exportación.

Es una triste y larga historia que nos coloca a los agricultores europeos en una posición de inferioridad permanente frente a los productores de otros países ya que ellos no tienen que soportar ningún tipo de protocolo de exportación para enviarnos los mismos productos a la Unión Europea.

La esencia de este problema radica en la asimetría de la negociación para las condiciones de importación y exportación que tienen los terceros países con la Unión Europea. Mientras para negociar la importación negocian en Bruselas para llegar a cualquier país europeo, la negociación de exportación hacia esos terceros países la tiene que negociar cada país miembro de la Unión Europea por su cuenta y producto a producto. Esta asimetría ha generado un abuso absoluto de las condiciones por parte de algunos países que se concreta con los protocolos de exportación, la mayoría de los cuales son copia y pega de los que invento en los años 70 el USDA americano y que continúan siendo tan buenos que la Unión Europea aún no ha conseguido enviar ni un kilo de manzanas europeas a EEUU después de décadas de negociación. 

Es curioso ver como actualmente los países que nos obligan aplicar estos abusivos protocolos de exportación, nos envían cítricos a nosotros sin ningún protocolo

Centrándonos en cítricos, es curioso ver como actualmente los países que nos obligan aplicar estos abusivos protocolos de exportación, nos envían cítricos a nosotros sin ningún protocolo.

Los datos de Eurostat (cuadro 7) nos muestran cómo llegan cuando el mercado les interesa, ya que ellos pueden decidir de hoy para mañana enviar contenedores a Europa sin necesidad de haber identificado parcelas o almacenes seis meses antes o haber pasado inspecciones y paseado los inspectores europeos a gastos pagados y con el traductor al lado.

Por el contrario, las exportaciones de cítricos españoles (cuadro 8) a estos mismos países nos aportan aspectos relevantes.

A todos estos países, sin lugar a duda, exportaríamos más cítricos si no tuviéramos protocolos y no estamos hablando del tratamiento de frío, discutible en algunos de ellos.

Estos dos países  junto a Bélgica están más interesados en las importaciones que en sus propias exportaciones fuera de la UE

El caso más patético es de los nuevos protocolos aplicados desde esta última campaña por parte de Perú y Ecuador. Allí podíamos exportar antes como demuestran las estadísticas y, además, sobre todo Perú, son países que dependen mucho de las importaciones españolas de sus productos. Los protocolos encarecerán los cítricos españoles en estos dos países y su consumo no podrá crecer. 

Para mantener nuestro liderazgo, entre otras cosas, tenemos que ser menos cómodos y pelear más los mercados de ultramar.

 

¿Cómo afrontar el futuro y mantener el liderazgo español?

La producción de limones ya está ahí y con los nuevos árboles antes del 2030 España tendrá 1.500.000 toneladas de producción. De una forma u otra, la producción de naranjas y mandarinas volverá a alcanzar cosechas de 6.000.000 de toneladas.

Y entonces se necesitarán todos los mercados y para ello tendremos que:

– Ser menos cómodos y pelear más los mercados de ultramar.

– Convencer a políticos y ministerios que negociar con países terceros juntos es mejor que individualmente.

– Conseguir que los representantes políticos en todos los niveles y administraciones, nuestras consejerías, ministerios y Comisión Europea asuman la injusticia de los protocolos para los agricultores europeos y trasladen a Bruselas las negociaciones de importación y exportación e incluyan estos temas en los tratados de Libre Comercio estos temas. 

 

 

Fuente: valenciafruits.com