Como muestra de los retos a los que se enfrenta Argentina, los precios cambian tan rápido que los supermercados ni siquiera etiquetan ya los productos. Este país sudamericano enfrenta graves problemas de divisas y subidas de precios superiores al 100%, acentuados por una prolongada sequía que está forzando al sector exportador de frutas y hortalizas a redoblar esfuerzos para llegar a fin de mes.

Por primera vez en más de una década, los jóvenes argentinos están experimentando las mismas condiciones de hiperinflación y problemas monetarios que sus abuelos y padres enfrontaron durante muchas décadas en la historia del país. Los precios subieron un 124% de agosto del año pasado a este, según las estadísticas del Gobierno.

«No tienes ni idea de cuánto van a costar las cosas mañana. En los supermercados ya ni siquiera se molestan en poner etiquetas con los precios porque estos cambian más rápido de lo que se tarda en etiquetar un producto», dice Nahuel Lavino, director de ventas de exportación de Fama, un gran exportador e importador argentino de cítricos.

Florencia Zamora, de la empresa familiar Zamora Citrus, afirma que las condiciones actuales le resultan desconocidas. «En cuanto a la inflación en Argentina, personalmente es la primera vez que experimento una hiperinflación. Es decir, hoy los precios varían día a día, los presupuestos cambian tanto que las condiciones de pago son en efectivo».

Según dice, esto tiene un profundo efecto en los costes de producción, que pueden elevarse rápidamente para los productores de cítricos y de otras frutas que dependen de tantos insumos. A menudo, muchos de estos insumos también se tienen que importar. «En cuanto a los costes de producción con esta inflación, es muy difícil, porque no se puede planificar, no hay precio para las cosas o los servicios. Así que no sabremos realmente el resultado de la temporada».

Zamora agrega que, si bien su negocio de exportación genera divisas, la situación en Argentina es tan grave que el ingreso de divisas es mucho menor cuando finalmente les llega. «A esto se suma el precio del tipo de cambio; la moneda norteamericana, cuando ingresa, se transforma en pesos, a un tipo de cambio inferior al tipo de cambio Blue. Es decir, también hay inflación en términos de precios en dólares».

Lavino dice que a medida que la temporada de cítricos argentinos se acerca a su fin tienen menos fruta disponible a pesar de la alta demanda de los mercados claves. «Nuestra temporada está terminando con menos fruta de la esperada. Los clientes demandan más fruta pero no quieren subir los precios. Nos quedan tres semanas más de mandarinas, y después naranjas, que también tienen mucha demanda; esto nos mantendrá ocupados hasta diciembre. Hay una buena demanda global de cítricos en Europa y otros mercados de exportación de Inglaterra, Dubái, Arabia Saudí, etc.».

Con las elecciones a la vista en Argentina, depositan sus esperanzas en un nuevo liderazgo político. «Este año son claves las nuevas condiciones que ponga el presidente que gane. Sabemos que deben mejorar las condiciones para poder producir y exportar, porque es lo que necesita Argentina, el déficit de la balanza comercial no se puede sostener más. Así que tendrán que devaluar como primera opción, y controlar la inflación con otras herramientas», afirma un esperanzado Zamora.

 

Fuente: freshplaza.es