El paralelismo de Argentina

Se comentaba recientemente que Argentina había comenzado a exportar cítricos a China. Esta semana se recoge la información de que este inicio se traduce ya en 220 toneladas lo cual pone de manifiesto que las primeras 40 toneladas de naranjas y pomelos ya consumidas en destino llegaron a satisfacción de los consumidores chinos. (Luis Font de Mora España) Sin duda al igual que España Argentina tiene como mercado insustituible al viejo continente pero cualquier país de relevancia exportadora necesita diversificar su exportación al máximo posible. Ello exige mucha voluntad y el apoyo político de los respectivos gobiernos al buen fin de abrir razonablemente las puertas de los mercados reticentes a lo foráneo.
Visto lo anterior y recordando al Ministerio de Agricultura que cese en su prepotencia sea más diligente e informe algo mejor a los interesados debe insistirse que Argentina firmó a través de su servicio SENASA el oportuno protocolo con el AQSIQ su homólogo de China. ¿Para cuándo se establecerán oportunos y sendos protocolos con los países en los que existen plagas y enfermedades desconocidas en España y otros países europeos?
El hecho es que la alternancia productora permite observar gran parte de la producción latinoamericana de frutas y primores como un complemento necesario para mantener la fidelidad del consumo a nuestros productos e incluso para proporcionar cierta actividad a nuestros propios operadores más dinámicos. Pero en reciente información quedó un poco en el aire la crisis que está sufriendo la producción argentina pese a que en dicho país sin ignorar la existencia de lo que allí denominan pequeños productores se disfruta de una estructura que viene a ser el modelo que nos plantean equivocadamente algunos operadores españoles.
El hecho es que en Argentina alrededor de 5.500 citricultores poseen 155.000 hectáreas lo cual se traduce en una propiedad media de 28 2 hectáreas equivalentes a 340 hanegadas valencianas por cabeza. Cierto que ello no elimina una dualidad como vamos a exponer a continuación ya que existen grandes propiedades muy superiores en todos los conceptos agrarios y estructurales a lo establecido en Huelva.
Por poner un ejemplo un conocido valenciano Angel Sanchís Perales según el trabajo que realizó Ramón Tamames dos años atrás después de aceptar la invitación de dicho anfitrión posee alrededor de 3.000 hectáreas de cítricos dentro de una notable propiedad en la que además se cultivan 8.000 hectáreas de soja 50 de invernaderos y el resto hasta 30.000 hectáreas de bosque.
Pero ante la crisis ya arrastrada pero agudizada en la campaña actual los “pequeños” y “medianos” citricultores se han unido en los llamados grupos CREA para compartir los problemas cotidianos. El entrecomillado no presupone reticencia alguna pero se desea que el lector valore la diferente situación estructural aunque coincidamos en unos problemas reales y potenciales. Así adicto a la lectura diaria de la información que sirve la “Asociación Tucumana del Citrus” se conoce que el grupo CREA La Armonía está presidido por la productora Diana Chediack la cual muestra su satisfacción a un periódico local por trabajar en la actividad de la citricultura. Se trata de un grupo conformado hace año y medio cuyos 8 componentes suman 600 hectáreas de cultivo.
La misma información recoge de La Gaceta de Tucumán que los grupos CREA celebrarán en el mes próximo un congreso a fin de tratar los principales problemas que les aquejan entre ellos la convivencia con las plagas que al mismo tiempo son causa de cuarentena en determinados países receptores de sus producciones prácticamente todos los mediterráneos. A destacar por nuestra parte la afirmación de los productores argentinos de que solamente se podrá continuar en su labor si se produce fruta de calidad ya que en caso contrario se desaparecerá. También textualmente la afirmación se complementa con la opinión de que “hoy el productor de fruta para la industria sólo de industria no existe está fundido”.
Visto lo anterior alguien podrá pensar que el titular del artículo es de escasa fortuna por lo dudoso del paralelismo. Pero se opina que los productores argentinos que están reaccionando seriamente respecto al problema del greening ya detectado en Brasil desde tiempo atrás comparten con nosotros la misma razón de ser y al mismo tiempo un problema fundamental por mucho que algunos de nuestros operadores miren hacia otro lado cuando oyen hablar de el y que se concreta simplemente en el mismo mercado. A ello se añaden la tantas veces repetida contraestacionalidad que permite relaciones de todo tipo con un juego limpio por ambas partes.
Por cierto leyendo la satisfacción que nuestras organizaciones profesionales han evidenciado ante la buena calidad de la fruta argentina cabe preguntarse qué está haciendo a estas alturas Intercitrus de cara a la nueva campaña.

2005-08-22T00:00:00-03:00

El paralelismo de Argentina

Se comentaba recientemente que Argentina había comenzado a exportar cítricos a China. Esta semana se recoge la información de que este inicio se traduce ya en 220 toneladas lo cual pone de manifiesto que las primeras 40 toneladas de naranjas y pomelos ya consumidas en destino llegaron a satisfacción de los consumidores chinos. (Luis Font de Mora España) Sin duda al igual que España Argentina tiene como mercado insustituible al viejo continente pero cualquier país de relevancia exportadora necesita diversificar su exportación al máximo posible. Ello exige mucha voluntad y el apoyo político de los respectivos gobiernos al buen fin de abrir razonablemente las puertas de los mercados reticentes a lo foráneo.
Visto lo anterior y recordando al Ministerio de Agricultura que cese en su prepotencia sea más diligente e informe algo mejor a los interesados debe insistirse que Argentina firmó a través de su servicio SENASA el oportuno protocolo con el AQSIQ su homólogo de China. ¿Para cuándo se establecerán oportunos y sendos protocolos con los países en los que existen plagas y enfermedades desconocidas en España y otros países europeos?
El hecho es que la alternancia productora permite observar gran parte de la producción latinoamericana de frutas y primores como un complemento necesario para mantener la fidelidad del consumo a nuestros productos e incluso para proporcionar cierta actividad a nuestros propios operadores más dinámicos. Pero en reciente información quedó un poco en el aire la crisis que está sufriendo la producción argentina pese a que en dicho país sin ignorar la existencia de lo que allí denominan pequeños productores se disfruta de una estructura que viene a ser el modelo que nos plantean equivocadamente algunos operadores españoles.
El hecho es que en Argentina alrededor de 5.500 citricultores poseen 155.000 hectáreas lo cual se traduce en una propiedad media de 28 2 hectáreas equivalentes a 340 hanegadas valencianas por cabeza. Cierto que ello no elimina una dualidad como vamos a exponer a continuación ya que existen grandes propiedades muy superiores en todos los conceptos agrarios y estructurales a lo establecido en Huelva.
Por poner un ejemplo un conocido valenciano Angel Sanchís Perales según el trabajo que realizó Ramón Tamames dos años atrás después de aceptar la invitación de dicho anfitrión posee alrededor de 3.000 hectáreas de cítricos dentro de una notable propiedad en la que además se cultivan 8.000 hectáreas de soja 50 de invernaderos y el resto hasta 30.000 hectáreas de bosque.
Pero ante la crisis ya arrastrada pero agudizada en la campaña actual los “pequeños” y “medianos” citricultores se han unido en los llamados grupos CREA para compartir los problemas cotidianos. El entrecomillado no presupone reticencia alguna pero se desea que el lector valore la diferente situación estructural aunque coincidamos en unos problemas reales y potenciales. Así adicto a la lectura diaria de la información que sirve la “Asociación Tucumana del Citrus” se conoce que el grupo CREA La Armonía está presidido por la productora Diana Chediack la cual muestra su satisfacción a un periódico local por trabajar en la actividad de la citricultura. Se trata de un grupo conformado hace año y medio cuyos 8 componentes suman 600 hectáreas de cultivo.
La misma información recoge de La Gaceta de Tucumán que los grupos CREA celebrarán en el mes próximo un congreso a fin de tratar los principales problemas que les aquejan entre ellos la convivencia con las plagas que al mismo tiempo son causa de cuarentena en determinados países receptores de sus producciones prácticamente todos los mediterráneos. A destacar por nuestra parte la afirmación de los productores argentinos de que solamente se podrá continuar en su labor si se produce fruta de calidad ya que en caso contrario se desaparecerá. También textualmente la afirmación se complementa con la opinión de que “hoy el productor de fruta para la industria sólo de industria no existe está fundido”.
Visto lo anterior alguien podrá pensar que el titular del artículo es de escasa fortuna por lo dudoso del paralelismo. Pero se opina que los productores argentinos que están reaccionando seriamente respecto al problema del greening ya detectado en Brasil desde tiempo atrás comparten con nosotros la misma razón de ser y al mismo tiempo un problema fundamental por mucho que algunos de nuestros operadores miren hacia otro lado cuando oyen hablar de el y que se concreta simplemente en el mismo mercado. A ello se añaden la tantas veces repetida contraestacionalidad que permite relaciones de todo tipo con un juego limpio por ambas partes.
Por cierto leyendo la satisfacción que nuestras organizaciones profesionales han evidenciado ante la buena calidad de la fruta argentina cabe preguntarse qué está haciendo a estas alturas Intercitrus de cara a la nueva campaña.

2017-10-07T12:19:50-03:00
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