Cerca de 40 empresas argentinas del sector frutícola estuvieron desde 8 al 10 febrero 2023 en Berlín, en la feria Fruit Logistica, donde mostraron sus fortalezas como proveedores de fruta, destacándose en el suministro de limones, mandarinas, naranjas y pomelos.
En el caso de los limones, Argentina se consolidó como uno de los mayores productores a nivel mundial, con un 75% de la producción destinada a exportación, en donde Tucumán, Salta y Jujuy concentran las producciones más grandes para esta fruta.
El limón de exportación se cosecha entre febrero y septiembre, y se comercializa principalmente a la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Canadá, México, Ucrania, Noruega, China, Hong Kong, entre otros mercados.
Algunos datos de la temporada de limones 2022 comparada con la temporada pasada (2021), solo Europa (26,88%) y Rusia (16%) vieron incrementados sus volúmenes. Estados Unidos (-24,77%) y otros destinos (-17,44%) experimentaron descensos. Los mercados más pequeños registraron grandes descensos, aunque partiendo de bases más bajas: China y Hong Kong, un -56,7%, y Latinoamérica, un -48,94%.
A pesar de estas cifras, Argentina y sus exportadores llaman al limón el «El Messi de las frutas». José Carbonell, Presidente de la Asociación Citrícola Argentina FEDERCITRUS, declara que «Argentina ha tenido un volumen de producción de más de 2 millones de toneladas anuales en los dos últimos años. Con cifras como éstas, la cosecha insignia no tiene por qué rehuir la comparación. Sin embargo, gran parte de los limones cosechados en el país se destina a la industria. Con 1,4 millones de toneladas, eso representó una cuota del 75% en 2022»
La industria citrícola argentina como en muchas zonas de Latinoamérica ha debido sortear el aumento de precios en insumos como fertilizantes, transporte marítimo, herbicidas, los cuales sean multiplicado por tres. A pesar de esto, Carbonell espera que para este 2023, España, Turquía y California tengan menores volúmenes de producción que Argentina, y que los herbicidas y sigan bajando.
Por ejemplo, España, con una producción anual de entre 6 y 7 millones de toneladas de cítricos dependiendo de la temporada, es el principal productor de este tipo de frutas en la UE. Esta cifra supone cerca de un 60% de la producción total de los países comunitarios, pero la Unión importa también naranjas, limones, mandarinas, pomelos y otros pequeños cítricos de terceros países. Durante 2022 (de enero a octubre) fueron un total de 1,68 millones de toneladas según el Ministerio de Agricultura.
Según el Ministerio de Agricultura de España, entre enero y octubre de 2022 , los envíos de limones argentinos al mercado comunitario se recuperaron respecto al mismo período de 2021, aumentando un 13% y totalizando 120.172 toneladas.
Los stocks argentinos con los que se inician son menores a los de principios de 2022, lo cual puede generar precios más altos a nivel mundial, en el caso de los limones. En cuanto a las naranjas y mandarinas la producción es elevada y sus mercados son Europa y el Sudeste Asiático, y gracias a la restricción de importación de naranjas sudafricanas a Europa se espera que también mejoren los precios.
Uno de los desafíos de la industria citrícola argentina es ahorrar costos de insumos, tener buenos precios y encontrar mercados justos, con el fin de mejorar los valores de las frutas que han estado dentro de los más bajos estos últimos tres años.
Algunos productores comienzan a centrarse en producir limones ecológicos para satisfacer la demanda estadounidense y estar en constante cooperación con España para suplir déficit durante la temporada en Europa.
Sin embargo, con datos hasta octubre 2022–los disponibles hasta ahora–, Sudáfrica «desplaza a Argentina como primer proveedor, aumentando su cuota en 16 puntos», según señala el informe, hasta alcanzar una cuota de mercado en este periodo del 47,5%. De hecho, el país sudafricano «casi ha duplicado sus volúmenes (+87,7%, +95.500 t) respecto a la media, mientras que las importaciones procedentes de Argentina han caído un 10,5% (-14.000 t), perdiendo algo más de 11 puntos de cuota de mercado y quedándose en un 28%».
Esta caída de los envíos se ha hecho más evidente en septiembre y octubre, los dos primeros meses de la campaña española 2022/23, en los que Argentina registró una importante caída interanual del 77,8% (53,5% si se tiene en cuenta el cómputo de la media de las últimas 5 campañas), pasando de las más de 38.000 toneladas enviadas en esos meses de 2021 a las poco más de 8.400 contabilizadas esta temporada, según el último informe mejorado de seguimiento de las importaciones de cítricos en la UE, publicado mensualmente por el ministerio español.
España poca producción y UE deberá importar más
La cifra supone un 7,5% menos de lo que se importó durante el mismo período de 2021. El principal proveedor externo es Sudáfrica, que vendió a la UE 773.000 toneladas de cítricos, y el segundo, Egipto, con 238.000 toneladas. En tercer lugar queda Turquía, con 178.000 toneladas y en cuarto y quinto, Argentina (148.000) y Marruecos (126.000)
Lo que más se importa son naranjas, con un total de 733.764 toneladas. De limones, se compra a países terceros 430.470 toneladas y, en tercer lugar, adquirimos pequeños cítricos, de los que han importado de enero a octubre pasados 352.372 toneladas. Si nos fijamos en los pomelos, la UE compró 169.610 toneladas durante la pasada campaña.
Este año, se espera que la campaña de cítricos sea una de las más cortas de la última década en volúmenes producidos y ni siquiera se alcanzarán los 6 millones de toneladas y el clima ha influido en esto: exceso de lluvias durante la floración y temperaturas altas posteriores.