Cautela pese al favorable momento

La situación de la industria citrícola es de una marcada mejoría respecto a los últimos años. Sin embargo existen aun algunos aspectos sobre los que hay que prestar especial atención si no se quiere dar un paso atrás. La crisis energética y la situación del dólar afectan directamente al sector. La crisis de sobreproducción de limones de mediados de la corriente década obligó a ponerle un freno a la expansión de la actividad. Esta situación llegó incluso a dejar fuera del mercado a algunos competidores.
Actualmente la situación es de una marcada mejoría en gran parte por efecto de buenos precios internacionales pero la reciente experiencia marcó a los actuales productores quienes no se relajan pese a la coyuntura favorable.
“La suba de costos en la actividad es tan pronunciada y sostenida que una mala temporada futura haría que el sector ingrese en una nueva crisis. Por lo tanto más que una expansión para ampliar la capacidad productiva la citricultura apuesta a renovar tecnología y a mantener altos sus estándares de calidad para seguir respondiendo a las exigencias de los mercados internacionales” afirma Roberto Sanchez Loria presidente de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC).
La escasez de energía apareció como un nuevo escollo. Esto obligó al sector a realizar importantes inversiones en la búsqueda de una solución a un problema que el año pasado obligo a racionar la actividad dejando ociosa un tercio de la capacidad productiva.
Otro elemento vital en el análisis del momento que atraviesa la citricultura tiene que ver con la baja en la cotización del dólar. Esto representa una situación que merece mucha prudencia para un sector netamente exportador que al mismo tiempo debe responder a la mayor parte de sus gastos en dólares.

Fuente: Diario La Gaceta

2017-10-05T11:55:51-03:00

Cautela pese al favorable momento

La situación de la industria citrícola es de una marcada mejoría respecto a los últimos años. Sin embargo existen aun algunos aspectos sobre los que hay que prestar especial atención si no se quiere dar un paso atrás. La crisis energética y la situación del dólar afectan directamente al sector. La crisis de sobreproducción de limones de mediados de la corriente década obligó a ponerle un freno a la expansión de la actividad. Esta situación llegó incluso a dejar fuera del mercado a algunos competidores.
Actualmente la situación es de una marcada mejoría en gran parte por efecto de buenos precios internacionales pero la reciente experiencia marcó a los actuales productores quienes no se relajan pese a la coyuntura favorable.
“La suba de costos en la actividad es tan pronunciada y sostenida que una mala temporada futura haría que el sector ingrese en una nueva crisis. Por lo tanto más que una expansión para ampliar la capacidad productiva la citricultura apuesta a renovar tecnología y a mantener altos sus estándares de calidad para seguir respondiendo a las exigencias de los mercados internacionales” afirma Roberto Sanchez Loria presidente de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC).
La escasez de energía apareció como un nuevo escollo. Esto obligó al sector a realizar importantes inversiones en la búsqueda de una solución a un problema que el año pasado obligo a racionar la actividad dejando ociosa un tercio de la capacidad productiva.
Otro elemento vital en el análisis del momento que atraviesa la citricultura tiene que ver con la baja en la cotización del dólar. Esto representa una situación que merece mucha prudencia para un sector netamente exportador que al mismo tiempo debe responder a la mayor parte de sus gastos en dólares.

Fuente: Diario La Gaceta

2008-07-30T00:00:00-03:00
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