Argentina logró obtener un máximo de 4.200 hectáreas de arándanos, situación que ha cambiado los últimos años llegando a 2.300 hectáreas. ¿Qué ha pasado en la industria trasandina? ¿Cuál es el camino que están desarrollando con una mirada hacia el futuro? Frente a esas dudas, conversamos con el nuevo presidente de la Cámara de Exportadores de Arándanos de Argentina (ABC), Jorge Pazos, quien asumió por segunda vez el liderazgo de la institución en abril del presente año.

Las principales zonas de producción de arándanos en Argentina se encuentran en NEA (Entre Ríos, Corrientes y Misiones), el NOA (Tucumán, Salta y Catamarca) y en la zona Centro (Buenos Aires), logrando una producción promedio que ronda los 17.600.000 de kilos. De esa suma, un 33% se exporta como fruta fresca, un 35% se exporta como congelado y un 32% restante se destina al mercado local, tanto como arándano fresco como para industria.

Al respecto Pazos indicó que un 44% de la fruta se exporta vía aérea y un 56% en transporte marítimo. “Tenemos tres productos diferenciados, el producto fresco de exportación, congelado y hemos trabajado como una estrategia comercial el desarrollo del mercado interno, por intermedio de una campaña que iniciamos hace más de 5 años, que nos permitió difundir y promover el consumo del arándano en Argentina. Como el consumo fue creciendo en el mercado local, cuando termina la temporada de Argentina nos abastecemos de fruta chilena, de manera complementaria”.

 

¿Cómo ha sido el vínculo y desarrollo del sector?

Inicié a fines del año 1999 una superficie plantada de arándanos, instancia donde se conocía muy poco la fruta, por lo que llevo más de 20 años en la actividad.

En el aprendizaje fuimos constituyendo relaciones entre pequeños productores y se conformó en ese momento la Cámara de Productores de Arándanos de Argentina, de la cual fui presidente en sus inicios, y años más tarde se conforma el ABC con productores y exportadores, donde fuimos haciendo nuestra propia evolución.

Ahora me ha tocado presidir la entidad, lo hago con mucho orgullo y responsabilidad, más aún en los tiempos que corren, ya que la curva de actividad y producción en Argentina se inició con fuerza, llegó a la meseta y está perdiendo vigor el impulso en virtud que en el mercado aparecieron nuevos jugadores.

Si bien Argentina era complementario con Chile, desde la estrategia comercial y políticas de promoción hacia el hemisferio norte, al irrumpir Perú con el ingreso a la actividad productiva del arándano fue ocupando nuestra ventana de producción y eso nos llevó a reconvertirnos a nuevos nichos de mercado e ir reconvirtiendo las plantaciones a orgánico, que es lo que demanda más el mercado.

 

¿Cómo ha sido el rendimiento en arándanos?

Cuando nos iniciamos en el cultivo comenzamos con variedades tradicionales, con el devenir del tiempo fueron apareciendo variedades patentadas que fuimos tomando como alternativas y los últimos años buena parte de la superficie se ha perdido, porque muchos productores se han salido del negocio.

Porque si bien el crecimiento del consumo es superior, obviamente los mercados son muy competitivos y Argentina junto a Chile están más lejos de los mercados, donde los fletes han incrementado su precio, lo cual nos hizo trabajar en la reconversión con nuevas variedades que sean más productivas y orientar la producción orgánica como nicho de mercado.

Hoy no estamos creciendo en volumen, es un negocio que nació de una forma, fue tomando otras características y hoy encontramos otros países que producen arándanos a nivel mundial.

La superficie cultivada de arándanos en Argentina ha disminuido entre un 30% a un 40%, la actividad de la fruticultura productiva va transitado y ha encontrado un recambio, porque los mercados internacionales tienen cada vez mayores demandas sobre determinadas frutas y variedades. Eso hace que el productor tenga que realizar nuevas inversiones y esperar el tiempo necesario para tener fruta de calidad y la madurez de la planta.

 

¿Cuál es el rendimiento productivo?

Entre 10.000 a 12.000 kilos por hectárea es lo que se produce hoy por hoy en promedio.

 

¿Cuáles son los principales mercados de destino?

Antes nuestros principales mercados de destino, con un 70% de participación, era Estados Unidos y hoy eso llega a un 30%, debido a que fuimos creciendo en Europa con una participación del mercado de un 53% y Asia con un 12%.

Hemos crecido mucho en Brasil, pasó a ser un mercado muy atractivo para Argentina, creemos que es un socio ideal para nuestro país, ya que tenemos una frontera y un flujo de transporte que facilita los envíos.

Como estrategia de producción, como Comité y hoy tomando la responsabilidad como presidente de conducir la entidad, creemos que Argentina tiene posibilidades de posicionarse como productor de nicho. Estamos trabajando fuertemente en el tema del triple impacto, no solamente velamos por el aspecto económico, sino también por el social y ambiental.

 

¿A qué se refiere con el desarrollo social?

Tenemos un programa social destacado, porque el arándano está libre del trabajo infantil y hemos desarrollado centros de atención como proyectos sociales, para que las madres puedan dejar a sus hijos cuando van a trabajar a la cosecha de arándanos. Llevamos adelante la iniciativa como una política del comité y eso nos pone contentos y orgullosos.

Porque muchas veces uno piensa que la labor de ser agricultor es producir en cantidad y calidad, pero también en los tiempos que corren los valores humanitarios y sociales nos ponen a la vanguardia; no solo pensar en lo económico y trabajar en el aspecto social.

 

A su juicio ¿en qué situación se encuentra actualmente la industria de arándanos argentinos?

El consumidor tiene que conocer nuestras ventajas comparativas, disponer de fruta, en condiciones de calidad que el mercado requiere y una forma cultural de producción que sea responsable, para poder comunicarle al consumidor que puede comprar un producto en las mejores condiciones sin trabajo infantil, con fuerte preocupación del tema ambiental y social.

Tenemos un producto de nicho, no de volumen, lo llevamos delante de la mejor manera posible en este proceso de reconversión, orientándose a las expectativas y necesidades de los consumidores.

 

¿Cuáles son los principales desafíos productivos que enfrentan los agricultores?

Necesitamos rentabilizar la actividad productiva, pero necesitamos que el retorno económico le permita sostener la producción, amortizar sus inversiones y tener la capacidad de reinvertir para poder llegar a incrementar la superficie e incorporar nuevas variedades.

 

Además, se nos presentan desafíos climáticos, ya que trabajamos a cielo descubierto. La sequía puede generar un impacto en las economías regionales.  El productor agropecuario tiene la resiliencia de afrontar las condiciones adversas y reponerse y volver a internarlo.

 

¿Qué innovaciones están desarrollando a nivel de campo y desde el punto de vista comercial?

Fundamentalmente en el periodo precosecha nos dedicamos a capacitar a los trabajadores, son formaciones donde entregamos certificados a quienes participan en el programa de formación y capacitación, para llegar a la cosecha con gente más capacitada e informada.

 

¿Cuál es la relevancia de la reunión con la ministra de Estado para la cooperación internacional de los Emiratos Árabes Unidos?

La comunidad árabe posee un alto poder adquisitivo y buscan incorporar a los arándanos en su dieta, ya que los consideran una super fruta.

Los convenios de colaboración internacional nos permiten acercarnos cada vez más, ya tenemos varias aerolíneas que llegan a esos destinos. Estas reuniones nos permiten ampliar nuestro conocimiento y saber las demandas que tienen, para poder llegar más allá de las tradiciones. Cada vez más países se incorporan al consumo de fruta y nosotros como sector que vendemos arándanos tenemos que ganar espacio a otras frutas como también a otros productos.

 

¿Están trabajando en llegar a un nuevo mercado?

Tenemos mercados de interés como son la India, Corea, Indonesia. Como estrategia de nicho, lo que buscamos es no entrar en áreas disputadas y creemos esto es una ventaja competitiva.

 

¿Hacia dónde se debe dirigir la industria de arándanos argentinos?

Debe existir una unión colaborativa de encontrar un mecanismo, porque los consumidores están ávidos de productos que sean saludables. Las grandes superficies comerciales buscan tener una rentabilidad superior y una forma de liquidación inferior, tenemos la brecha entre el consumidor y productor, donde todos los actores de la cadena puedan cubrir sus áreas de desarrollo.

Tenemos que buscar la mejor forma de llegar a los mercados y que todos quedemos satisfechos.

 

Fuente: portalfruticola.com