Valle Río Negro: Los productores se refugian en las variedades viejas y conocidas

Hablar de crisis del Valle Río Negro no es novedad; la noticia revolucionaria sería si pudiéramos comentar de una recuperación. Pero esta por ahora no se está dando. Para que el Valle vuelva a ser una potencia frutícola se requiere de un fuerte cambio estructural. Un punto fundamental son las variedades. Es un tema crítico. No solo que en el Valle predominan netamente las tradicionales, sino que no se vislumbran cambios al respecto. En los últimos años los productores continuaron plantando las variedades viejas y conocidas.

Ante la situación de incertidumbre que se sufre hace mucho tiempo, las empresas no asumieron el riesgo que implica probar con nuevas variedades.

En la compleja situación del Valle todavía no se vislumbra una luz verde. Para lograrlo se requerirá de un fuerte cambio estructural, que abarque una serie de medidas conjuntas. Dentro de esto un punto fundamental es el tema varietal. Hace añares que se habla de la famosa reconversión del Valle. La misma está incluida en todos los proyectos y propuestas. Pero la problemática es compleja. Surge la pregunta fundamental hacia que variedades reconvertir. El  mejoramiento de las pomáceas se volcó plenamente hacia las patentadas. Estas implican todo un cambio en el concepto de producción y comercialización. El punto crítico es que aumenta marcadamente los riesgos y costos que tiene que asumir el productor. Además producir estas variedades conlleva a quedar comprometido a ciertos mercados y clientes, con pocas opciones adicionales. Si la variedad no funciona, las pérdidas para el productor son muy elevadas. Ante la frágil situación del Valle ningún productor se arriesga. Otro punto fundamental es el acceso al material genético. Este no es libre y depende de los convenios que firmen los viveros. En muchos países el trabajo conjunto entre gobierno y privados ayudó a enfrentar este dilema.

En las manzanas se ha desarrollado un sinnúmero de nuevas variedades. Algunas exitosas, pero muchas otras no respondieron a las expectativas, algunas incluso ya se sacaron de la producción. En caso de las peras el trabajo de mejoramiento es más complejo y largo y la demanda por nuevas
variedades más acotada, por lo cual no son tantas las opciones de renovación.

Para conocer la situación actual de las variedades del Valle analizamos al Anuario Estadísticos 2016 publicado por el Centro Regional Patagonia Norte del Senasa.

Peras

Williams: sigue siendo sinónimo de la producción de peras en Argentina. En algún momento llegó a ocupar casi la mitad de la superficie. Su importancia también se refleja en la exportación, 40-45% del total corresponde a ella. Actualmente sigue siendo la pera predominante, el 40% de la superficie corresponde a ella. Su gran éxito es la calidad que se obtiene en la Patagonia, la cual difícilmente puede ser alcanzada en otras regiones del mundo. Convencidos que disponíamos de la “mejor pera del mundo” y que “los mercados se iban a pelear por ella”, la fomentamos. Los mayores precios que pagaban los empresarios por ella en comparación con otras variedades, llevaron a que los productores se volcaran a la misma. En los noventa y a principio de los dosmil fue la variedad más implantada. Casi cada segundo árbol plantado era de Williams. Parecía que se quisiera transformar el Valle en un mar de Williams. Pero con la expansión de la producción también surgieron crecientes problemas. No es fácil cosechar y comercializar una producción tan grande en los acotados días que permite esta variedad. A esto se sumaron frecuentes conflictos laborales, que no permitieron cosecharla en el momento preciso. Por otro lado los mercados dejaron de demandarla. Es una pera muy delicada, difícil de manejar, que madura rápidamente y cuyo consumo se complica con los actuales hábitos de vida (más consumo fuera del hogar, vianda). Tampoco se la apoyó desde el punto de vista promocional. Esto llevó a que los supermercados la reemplazaran por otras variedades, más fáciles de manejar y de menor precio. Por otro lado los consumidores no la reclamaron y optaron por las versiones más económicas ó más prácticas. La demanda externa por nuestra pera cayó abruptamente. Esto se hizo especialmente marcado en los últimos 3-4 años. Ya no es una pera Premium que se busca; es una más del conjunto. Actualmente cuesta ubicar los volúmenes relativamente grandes que se están produciendo (aprox. 250.000 toneladas). El desencanto también se refleja en las plantaciones, se dejó de plantarla. Mientras que en el período 1996-2006 se plantaron 3.600 has con Williams; en el período 2007-2016 fueron solo 398 has, es decir casi 10 veces menos. En el ranking de variedades implantadas pasó al tercer lugar, después de la Packhams y D´Anjou.

La gran duda que surgió es con que reemplazar la Williams. No se presentaron muchas opciones. Los productores optaron en general por las variedades viejas, conocidas y con poco riesgo. La introducción de nuevas variedades o selecciones no fue exitosa. La superficie implantada con nuevas sigue siendo ínfima.

Packhams: es una de las variedades más viejas. Fue la más implantada en los años setenta y ochenta. Luego fue superada por la Williams. Pero en los últimos 10 años se observa nuevamente un vuelco hacia la misma. Una parte de la superficie de Williams pasó nuevamente a Packhams.
Fue la variedad más implantada en los últimos 10 años (40% de las nuevas plantaciones).

D´Anjou: también esta variedad tradicional tuvo un renacimiento. Fue muy implantada a fines de los noventa. Pero luego decayó, para recuperarse en los últimos años.

Abate Fetel: hace unos 10-15 años hubo entusiasmo, viéndosela como alternativa para la Williams. Pero no es fácil cultivarla y los mercados que la demandan son acotados. Mientras que en 1996-2006 se implantaron 770 has, en el 20017-2016 fueron solo 154 has.

Rojas (Red Bartlett, Red D´Anjou): se implantaron en los noventa, para los mercados no respondieron en la medida esperada. Por este motivo se redujo su superficie. En los últimos 10 años prácticamente se dejaron de plantar.

Bosc: hubo cierto entusiasmo por la misma hace unos 15-20 años, pero los mercados que la demandan son acotados. En los últimos 10 años se redujeron su plantaciones nuevas, aunque en forma menos marcada que en otras variedades.

Forelle: exitosa en otros países australes, fue poco plantada en Argentina. Actualmente solo hay unas 89 has.

Nuevas: solo hay superficies mínimas, como por ejemplo algunas hectáreas de Sweet Sensation ó de Rode Doyenne van Doorn.

peras

Manzanas

Red Delicious: en caso de las manzanas la dominancia es aún más marcada que en las peras. El 64% de la superficie está implantada con Red Delicious. Su importancia incluso ha crecido, hace 10 años su participación fue del 60%. A diferencia de la Williams su importancia radica a que es la variedad preferida en el mercado local, mientras que su incidencia en la exportación decayó. Actualmente el 35-45% de las exportaciones corresponden a Red Delicious. Hace unos años aún superaba el 50%. En los mercados de ultramar ya no se la quiere, pero es muy apreciada en el mercado local, como en los países vecinos. Por una Red Delicious de calidad se pagan precios muy atractivos. Por lo tanto lo que se busca en las nuevas plantaciones son selecciones para lograr esta calidad premium. Esto explica porque se continúa plantándola. En los últimos 10 años el 62% de las nuevas plantaciones correspondieron a ella, tratándose en la mayoría de los casos de selecciones mejoradas.

Gala: en los últimos 3 años pasó a ser la segunda variedad, superando a la tradicional Granny. La Gala se adaptó muy bien al Valle, teniendo la ventaja de ser de las primeras en madurar dentro del hemisferio sur. Es la variedad que más se exporta a los mercados del norte. Se plantó principalmente hace unos 15-20 años. Luego decayó el entusiasmo debido a que su rendimiento no es tan elevado y a que tiene menor aceptación en el mercado local. De las 1.659 hectáreas implantadas en el período 1996-2006; se pasó a solo 331 hectáreas en el 2007-2016. Dentro de las nuevas plantaciones también se opta por las selecciones mejoradas.

Granny: es de las grandes perdedoras del Valle. La mayoría de las plantaciones son viejas, con más de 30 años. En los últimos años casi no se planta más. Su superficie se redujo en los últimos 15 años a la mitad.

Pink Lady: es la variedad que más avanzó en los últimos años. Sus cultivos son jóvenes, en general menor de 20 años. En los últimos 10 años fue la segunda variedad más implantada. Al igual que en la Red Delicious y Gala, la búsqueda es por selecciones mejoradas.

Nuevas: solo se realizaron algunas pruebas con nuevas variedades patentadas. Como ejemplo se puede nombrar a la Pinova Mutatin o Roho 3615.

manzanas

Fuente: topinfo.com.ar

2018-03-13T11:31:24-03:00

Valle Río Negro: Los productores se refugian en las variedades viejas y conocidas

Hablar de crisis del Valle Río Negro no es novedad; la noticia revolucionaria sería si pudiéramos comentar de una recuperación. Pero esta por ahora no se está dando. Para que el Valle vuelva a ser una potencia frutícola se requiere de un fuerte cambio estructural. Un punto fundamental son las variedades. Es un tema crítico. No solo que en el Valle predominan netamente las tradicionales, sino que no se vislumbran cambios al respecto. En los últimos años los productores continuaron plantando las variedades viejas y conocidas.

Ante la situación de incertidumbre que se sufre hace mucho tiempo, las empresas no asumieron el riesgo que implica probar con nuevas variedades.

En la compleja situación del Valle todavía no se vislumbra una luz verde. Para lograrlo se requerirá de un fuerte cambio estructural, que abarque una serie de medidas conjuntas. Dentro de esto un punto fundamental es el tema varietal. Hace añares que se habla de la famosa reconversión del Valle. La misma está incluida en todos los proyectos y propuestas. Pero la problemática es compleja. Surge la pregunta fundamental hacia que variedades reconvertir. El  mejoramiento de las pomáceas se volcó plenamente hacia las patentadas. Estas implican todo un cambio en el concepto de producción y comercialización. El punto crítico es que aumenta marcadamente los riesgos y costos que tiene que asumir el productor. Además producir estas variedades conlleva a quedar comprometido a ciertos mercados y clientes, con pocas opciones adicionales. Si la variedad no funciona, las pérdidas para el productor son muy elevadas. Ante la frágil situación del Valle ningún productor se arriesga. Otro punto fundamental es el acceso al material genético. Este no es libre y depende de los convenios que firmen los viveros. En muchos países el trabajo conjunto entre gobierno y privados ayudó a enfrentar este dilema.

En las manzanas se ha desarrollado un sinnúmero de nuevas variedades. Algunas exitosas, pero muchas otras no respondieron a las expectativas, algunas incluso ya se sacaron de la producción. En caso de las peras el trabajo de mejoramiento es más complejo y largo y la demanda por nuevas
variedades más acotada, por lo cual no son tantas las opciones de renovación.

Para conocer la situación actual de las variedades del Valle analizamos al Anuario Estadísticos 2016 publicado por el Centro Regional Patagonia Norte del Senasa.

Peras

Williams: sigue siendo sinónimo de la producción de peras en Argentina. En algún momento llegó a ocupar casi la mitad de la superficie. Su importancia también se refleja en la exportación, 40-45% del total corresponde a ella. Actualmente sigue siendo la pera predominante, el 40% de la superficie corresponde a ella. Su gran éxito es la calidad que se obtiene en la Patagonia, la cual difícilmente puede ser alcanzada en otras regiones del mundo. Convencidos que disponíamos de la “mejor pera del mundo” y que “los mercados se iban a pelear por ella”, la fomentamos. Los mayores precios que pagaban los empresarios por ella en comparación con otras variedades, llevaron a que los productores se volcaran a la misma. En los noventa y a principio de los dosmil fue la variedad más implantada. Casi cada segundo árbol plantado era de Williams. Parecía que se quisiera transformar el Valle en un mar de Williams. Pero con la expansión de la producción también surgieron crecientes problemas. No es fácil cosechar y comercializar una producción tan grande en los acotados días que permite esta variedad. A esto se sumaron frecuentes conflictos laborales, que no permitieron cosecharla en el momento preciso. Por otro lado los mercados dejaron de demandarla. Es una pera muy delicada, difícil de manejar, que madura rápidamente y cuyo consumo se complica con los actuales hábitos de vida (más consumo fuera del hogar, vianda). Tampoco se la apoyó desde el punto de vista promocional. Esto llevó a que los supermercados la reemplazaran por otras variedades, más fáciles de manejar y de menor precio. Por otro lado los consumidores no la reclamaron y optaron por las versiones más económicas ó más prácticas. La demanda externa por nuestra pera cayó abruptamente. Esto se hizo especialmente marcado en los últimos 3-4 años. Ya no es una pera Premium que se busca; es una más del conjunto. Actualmente cuesta ubicar los volúmenes relativamente grandes que se están produciendo (aprox. 250.000 toneladas). El desencanto también se refleja en las plantaciones, se dejó de plantarla. Mientras que en el período 1996-2006 se plantaron 3.600 has con Williams; en el período 2007-2016 fueron solo 398 has, es decir casi 10 veces menos. En el ranking de variedades implantadas pasó al tercer lugar, después de la Packhams y D´Anjou.

La gran duda que surgió es con que reemplazar la Williams. No se presentaron muchas opciones. Los productores optaron en general por las variedades viejas, conocidas y con poco riesgo. La introducción de nuevas variedades o selecciones no fue exitosa. La superficie implantada con nuevas sigue siendo ínfima.

Packhams: es una de las variedades más viejas. Fue la más implantada en los años setenta y ochenta. Luego fue superada por la Williams. Pero en los últimos 10 años se observa nuevamente un vuelco hacia la misma. Una parte de la superficie de Williams pasó nuevamente a Packhams.
Fue la variedad más implantada en los últimos 10 años (40% de las nuevas plantaciones).

D´Anjou: también esta variedad tradicional tuvo un renacimiento. Fue muy implantada a fines de los noventa. Pero luego decayó, para recuperarse en los últimos años.

Abate Fetel: hace unos 10-15 años hubo entusiasmo, viéndosela como alternativa para la Williams. Pero no es fácil cultivarla y los mercados que la demandan son acotados. Mientras que en 1996-2006 se implantaron 770 has, en el 20017-2016 fueron solo 154 has.

Rojas (Red Bartlett, Red D´Anjou): se implantaron en los noventa, para los mercados no respondieron en la medida esperada. Por este motivo se redujo su superficie. En los últimos 10 años prácticamente se dejaron de plantar.

Bosc: hubo cierto entusiasmo por la misma hace unos 15-20 años, pero los mercados que la demandan son acotados. En los últimos 10 años se redujeron su plantaciones nuevas, aunque en forma menos marcada que en otras variedades.

Forelle: exitosa en otros países australes, fue poco plantada en Argentina. Actualmente solo hay unas 89 has.

Nuevas: solo hay superficies mínimas, como por ejemplo algunas hectáreas de Sweet Sensation ó de Rode Doyenne van Doorn.

peras

Manzanas

Red Delicious: en caso de las manzanas la dominancia es aún más marcada que en las peras. El 64% de la superficie está implantada con Red Delicious. Su importancia incluso ha crecido, hace 10 años su participación fue del 60%. A diferencia de la Williams su importancia radica a que es la variedad preferida en el mercado local, mientras que su incidencia en la exportación decayó. Actualmente el 35-45% de las exportaciones corresponden a Red Delicious. Hace unos años aún superaba el 50%. En los mercados de ultramar ya no se la quiere, pero es muy apreciada en el mercado local, como en los países vecinos. Por una Red Delicious de calidad se pagan precios muy atractivos. Por lo tanto lo que se busca en las nuevas plantaciones son selecciones para lograr esta calidad premium. Esto explica porque se continúa plantándola. En los últimos 10 años el 62% de las nuevas plantaciones correspondieron a ella, tratándose en la mayoría de los casos de selecciones mejoradas.

Gala: en los últimos 3 años pasó a ser la segunda variedad, superando a la tradicional Granny. La Gala se adaptó muy bien al Valle, teniendo la ventaja de ser de las primeras en madurar dentro del hemisferio sur. Es la variedad que más se exporta a los mercados del norte. Se plantó principalmente hace unos 15-20 años. Luego decayó el entusiasmo debido a que su rendimiento no es tan elevado y a que tiene menor aceptación en el mercado local. De las 1.659 hectáreas implantadas en el período 1996-2006; se pasó a solo 331 hectáreas en el 2007-2016. Dentro de las nuevas plantaciones también se opta por las selecciones mejoradas.

Granny: es de las grandes perdedoras del Valle. La mayoría de las plantaciones son viejas, con más de 30 años. En los últimos años casi no se planta más. Su superficie se redujo en los últimos 15 años a la mitad.

Pink Lady: es la variedad que más avanzó en los últimos años. Sus cultivos son jóvenes, en general menor de 20 años. En los últimos 10 años fue la segunda variedad más implantada. Al igual que en la Red Delicious y Gala, la búsqueda es por selecciones mejoradas.

Nuevas: solo se realizaron algunas pruebas con nuevas variedades patentadas. Como ejemplo se puede nombrar a la Pinova Mutatin o Roho 3615.

manzanas

Fuente: topinfo.com.ar

2018-03-13T11:31:24-03:00
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