En la campaña 2022/23, FAS Cairo prevé que la producción de naranjas aumente casi un 20%, hasta alcanzar los 3,6 millones de toneladas, en comparación con los 3 millones de toneladas estimados en la campaña anterior. El aumento del volumen se atribuye a las condiciones meteorológicas y temperaturas óptimas durante la floración de los árboles, que mejoraron el cuajado y la producción. En los últimos 25 años, los citricultores y las explotaciones comerciales se han centrado en producir fruta de calidad para mantener unos volúmenes altos en los mercados de exportación de más valor.

En Egipto, las explotaciones comerciales y los cultivadores hacen uso de la gestión integrada de plagas (GIP) para controlar las plagas y enfermedades en sus huertos. La GIP implica el uso de la lucha biológica y otras herramientas de gestión para controlar eficazmente las plagas de la forma más respetuosa posible con el medio ambiente.

La mayor parte de la producción de naranjas en Egipto procede de explotaciones comerciales en tierras desérticas arrebatadas al mar durante las tres últimas décadas, y no del valle del Nilo, donde las propiedades no llegan a la media hectárea y los agricultores no pueden permitirse el nivel de inversión necesario para lograr una producción de naranjas sostenible.

Fuente: apps.fas.usda.gov