La situación del mercado europeo de la naranja está dominando principalmente por la enorme producción española. Los precios son bajos, la demanda es limitada y hay mucha competencia de Egipto y Turquía. Pese a los impuestos a la importación, China continúa importando fruta estadounidense, mientras que los productores de California están impacientes por saber qué impacto tendrán las lluvias sobre la cosecha.

Los bajos precios de la naranja han provocado que mucha fruta española haya quedado sin recolectar. Los volúmenes son en torno a un 23% superiores a los del año pasado y los calibres son menores por lo general. Esto, sumado a la mayor competencia de países terceros como Egipto y Turquía, ha dado lugar a unos precios por debajo de la rentabilidad económica.

En estos momentos no hay demanda de variedades como Late y Lane Late por el exceso de oferta en el mercado europeo de Valencias egipcias y turcas . Las ventas están, por tanto, bastante paradas. Ahora, los comerciantes se están centrando en variedades como Powel, Barsfield y Midnight. La cosecha comienza en mayo, cuando las naranjas egipcias y turcas ya no están presentes en el mercado europeo. Dependiendo de la calidad, los precios de estas variedades en Andalucía rondan los 16 céntimos de euro por kilo y entre 18 y 24 céntimos en la Comunidad Valenciana. Tan solo los grandes marquistas consiguen vender sus naranjas con márgenes de beneficio. Según algunos productores, la mayoría de las cadenas de la gran distribución prefieren los precios de las naranjas egipcias y turcas, si bien reconocen la mayor calidad de las naranjas españolas. “Dados los resultados decepcionantes, muchos pequeños agricultores están desapareciendo. Los productores medianos también corren el riesgo de desaparecer en un futuro a corto y medio plazo”.

La cosecha de las naranjas sanguinas sicilianas se ha reducido de manera drástica, en parte por las inundaciones de octubre y noviembre de 2018. “El mercado de la Tarocco siciliana sigue una lógica de mercado propia”, explica un gerente de exportación. “Este año, los volúmenes limitados en los lineales y la abundante presencia de los productos españoles baratos en el mercado europeo ha tenido una gran influencia en las decisiones de compra de los consumidores”.

La competencia ha sido particularmente fuerte en el Reino Unido, sobre todo debido a un tipo de campo desfavorable del que se ha beneficiado el producto español. Durante toda la temporada, los productores sicilianos se enfrentan al reto de tener que ofrecer producto constantemente para asegurarse de seguir presentes en los supermercados europeos. Pese a los decepcionantes volúmenes de producción, la temporada está yendo bien. Está previsto que la campaña dure hasta finales de abril, por lo que acabará un mes antes que en los años anteriores.

La exportación ha sido un tema de conversación muy común últimamente en el sector citrícola italiano, en parte por la atención que los medios han puesto sobre las naranjas sanguinas y por el inicio de las relaciones comerciales con China, país al que ya se han enviado varios contenedores por mar. Se espera enviar pronto más volúmenes, también por avión, gracias a la aprobación de los protocolos fitosanitarios.

En la semana 9 las naranjas se vendieron a unos precios estables, ligeramente el alza. Además, en la zona de Siracusa se hicieron las primeras transacciones con la variedad Sanguinello. Esta variedad está satisfaciendo los requisitos de calidad tanto en color como en calibre. Los precios son más altos que en temporadas anteriores. Las negociaciones en la región de Catania se han llevado a cabo de manera satisfactoria. Hay buena demanda y los precios son estables. Solo en la zona de Taranto han subido los precios, gracias a la estabilidad de la oferta sumada a una demanda al alza.

Las familias italianas compraron 1.140.000 toneladas de cítricos en 2018 (un 1% más que en 2017). De estas, el 50% fueron naranjas. La producción de naranja creció en 5.000 toneladas en comparación con el año anterior y ascendió a un total de 570.000 toneladas.

Aunque el volumen de las Navelina españolas ha disminuido considerablemente en las últimas semanas, la Lane Late también está presente en el mercado en grandes volúmenes. La Navel, Navelate y Salustiana españolas desempeñan un papel relevante en el actual mercado mayorista. La demanda de variedades turcas y marroquíes, sin embargo, ha caído por la baja calidad. Egipto también está llegando poco a poco al mercado. Sus naranjas tienen mucha demanda en el mercado mayorista alemán debido a que presentan un precio relativamente bajo (0,50 euros por kilo). En el caso de las naranjas ecológicas, Italia y Grecia son quienes determinan la oferta. Italia (Sicilia) está suministrando una nueva variedad (roja) en el sur de Alemania con el nombre de Fischer Navel. Por su parte, Grecia está atravesando una temporada difícil con volúmenes bajos a causa del tiempo excepcionalmente malo que hizo en enero y febrero.

Pese a que Italia apenas se menciona en lo que a naranjas normales se refiere, las naranjas sanguinas italianas tienen especial demanda. La Moro y Tarocco se comercializan en grandes volúmenes y buenos precios. Las Sanguinello españolas y marroquíes completan la gama de naranjas sanguinas. Por último, también cabe mencionar la variedad Cara Cara, en especial porque este cruce de una naranja convencional y una sanguina está ganando terreno a ritmo constante en el mercado mayorista alemán.

El comercio de cítricos se ha reactivado con la bajada de las temperaturas, pues las temperaturas registradas hasta hace poco, demasiado cálidas para el invierno, no ayudaron mucho. La calidad de las naranjas es buena y estable durante toda la temporada. En estos momentos hay buenos precios, aunque no demasiado altos. Según un comerciante, los clientes belgas prefieren la fruta española a la marroquí o egipcia, pese a que la calidad de estas últimas está mejorando. Las perspectivas son que la demanda se mantenga estable próximamente.

Un comerciante de Perpiñán afirma que esta temporada citrícola ha sido para olvidar. “Ha sido muy, muy mala. Los precios han sido bajos todo el año y esto ha decepcionado a los productores, quienes no han ganado mucho dinero con sus productos. Algunos se encuentran ahora en una situación económica delicada”. Este comerciante vende principalmente naranjas españolas de la región de Valencia. En Perpiñán se están vendiendo los calibres 1 y 2 a entre 0,65 y 0,70 euros por kilo. Hay poca demanda de naranjas y la oferta en estos momentos no es demasiado elevada. Además de naranjas españolas, también hay algunos productos portugueses y tunecinos en el mercado.

«La oferta de Navel es superior a la media en estos momentos, pero los calibres son mucho menores de lo normal”, dice un productor ubicado en California. En este estado ha llovido mucho y también ha habido más heladas de lo habitual. Todavía está por ver cómo se verá afectada la cosecha por todo esto. “Es posible que las extremas condiciones meteorológicas mermen la cosecha. Esto podría llevarnos de vuelta a una situación normal de demanda y oferta”. El mal tiempo que ha hecho en Norteamérica no solo influye en la cosecha, sino también en el consumo. “Ahora los consumidores piensan antes en sopa que en naranjas. Por suerte, la demanda es satisfactoria tanto en los mercados locales como en los de exportación. “El productor dice también que en Florida la mayoría de la cosecha consiste en naranjas de zumo, y preocupa la calidad de la cosecha mexicana. Ahora mismo su empresa está haciendo el cambio a las variedades Washington, Cara Cara y Navel tardía.

La organización australiana de productores Hort Innovation ha anunciado recientemente las cifras correspondientes a la pasada campaña de naranja. En ella, que acabó en junio de 2018, se cosecharon más de 526.000 toneladas, lo cual supuso un incremento del 4% con respecto al año anterior. A su vez, el valor total de lo cosechado se incrementó un 12% hasta situarse en 373 millones de dólares. Los volúmenes de exportación ascendieron a 190.000 toneladas y su valor creció un 25%. En todo el país, las naranjas fueron el tercer mayor producto de exportación de la agricultura australiana, solo por detrás de las almendras y las uvas de mesa.
Las naranjas Navel representaron el 87% de toda la producción de naranja, con un pico de producción en pleno invierno australiano. La naranja de verano Valencia solo supuso el 13% de todo lo cosechado. Aunque las naranjas se cosechan todo el año en Australia, el principio del otoño es un periodo tranquilo para el sector. Las naranjas sanguinas y Cara Cara suponen menos del 1% de la cosecha y el 42% de las naranjas se destinaron a la industria transformadora.

Los productores chinos están en plena temporada de producción. En febrero, algunas zonas de producción chinas sufrieron temperaturas bajas, lluvia y nieve, pero sus efectos no fueron demasiado perceptibles en la producción general. La temporada de la naranja Shatang ya ha finalizado, lo que significa que el precio de las naranjas Orah ha vuelto a subir un poco. La oferta de naranjas sigue siendo alta porque se importa mucho, sobre todo de España, Egipto y los Estados Unidos. Pese a los aranceles impuestos a las naranjas estadounidenses, la importación continúa, si bien en menor medida que en años anteriores. La demanda de naranjas sanguinas es elevada este año y, por consiguiente, los precios son buenos. La calidad es mejor que el año pasado. Las mandarinas también están logrando buenos resultados en el mercado y provienen principalmente de Sichuan.

Fuente: freshplaza.es