Las normas que regulan el uso de productos fitosanitarios deben garantizar un nivel elevado de protección para la salud de las personas y del medio ambiente siendo compatibles con un desarrollo sustentable sostuvo el especialista español Ernesto Machancoses.A principios de los 90 la UE comprendió la necesidad y la urgencia de legislar sobre la armonización de todas las materias activas para todos los Estados miembro. Este proceso empezó en julio de 1991 con la publicación del Council Directive 91/414/EEC y no ha cesado hasta la actualidad.
En el caso de los cítricos los productores españoles fueron muy exigentes con los legisladores y el nivel de influencia ha llegado a tal nivel que los LMR de los cítricos en la UE son un factor limitante para el ingreso a sus mercados y deben ser tenido en cuenta por los exportadores de ultramar para evitar problemas en la comercialización y en los rechazos en los puertos.
La opinión pública no ha quedado al margen de este proceso de control y restricciones llevado a cabo por las autoridades europeas ya que han aplaudido estos controles y empujado a las autoridades a que sean cada vez más exigentes en los controles de residuos de agroquímicos. La concientización es tal que la mayoría de los importadores europeos exigen a sus proveedores de ultramar la implementación de la normativa EurepGap.
“En la actualidad es difícil que un consumidor europeo compre un cítrico sin un etiquetado que asegure una producción respetuosa con el medio ambiente y con la seguridad alimentaria y que cumpla al menos con alguno de los numerosos protocolos de cultivos existentes en el mercado” señaló.
fuente: La Gaceta Rural