«La campaña de cítricos no ha comenzado con los precios y la demanda previstas»

Este año se recupera la producción de cítricos españoles frente a la baja cosecha del año pasado. Tras una buena campaña estival con crecimiento de consumo de cítricos del hemisferio sur, la demanda de clementinas españolas no es, de momento, lo alta que se podía esperar por el efecto COVID-19, aunque todavía es pronto para saberlo. Este será un año en el que además, se podrían recuperar las exportaciones a países terceros como China. Así lo cuenta Juan Bautista Juan, Export Manager de la empresa valenciana Frutas Tono.

«Las previsiones para la campaña de cítricos españoles que acaba de comenzar son de un crecimiento superior al 10% en volúmenes respecto a la del año pasado. Pero, cabe tener en cuenta que, pese a ello, los volúmenes son inferiores a los de hace dos campañas. Consideramos pues que, sin factores meteorológicos adversos que pudieran mermar la actual producción estaríamos ante una campaña normal, sin excesivas desviaciones. También será determinante el cómo incidirá el consumo, que es el que realmente interpretará si estamos ante una campaña con excesiva o poca fruta en función de su comportamiento» explica Juan Bautista.

El final de la campaña de cítricos española 2019/2020 terminó con precios altos movidos por una demanda inusualmente alta a raíz de la COVID-19. De hecho, las ventas en campo empezaron realmente pronto este año.

«Para que el dicho de que ‘nunca hay dos campañas iguales’ no deje de ser cierto, de momento, el consumo no está ‘tirando’ en función de las expectativas creadas antes de que empezáramos, ni en precios ni por influencia del coronavirus. La verdad es que el final de la campaña pasada fue una locura en precios y demanda que marcará un hito histórico a recordar. Fue un hecho extrapolable al resto de frutas y verduras y demás productos básicos durante los meses de marzo a mayo, en los que toda la cadena alimenticia dio la cara y con mucho esfuerzo mantuvo el abastecimiento de productos en los lineales de las tiendas», sostiene el responsable de exportaciones de esta empresa valenciana que comercializa cítricos durante todo el año gracias a la importación de fruta del hemisferio sur en los meses de verano.

Más clementinas y mandarinas de Perú y Chile este verano

Este año, cabe resaltar que, además de haber más disponibilidad de clementinas y mandarinas sudafricanas, se ha incrementado también la presencia de fruta de Perú y Chile, que han batido récords de exportación.

«Las exportaciones de mandarinas peruanas y chilenas se han incrementado debido al buen comportamiento y calidad de la fruta, por su color, tamaño, sabor y vida útil. El consumidor ha aceptado la desestacionalización de las mandarinas y su demanda durante los meses estivales sigue aumentando. Efectivamente, tanto desde Perú como Chile se esta haciendo una buena labor y se asocia el origen con un producto de calidad que ofrece garantías y éxito en el consumo», afirma Juan Bautista Juan.

«Los altos precios de las naranjas de ultramar han frenado el consumo»

«Si bien es cierto que en el momento del cierre de Argentina se produjo una agitación en los mercados con unos incrementos bruscos de precio, con los días la situación volvió a su normalidad, eso sí, una normalidad marcada por precios superiores a las campañas precedentes a consecuencia de una menor oferta en el mercado», recuerda Juan Bautista. «No obstante, el consumo se ha visto también mermado por los altos precios de las naranjas de importación de ultramar. De hecho, los retailers han modificado sus referencias con menos peso en las unidades de venta para no encarecer la cesta de la compra», añade.

«Al final, el mercado se regula y desgraciadamente, si se terminan más pronto las naranjas de importación aparecerán en el mercado Navelinas españolas que no reúnen las condiciones organolépticas adecuadas para suplir esa carencia, lo cual sería un error por el rechazo que provoca en el consumo y su consecuente deterioro», asevera.

Este año pueden recuperarse envíos de naranja a China y peligra la exportación a Reino Unido para las mandarinas

«Una campaña como la pasada en la que los precios de la fruta eran tan altos en campo, no hubo diferencias respecto a los precios de venta en el mercado europeo, que es lo que en las campañas precedentes había animado a los exportadores a enviar a China. Por otro lado, los fletes subieron considerablemente sin una disponibilidad clara de los mismos. Esto suponía un alto riesgo que mucha gente no estuvo dispuesta a asumir, de ahí la caída de las exportaciones a menos de 10.000 toneladas la pasada campaña, que no llega ni a la tercera parte de los que se envió la campaña precedente», recuerda Juan Bautista Juan, quien cree que podrían recuperarse los envíos a este país este año.

Por otro lado, mientras que los aranceles a las mandarinas impuestos por Estados Unidos no representan una gran amenaza para los exportadores españoles, sí lo es, en cambio, en el caso de Reino Unido, si se implementa un Brexit duro.

«Estados Unidos ha sido un importante mercado para la citricultura española en décadas pasadas, pero se ha ido diluyendo en los años, tanto por la barreras fitosanitarias interpuestas por el gobierno americano como por la dependencia de la fluctuación del dólar. El de Reino Unido, en cambio, es un mercado muy importante sobre todo para las mandarinas de este país. Es el tercer destino más importante en volúmenes y cualquier desajuste de tipo arancelario va a afectar de forma negativa a las exportaciones españolas a este mercado y favorecer las de países de la cuenca mediterránea que no se han visto afectadas por las disputas de la salida de la Unión Europea por parte del Reino Unido».

La influencia del COVID-19, el mayor reto

Para Juan Bautista, son varios los retos que presenta esta campaña: «El primero será el típico de cualquier campaña, que son los riesgos meteorológicos. Nuestra dependencia del viento, lluvia, granizo y frío es una constante que no va a cambiar. Pero, es cierto que tenemos la incertidumbre del COVID-19 que por una parte puede alterar nuestra demanda y por otra parte dificulta nuestras labores de trabajo en campo por las restricciones de personal en el transporte y los riesgos de contagio, que también son un grave problema para las centrales de confección. Simplemente hemos de tener en cuenta que lo ocurrido en Lérida este verano puede replicarse en nuestro sector citrícola, todo ello sin hablar del suplemento de coste que acarrea».

«Por otra parte hemos comentado que la campaña no ha comenzado con la demanda prevista y es también un indicador preocupante. Esperamos que se corrija en los próximos días porque no solo el volumen determina el porvenir de la campaña, también el consumo tiene mucho que decir».

Fuente: freshplaza.es

2020-10-14T10:38:14-03:00

«La campaña de cítricos no ha comenzado con los precios y la demanda previstas»

Este año se recupera la producción de cítricos españoles frente a la baja cosecha del año pasado. Tras una buena campaña estival con crecimiento de consumo de cítricos del hemisferio sur, la demanda de clementinas españolas no es, de momento, lo alta que se podía esperar por el efecto COVID-19, aunque todavía es pronto para saberlo. Este será un año en el que además, se podrían recuperar las exportaciones a países terceros como China. Así lo cuenta Juan Bautista Juan, Export Manager de la empresa valenciana Frutas Tono.

«Las previsiones para la campaña de cítricos españoles que acaba de comenzar son de un crecimiento superior al 10% en volúmenes respecto a la del año pasado. Pero, cabe tener en cuenta que, pese a ello, los volúmenes son inferiores a los de hace dos campañas. Consideramos pues que, sin factores meteorológicos adversos que pudieran mermar la actual producción estaríamos ante una campaña normal, sin excesivas desviaciones. También será determinante el cómo incidirá el consumo, que es el que realmente interpretará si estamos ante una campaña con excesiva o poca fruta en función de su comportamiento» explica Juan Bautista.

El final de la campaña de cítricos española 2019/2020 terminó con precios altos movidos por una demanda inusualmente alta a raíz de la COVID-19. De hecho, las ventas en campo empezaron realmente pronto este año.

«Para que el dicho de que ‘nunca hay dos campañas iguales’ no deje de ser cierto, de momento, el consumo no está ‘tirando’ en función de las expectativas creadas antes de que empezáramos, ni en precios ni por influencia del coronavirus. La verdad es que el final de la campaña pasada fue una locura en precios y demanda que marcará un hito histórico a recordar. Fue un hecho extrapolable al resto de frutas y verduras y demás productos básicos durante los meses de marzo a mayo, en los que toda la cadena alimenticia dio la cara y con mucho esfuerzo mantuvo el abastecimiento de productos en los lineales de las tiendas», sostiene el responsable de exportaciones de esta empresa valenciana que comercializa cítricos durante todo el año gracias a la importación de fruta del hemisferio sur en los meses de verano.

Más clementinas y mandarinas de Perú y Chile este verano

Este año, cabe resaltar que, además de haber más disponibilidad de clementinas y mandarinas sudafricanas, se ha incrementado también la presencia de fruta de Perú y Chile, que han batido récords de exportación.

«Las exportaciones de mandarinas peruanas y chilenas se han incrementado debido al buen comportamiento y calidad de la fruta, por su color, tamaño, sabor y vida útil. El consumidor ha aceptado la desestacionalización de las mandarinas y su demanda durante los meses estivales sigue aumentando. Efectivamente, tanto desde Perú como Chile se esta haciendo una buena labor y se asocia el origen con un producto de calidad que ofrece garantías y éxito en el consumo», afirma Juan Bautista Juan.

«Los altos precios de las naranjas de ultramar han frenado el consumo»

«Si bien es cierto que en el momento del cierre de Argentina se produjo una agitación en los mercados con unos incrementos bruscos de precio, con los días la situación volvió a su normalidad, eso sí, una normalidad marcada por precios superiores a las campañas precedentes a consecuencia de una menor oferta en el mercado», recuerda Juan Bautista. «No obstante, el consumo se ha visto también mermado por los altos precios de las naranjas de importación de ultramar. De hecho, los retailers han modificado sus referencias con menos peso en las unidades de venta para no encarecer la cesta de la compra», añade.

«Al final, el mercado se regula y desgraciadamente, si se terminan más pronto las naranjas de importación aparecerán en el mercado Navelinas españolas que no reúnen las condiciones organolépticas adecuadas para suplir esa carencia, lo cual sería un error por el rechazo que provoca en el consumo y su consecuente deterioro», asevera.

Este año pueden recuperarse envíos de naranja a China y peligra la exportación a Reino Unido para las mandarinas

«Una campaña como la pasada en la que los precios de la fruta eran tan altos en campo, no hubo diferencias respecto a los precios de venta en el mercado europeo, que es lo que en las campañas precedentes había animado a los exportadores a enviar a China. Por otro lado, los fletes subieron considerablemente sin una disponibilidad clara de los mismos. Esto suponía un alto riesgo que mucha gente no estuvo dispuesta a asumir, de ahí la caída de las exportaciones a menos de 10.000 toneladas la pasada campaña, que no llega ni a la tercera parte de los que se envió la campaña precedente», recuerda Juan Bautista Juan, quien cree que podrían recuperarse los envíos a este país este año.

Por otro lado, mientras que los aranceles a las mandarinas impuestos por Estados Unidos no representan una gran amenaza para los exportadores españoles, sí lo es, en cambio, en el caso de Reino Unido, si se implementa un Brexit duro.

«Estados Unidos ha sido un importante mercado para la citricultura española en décadas pasadas, pero se ha ido diluyendo en los años, tanto por la barreras fitosanitarias interpuestas por el gobierno americano como por la dependencia de la fluctuación del dólar. El de Reino Unido, en cambio, es un mercado muy importante sobre todo para las mandarinas de este país. Es el tercer destino más importante en volúmenes y cualquier desajuste de tipo arancelario va a afectar de forma negativa a las exportaciones españolas a este mercado y favorecer las de países de la cuenca mediterránea que no se han visto afectadas por las disputas de la salida de la Unión Europea por parte del Reino Unido».

La influencia del COVID-19, el mayor reto

Para Juan Bautista, son varios los retos que presenta esta campaña: «El primero será el típico de cualquier campaña, que son los riesgos meteorológicos. Nuestra dependencia del viento, lluvia, granizo y frío es una constante que no va a cambiar. Pero, es cierto que tenemos la incertidumbre del COVID-19 que por una parte puede alterar nuestra demanda y por otra parte dificulta nuestras labores de trabajo en campo por las restricciones de personal en el transporte y los riesgos de contagio, que también son un grave problema para las centrales de confección. Simplemente hemos de tener en cuenta que lo ocurrido en Lérida este verano puede replicarse en nuestro sector citrícola, todo ello sin hablar del suplemento de coste que acarrea».

«Por otra parte hemos comentado que la campaña no ha comenzado con la demanda prevista y es también un indicador preocupante. Esperamos que se corrija en los próximos días porque no solo el volumen determina el porvenir de la campaña, también el consumo tiene mucho que decir».

Fuente: freshplaza.es

2020-10-14T10:38:14-03:00
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