La exportación de cítricos españoles a Rusia no para de crecer en los últimos años y el tonelaje ya supera al vendido en la última campaña en Estados Unidos, por lo que el gran mercado ruso cobra una relevancia especial, hasta el punto de que la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha pedido al Gobierno y a la Generalitat que prioricen este asunto, que desplieguen todas las actuaciones posibles, diplomáticas, comerciales y fitosanitarias, para potenciar al máximo las ventas a los rusos.

La previsión de un aumento de la producción citrícola española obliga a cuidar todas las salidas posibles para que las ventas sean fluidas y se coloque con normalidad toda la cosecha, de la que se exportan casi dos tercios de los 6-7 millones de toneladas.

Los mercados tradicionales de la UE se considera que están, más o menos, saturados; cabe esperar pocas variaciones, dada la presión general de las ventas de la citricultura española en estos países, donde es claramente líder.

Entre tanto, las grandes expectativas generadas con países asiáticos se han visto frustradas: apenas se superan las 4.000 toneladas anuales de media, un 0,1% de toda la exportación. Sólo en la campaña 2006-07 se llegó a 14.629, al ocupar parte del hueco dejado por California a causa de una grave helada. Las esperanzas fijadas en China, cuando se firmó el protocolo de exportación, han quedado en casi nada: la campaña pasada se enviaron 46 toneladas y en esta 64. Es un mercado demasiado lejano y complicado. Nadie cree hoy en aquellos anuncios triunfalistas que llegaron a señalar que en diez años se venderían 400.000 toneladas a los chinos.

Pero AVA señala que donde sí que se multiplican las posibilidades es en Rusia, que ya ha superado las 50.000 toneladas de cítricos españoles, en tanto que EE. UU. se ha quedado este año por debajo de dicha cifra, debido a la fuerte devaluación del dólar respecto al euro.

El rápido aumento del poder adquisitivo de amplias capas de la población rusa favorece que sus importaciones de frutas y hortalizas crezcan a un ritmo del 40% anual. Es un enorme potencial que debe aprovechar España, porque sus índices de consumo per cápita son todavía muy bajos. Pero hay un nubarrón en el horizonte: Moscú quiere imponer duras barreras fitosanitarias en materia de residuos de plaguicidas, por lo que AVA exige que se negocie para evitar este sinsentido.

fuente: Freshplaza