Argentina: Un 60-70% de los cítricos Okitsu y Satsuma se perdió por la sequía

Con un mes de retraso, en las plantaciones de los departamentos de la costa del Uruguay —donde tiene su mayor desarrollo el sector citrícola entrerriano— comenzó en estos días la cosecha de las frutas tempranas, que abarcan las especialidades okitsu y satsuma de mandarinas.

La postergación de la cosecha, prevista habitualmente para mediados de marzo se debió a la sequía, que afectó en gran medida el tamaño de la fruta. «Al no recibir agua, la planta no pudo abastecerse ni de agua ni de los nutrientes que van por el agua, entonces se nota que estas frutas tempranas no tienen el calibre bueno que demanda el mercado», explicó el titular de la Federación del Citrus de Entre Ríos, Fernando Borgo. El dirigente estimó que entre un 60% y un 70% de esas variedades «prácticamente no van a servir», y estimó que de ellas, unas pocas podrán destinarse a industrias, aunque también resulta difícil el acceso de esas mercaderías cuando no cumplen determinados parámetros.

 «La sequía comenzó en diciembre. Y las plantas sufren el estrés, por eso cuando reciben una lluvia, la planta estresada suele perder muchos frutos, que caen o se parten», explicó.

Las últimas lluvias dieron un alivio. Es por eso que se está esperando por las frutas de estación, o las tardías. Habitualmente, según contó, la fruta temprana se cosecha entre mediados de marzo y mediados de mayo; la de media estación —naranjas salustiana y —, desde mayo hasta agosto; y las tardías —por ejemplo las naranjas valencianas— desde agosto hasta diciembre.

«La zafra ocupa prácticamente todo el año. Este año ocurrió que la temporada pasada hubo un 30% menos de frutas, paradójicamente por exceso hídrico. A mediados de enero terminaron de retirarse las últimas naranjas de las plantaciones, y desde entonces el mercado es atendido por la producción guardada en cámaras», indicó.

Por esa razón de faltante y de costo mayor que tiene un fruto en cámara, hoy los precios al consumidor oscilan entre 25 o 30 pesos por kilogramo. De todos modos, pese a los inconvenientes por la sequía, Borgo estimó que en los próximos días o semanas comenzará a normalizarse el precio, en un equilibrio entre oferta y demanda.

«El grueso de la cosecha se está iniciando en estos días y el citrus tiene una incidencia estacional, más allá de que nunca debería faltar en todo el año. Hoy el precio es alto o interesante, pero no llega al productor; tampoco hubo grandes ganadores porque hay otros costos en las cámaras. El año pasado, el kilo de citrus para el productor promedio era 1,70 o 1,80 pesos por kilogramo, y el costo es de 2,50 pesos. Es decir, que trabajamos a pérdidas. Hoy, los primeros productores recibieron 4 pesos por kilogramo, pero a raíz de ser las primeras. A nivel consumidor, el ingreso de más mercadería tenderá a bajar los precios al consumidor, ya que el citrus es el fruto más barato».

Fuente: Fecier y DIARIO UNO

2018-05-03T20:58:19-03:00

Argentina: Un 60-70% de los cítricos Okitsu y Satsuma se perdió por la sequía

Con un mes de retraso, en las plantaciones de los departamentos de la costa del Uruguay —donde tiene su mayor desarrollo el sector citrícola entrerriano— comenzó en estos días la cosecha de las frutas tempranas, que abarcan las especialidades okitsu y satsuma de mandarinas.

La postergación de la cosecha, prevista habitualmente para mediados de marzo se debió a la sequía, que afectó en gran medida el tamaño de la fruta. «Al no recibir agua, la planta no pudo abastecerse ni de agua ni de los nutrientes que van por el agua, entonces se nota que estas frutas tempranas no tienen el calibre bueno que demanda el mercado», explicó el titular de la Federación del Citrus de Entre Ríos, Fernando Borgo. El dirigente estimó que entre un 60% y un 70% de esas variedades «prácticamente no van a servir», y estimó que de ellas, unas pocas podrán destinarse a industrias, aunque también resulta difícil el acceso de esas mercaderías cuando no cumplen determinados parámetros.

 «La sequía comenzó en diciembre. Y las plantas sufren el estrés, por eso cuando reciben una lluvia, la planta estresada suele perder muchos frutos, que caen o se parten», explicó.

Las últimas lluvias dieron un alivio. Es por eso que se está esperando por las frutas de estación, o las tardías. Habitualmente, según contó, la fruta temprana se cosecha entre mediados de marzo y mediados de mayo; la de media estación —naranjas salustiana y —, desde mayo hasta agosto; y las tardías —por ejemplo las naranjas valencianas— desde agosto hasta diciembre.

«La zafra ocupa prácticamente todo el año. Este año ocurrió que la temporada pasada hubo un 30% menos de frutas, paradójicamente por exceso hídrico. A mediados de enero terminaron de retirarse las últimas naranjas de las plantaciones, y desde entonces el mercado es atendido por la producción guardada en cámaras», indicó.

Por esa razón de faltante y de costo mayor que tiene un fruto en cámara, hoy los precios al consumidor oscilan entre 25 o 30 pesos por kilogramo. De todos modos, pese a los inconvenientes por la sequía, Borgo estimó que en los próximos días o semanas comenzará a normalizarse el precio, en un equilibrio entre oferta y demanda.

«El grueso de la cosecha se está iniciando en estos días y el citrus tiene una incidencia estacional, más allá de que nunca debería faltar en todo el año. Hoy el precio es alto o interesante, pero no llega al productor; tampoco hubo grandes ganadores porque hay otros costos en las cámaras. El año pasado, el kilo de citrus para el productor promedio era 1,70 o 1,80 pesos por kilogramo, y el costo es de 2,50 pesos. Es decir, que trabajamos a pérdidas. Hoy, los primeros productores recibieron 4 pesos por kilogramo, pero a raíz de ser las primeras. A nivel consumidor, el ingreso de más mercadería tenderá a bajar los precios al consumidor, ya que el citrus es el fruto más barato».

Fuente: Fecier y DIARIO UNO

2018-04-23T15:09:19-03:00
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